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ATENAS, 24 de mayo.- La tremenda crisis griega se sigue cobrando víctimas en forma de suicidios. Este jueves se ha quitado la vida un músico de 60 años arrastrando con él a su madre de 90. Según testigos presenciales, se han tirado al vacío unidos de la mano desde la azotea de un edificio en el capitalino barrio de Metaxourgeio.
Ambos compartían un apartamento en la primera planta de la construcción, de cinco pisos. Sus vecinos han dicho a la prensa griega que el músico estaba desempleado y pasaba grandes apuros económicos.
Un hombre arrastra sus pertenencias junto a un comercio cerrado en Atenas, esta misma semana. (ORESTIS PANAGIOTOU | EFE)
El fallecido dejó el miércoles una nota de auxilio en una página web para músicos y poetas: "Mi nombre es Antonios Perris. Durante 20 años he cuidado de mi madre de 90 años de edad. Desde hace tres o cuatro años sufre alzhéimer y recientemente ha sido diagnosticada con esquizofrenia y otros problemas de salud. Los hogares de ancianos no aceptan pacientes que suponen tal carga. El problema es que yo no estaba preparado y no tenía efectivo cuando se produjo de súbito la crisis económica. A pesar de tener propiedades y haber vendido todo lo que he podido, me he quedado sin dinero y ya no tengo para comer", escribió el músico.
"Recientemente he sufrido de nuevos y serios problemas de salud. Ninguna solución viene a mi cabeza. Suficientes propiedades pero no dinero en efectivo, lo que significa no comida. ¿Alguien conoce alguna solución?" preguntaba Perris desesperado en la web Stixoi.info.
También escribió algunos versos sobre la situación económica y política en Grecia: "Estamos gobernados por ladrones y todos sus acólitos" o "Las órdenes me dicen que me suiciden", son algunas de las frases.
El músico y su madre son las dos últimas víctimas de una enfermedad silenciosa pero letal en Grecia: la depresión aguda. Cada día se suicidan de dos a tres griegos, según cálculos no oficiales de los colegios de doctores y ONG. Unos 2500 helenos se habrían quitado la vida en los últimos tres años, aunque estas cifras no están confirmadas.
El último dato conocido, de 2009, arrojaba 393 suicidios, un 20% más que en años anteriores. Los cálculos no oficiales señalan un incremento del 40% entre las personas que se quitan la vida.
La mayoría de las historias de los fallecidos no llegan a los medios: "Hombre muerto tras caer al metro" o "cae de un puente" suelen ser los fríos titulares de la prensa helena. Sin embargo, hay ocasiones como ésta en la que es imposible abstraerse del suceso.
Tampoco el miércoles, cuando un hombre de 60 años se cortó las venas en un parque de Peristeri, un suburbio de Atenas. Había salido de su casa con destino al banco. Sus familiares no le volvieron a ver con vida.
"El 99% de los casos de suicidio pueden ser prevenidos, pero por desgracia no se logra en todos los casos" señala Aris Violadis, coordinador de una línea telefónica para personas al borde de quitarse la vida operada por la ONG Klimaka. "Un gran problema es que el sistema de salud pública griego no tiene medios para tratar a este tipo de personas, no puede internarlos" lamenta Violadis. Esto repercute en cientos de muertes evitables cada año.
El suicidio es un trágico síntoma de las consecuencias de la crisis económica en un país donde los tratamientos psicológicos por depresión han aumentado un 40%. (EL MUNDO)