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CIUDAD DE MEXICO, 9 de noviembre.- Las autoridades mexicanas acusaron el viernes a 14 policías federales de tentativa de homicidio, por una emboscada a tiros perpetrada en agosto contra dos agentes estadounidenses de la CIA y un capitán de la Marina de México, al sur de la capital.
La Procuraduría General de la República (PGR) explicó en un comunicado que los fiscales consideraron que los policías federales tenían el objetivo de matar a los agentes estadounidenses y al capitán mexicano, pero no lo lograron por el blindaje de la camioneta en que viajaban las víctimas, el 24 de agosto.
No se mencionó un posible móvil del ataque. Los agentes están acusados además de daño en propiedad ajena.
La unidad diplomática recibió por lo menos 30 impactos de bala.
Inicialmente, las autoridades anunciaron que los policías viajaban en patrullas oficiales y que la agresión había sido un accidente, derivado de una posible confusión por parte de los agentes federales, quienes creyeron que en la camioneta viajaban criminales. Después, autoridades estadounidenses y mexicanas, que hablaron con The Associated Press a condición de permanecer anónimas, dijeron que se inclinaban a pensar que el ataque había sido planificado por un cartel narcotraficante.
La procuradora Marisela Morales ha dicho que el crimen organizado sigue siendo una de las líneas de investigación y que aún después de presentar cargos contra los policías planea seguir ampliando la pesquisa.
Un funcionario de la PGR dijo que los agentes estaban de servicio en el momento del tiroteo, y debían haber vestido uniformes y conducir vehículos oficiales. En vez de ello, llevaban ropas de civil y manejaban autos privados cuando hicieron 152 disparos contra el vehículo de la embajada, que se dirigía a un campo de entrenamiento militar.
"Ellos deberían de tener el uniforme y estar en la patrulla", dijo el funcionario, quien solicitó permanecer anónimo por no tener autorización de hablar con la prensa. "Es una irregularidad".
La fuente dijo que los investigadores trataban todavía de determinar si un cartel de las drogas organizó el ataque.
El conductor del vehículo estadounidense trató de escapar, y más autos se unieron a los agresores en la persecución, mientras los agentes federales seguían disparando. Los dos miembros de la CIA resultaron heridos pero sobrevivieron. El capitán de la Marina mexicana no sufrió lesiones.
"Los elementos policiacos consignados intentaron privar de la vida a dos funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en México y a un elemento de la Secretaría de Marina Armada de México", dijo la procuraduría en un comunicado.
Agregó que los agentes federales se cambiaron de ropa después, y acudieron con sus uniformes oficiales en patrullas de la policía a rendir testimonio ante las autoridades.
Fiscales sostienen que uno de los agentes mintió inicialmente acerca de su participación en el ataque y otro de los acusados, un empleado administrativo de la policía federal, portó ilegalmente un arma de alto calibre. Otros cinco policías están acusados de tratar de encubrir a sus compañeros y asistir en su huida.
La camioneta de la embajada de Estados Unidos fue interceptada por un vehículo con policías federales que amenazaron a los tripulantes con armas cerca del poblado de Tres Marías, en la carretera a Cuernavaca, una ciudad al sur de la Ciudad de México conocida por ser lugar de descanso y recreación favorito para los capitalinos. En una persecución de varios kilómetros, se incorporaron más vehículos y dispararon repetidamente, según la PGR.
Las autoridades habían dicho antes que los policías viajaban en patrullas oficiales. Pero la procuraduría confirmó que viajaban en vehículos particulares y sin uniforme.
Un alto funcionario estadounidense dijo recientemente a The Associated Press que existen pruebas circunstanciales contundentes de que policías federales que dispararon contra el auto trabajaban para el crimen organizado. Un funcionario mexicano dijo que se investigaba la posible participación del Cartel de los Beltrán Leyva.
Los funcionarios hablaron a la AP bajo la condición del anonimato porque se trata de un tema diplomático muy sensible. (AP)