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NUEVA YORK, 24 de mayo.- Un hombre ha sido detenido este jueves tras haberse entregado como responsable de la misteriosa desaparición, hace 33 años, de un niño de seis años en Manhattan. La policía de Nueva York mantiene retenido al individuo, que «ha admitido su implicación en la desaparición y la muerte» del pequeño Etan Patz, ausente desde el 25 de mayo de 1979, cuando iba camino del colegio, según ha explicado el jefe del Cuerpo, Ray Kelly, en un comunicado.
Kelly anunció más detalles del caso en las próximas horas.
Un foto familiar de Etan Patz, junto a uno de los carteles que denunciaban su desaparición.
El sujeto, que según el New York Post trabajaba en aquella época en un bar cercano al domicilio de Etan, habría captado la atención del niño ofreciéndole caramelos. El hombre, que habría sido arrestado el martes en Camden, en la vecina Nueva Jersey, ha declarado haber matado a puñaladas al menor y haber descuartizado luego el cuerpo para esconderlo en bolsas de basura, según fuentes policiales citadas por el citado periódico americano.
Según el canal NBC el sujeto se trata de Pedro Hernández.
El caso de Etan Patz conmocionó a la sociedad estadounidense y llevó al entonces presidente Ronald Reagan a declarar el 25 de mayo como el Día Nacional de Niños Desaparecidos.
Además, el caso del pequeño se convirtió en uno de los primeros menores cuya imagen apareció impresa en cartones de leche por todo el país y fue reabierto por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) a finales de abril pasado con el rastreo de un edificio en el barrio del SoHo, en el sur de Manhattan, para buscar en el sótano posibles restos óseos del menor.
La búsqueda, seguida con gran expectación, culminó sin el hallazgo de pistas sobre la muerte de Patz, cuyo responsable siempre se sospechó que fue José Ramos, que en la actualidad cumple condena en una cárcel de Pensilvania por abusar de otro niño y contra quien nunca llegaron a presentarse cargos por falta de pruebas.
Ramos salía con una mujer que trabajaba en el domicilio de los Patz, e incluso llegó a admitir que el día de su desaparición estuvo con él, aunque siempre negó haberlo secuestrado.
El menor fue declarado oficialmente muerto en 2001 por las autoridades y el caso fue reabierto en 2010 por el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance.