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Tres estrellas
El director francés Jean-Jacques Annaud, famoso por cintas como El nombre de la rosa, El amante, Enemigo al acecho y El oso. Llega a los cines con su más reciente filme El príncipe del desierto.
Historia de corte épico ambientado en los años treinta y que narra las aventuras de un joven líder, el Príncipe Auda, que une a las tribus árabes del desierto para luchar en contra de dos villanos que intentan apoderarse de varios yacimientos de petróleo.
Los protagonistas son Tahar Rahim (Un profeta), Freida Pinto (El planeta de los simios), Mark Strong (Kick Ass), Antonio Banderas (La piel que habito), y Riz Ahmed (Four Lions).
Es interesante que Annaud haga un esfuerzo por revivir el formato de cine clásico. Son obvias las referencias a Lawrence de Arabia de David Lean, tanto en el uso de tomas panorámicas, travellings y hasta en ciertos emplazamientos que buscan emular composiciones que juegan con la perspectiva y la escala. El cineasta francés sabe sacar provecho escenográfico de los paisajes desérticos.
Sin embargo el cuidado visual no logra equilibrarse con el aspecto narrativo. A pesar de que el guion está escrito por Menno Meyjes, autor de la premiada El color púrpura, los personajes incurren en estereotipos y hay problemas en el desarrollo de la trama y la acción.
La falta impulso argumental, aunado a su formato clásico provoca que el producto final no logre cuajar. Sólo las secuencias de las batallas en el desierto consiguen un poco de espectacularidad y goce.
Jean-Jacques Annaud nos ofrece la película menos lograda en su filmografía. Aunque conserva el espíritu aventurero, la historia no alcanza las cotas de adrenalina mostradas en Enemigo al acecho, los personajes no tienen el trazo preciso de El amante, y las acciones no se encadenan con tanta precisión e inteligencia como en El nombre de la rosa.
Por supuesto que el deseo de recuperar el formato clásico, junto con su evidente formación pictórica, artística y melómana, no son cosas frecuentes en la cinematografía actual.
Lo mejor: que el aspecto visual se inspira en el cine clásico.
Lo peor: la adaptación comete algunas fallas e imprecisiones.