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Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz,Rector del Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basilica de Guadalupe, indicó que existen diversos puntos de vista respecto de la existencia o no de Dios, pero que la conciencia de un creador es una gracia que a los católicos toca saber aquilatar y valorar.
Expresó que en relación a Dios hay quienes ni niegan su existencia, ni la afirman y que se denominan agnósticos. Hay quienes niegan su existencia, se dicen ateos. Hay quienes dicen que todos somos parte de Él, son panteístas. Hay quienes piensan que Dios es como una fuerza o energía puesta a nuestro servicio y que se puede manipular al antojo del hombre, quienes así piensan desarrollan un pensamiento mágico del que brota la hechicería, la brujería, la superstición y por otra línea la dianética y el control mental.
Otros dirán que es una sabiduría o mente creadora que se revela a los iluminados, estos son esotéricos, de la nueva conciencia o de la mente consciente. Otros, los animistas, atribuyen a las cosas y a los animales personalidad y hablan de la madre tierra o de los espíritus del monte o del bosque. En esta línea, incluso hay quienes desde el gobierno pretenden regresar a cultos ancestrales o fundar nuevas religiones como lo sugirió el presidente de Bolivia Evo Morales y fue secundado desde la UNESCO por Miguel d´Escoto y por Leonardo Boff en la ONU. Estos dos últimos, retirados del ministerio sacerdotal.
Existen también quienes piensan no en un Dios sino en muchos y que andan vagando por el mundo buscando a quién beneficiar o perjudicar, estos son politeístas. También hay quienes de una filosofía hacen una pseudo-religión como el budismo, el reiki y la yoga.
Hay quienes agrupan estos pensamientos y tomando elementos del islam, del judaísmo y del cristianismo, mezclan todo y presentan elementos comunes como una sola y nueva religión propia del New Age o Nueva Era.
En medio de lo anterior, tres religiones se presentan como monoteístas y reveladas. La más antigua es el judaísmo, que espera la llegada de un mesías. Le sigue el cristianismo y luego llega el islam quien considera a Dios, lejano de su creatura. Yahvé se le reveló a Abraham y a Moisés. Alá a Mahoma. Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, se auto-revela y revela el misterio de la Santísima Trinidad, con sus palabras y hechos, particularmente con su resurrección.
Comentó que dentro de los que se dicen seguidores de Cristo, algunos no creen que sea Dios (Testigos de Jehová y Mormones), otros no aceptan los sacramentos ni a los santos (hermanos separados), otros, utilizando técnicas psicológicas y de mercadotecnia, lucran con la fe (sectas). Otros no aceptan la autoridad del Papa (ortodoxos).
Resaltó que sólo los católicos aceptamos de manera íntegra las enseñanzas de Jesús, por lo que somos depositarios y custodios del mensaje de la salvación, buena noticia para el hombre y expresión más completa del Reino de Dios, cuya plenitud gozaremos en el Cielo.
Mencionó que sin embargo dentro de los católicos también hay quienes no viven de manera coherente su fe, otros la viven de manera fría y alejada, algunos se quedan en la religiosidad popular y otros sólo en las prácticas externas, otros se interesan por conocerla y otros más en difundirla.
Subrayó que al tener este panorama general de las religiones del mundo, podemos entender mejor, porqué la fe es un don y una responsabilidad. Ser católico es una Gracia de Dios, que tenemos que cultivar y acrecentar para que dé, en nosotros y para el mundo, los frutos de felicidad y santidad que Dios nos quiere dar, por lo que, lo mejor es vivir nuestra fe, movidos por el Espíritu Santo como discípulos y misioneros de Jesús, para tener vida en Él, y permanecer en adoración al Padre y en el servicio a los demás.
Resaltó que Jesús, nos revela que Dios es amor y es nuestro Padre, que nos habla y redime a través de su hijo y derrama en nuestros corazones el Espíritu Santo que nos lleva a experimentarnos sus hijos, hermanos de Jesucristo y templos vivos de su amor.
Explicó que Jesucristo es el Hijo Único de Dios y por Él nos podemos llamar hijos de Dios, porque lo somos, a través del bautismo.
Aseguró que llamar a Dios Padre, es reconocer que es persona y cercano al ser humano, no solo en cuanto creador, sino en una relación íntima y familiar que nos lleva a reconocerlo como padre nuestro.
Por eso añadió, la relación individual con Él, se hace comunión con todos los seres humanos y nos lleva a experimentar su amor, desde Cristo, de una manera personal y única, pues por adopción, también Dios es mi Padre, nuestro Padre. Esta realidad, no es un privilegio propio de un individuo, sino es para todos aquellos que aceptan en su corazón a Jesucristo como Salvador, por lo que en Él, como hermanos nos dirigimos llamándole Padre Nuestro, manifestando así nuestra relación íntima con Dios y solidaridad con la humanidad entera, finalizó.