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Viernes 9 de noviembre.- Para obtener pistas sobre el posible impacto del cambio climático en la sociedad moderna, un estudio sugiere dar una mirada al fin de la Civilización Maya, que colapsó en medio de hambrunas y guerras provocadas por el cambio de los patrones climáticos.
Un equipo internacional de investigadores compiló un expediente detallado de la meteorología que registra 2000 años de clima húmedo y seco donde se desarrollaron las ciudades mayas desde el año 300 hasta el 1000.
Tres paredes de una habitación en Xultún, Guatemala. (Tyrone Turner/ Enlace a más fotos de National Geographic)
El equipo publicó sus hallazgos en la revista Science el jueves 8 de noviembre, para los que utilizaron los datos encerrados en las estalagmitas, depósitos minerales que se forman del agua que gotea en cuevas, y la rica evidencia arqueológica creada por los mayas.
A diferencia de la tendencia actual de calentamiento global, que es provocado por la actividad humana, el cambio en el clima durante el colapso de la civilización maya se debió a un patrón climático natural, masivo y ondulante.
Este patrón climático trajo humedad extrema, que fomentó el crecimiento de la civilización Maya y períodos de sequía en escala de siglos, informó el autor principal del estudio, Douglas Kennett, antropólogo de la Universidad de Penn State.
Kennett mencionó que los períodos húmedos significaban buena agricultura y creciente población, también reforzó el poder de los reyes, que reclamaban el crédito por las lluvias que traían prosperidad y realizaban sacrificios para mantener el clima favorable a la agricultura.
Cuando el período de lluvias cambió al clima seco en torno al año 660, Kennett comentó que el poder de los reyes y su influencia se derrumbaron, y aumentaron las guerras por los recursos.
El colapso político de los reyes mayas llegó en el año 900, cuando una sequía prolongada socavó su autoridad. Pero las poblaciones mayas permanecieron durante otro siglo más o menos, cuando una grave sequía del año 1000 a 1100 los obligó a abandonar sus mayores centros de población.
Kennett indicó que durante el apogeo maya, los humanos tenían un impacto en el medio ambiente sobre todo por cultivar más tierras, que a su vez provocó una mayor erosión. Durante los períodos de sequía, los mayas respondieron con la intensificación de la agricultura.
Cuando el clima de la zona cambió a seco agravó el impacto humano sobre el medio ambiente, afirmó, si hay cambios en el clima que socavan los sistemas agrícolas en algunas zonas, se podría crear una hambruna generalizada, la inestabilidad social y la guerra, del mismo modo que puede haber ocurrido en la civilización maya, afirmó. (Reuters)