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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, certificó hoy la derogación de una ley de 1994 que impedía a los soldados abiertamente homosexuales servir en las Fuerzas Armadas del país, tras recibir el visto bueno del Pentágono.
Marines estadounidenses en un desfile del orgullo gay
Los soldados homosexuales podrán revelar su orientación sexual sin ser despedidos a partir del próximo 20 de septiembre, cuando se cumplan 60 días a partir de la firma del presidente, el periodo establecido en la legislación que el Congreso aprobó en diciembre.
"Hoy, hemos dado el gran paso final hacia el fin de la discriminatoria ley 'Don't Ask, Don't Tell' ("No preguntes, no digas"), que socava el desempeño de nuestros militares y viola los principios estadounidenses de justicia e igualdad", dijo Obama en un comunicado.
El Pentágono ha pasado los últimos seis meses preparando la aplicación de la medida, con el diseño de nuevo material de formación y su introducción entre las tropas.
"A partir del 20 de septiembre, los miembros del servicio ya no se verán forzados a ocultar quiénes son para servir a nuestro país. Nuestro Ejército ya no estará privado del talento y los conocimientos de estadounidenses patrióticos sólo porque sean gays o lesbianas", subrayó Obama.
El Mandatario instó a los líderes militares y civiles en el Ejército a que apliquen la nueva política "en la forma cuidadosa que este cambio exige".
Asimismo, confió en que las tropas estadounidenses, "como las generaciones anteriores que se han adaptado a otros cambios, sólo se fortalecerán aún más" con la nueva política "y seguirán siendo la mejor fuerza armada en el mundo".
Por su parte, Panetta, que hizo hoy su juramento formal como secretario de Defensa después de tomar posesión del cargo el pasado día 1, mostró su confianza en que la revocación de la medida es "consistente con los estándares de preparación y efectividad militar, cohesión de las unidades, reclutamiento y retención".
"Hemos tomado el tiempo necesario para hacer las cosas bien y asegurarnos de que los militares están bien formados para un cambio que yo creo que es esencial para la efectividad de las fuerzas", dijo Panetta en un comunicado, en el que abogó por acabar con toda barrera "personal, social o institucional" en el Ejército.
Por su parte, el presidente del Comité de las Fuerzas Armadas en la Cámara de Representantes, el republicano Buck McKeon, se mostró "decepcionado" por la decisión del presidente, al considerar que "no ha enfrentado como es debido las preocupaciones de los jefes militares".
A su vez, el grupo defensor de los derechos de homosexuales Log Cabin Republicans, que presentó en 2004 una demanda contra el Gobierno que llevó a una juez federal a declarar "inconstitucional" la ley de 1994 el año pasado, se apuntó el tanto de la derogación, y se mostró "orgulloso de haber ayudado a poner fin a la medida".
"Don't, Ask Don't Tell" ("No preguntes, no digas"), aprobada por Bill Clinton, toleraba la participación de los homosexuales en las Fuerzas Armadas del país siempre y cuando no revelaran su orientación sexual.
Su aplicación acabó provocando la expulsión de unos 13,500 militares.