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A partir de esta semana, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) inició la entrega de apoyos monetarios de los programas de Desarrollo Humano Oportunidades y de Apoyo Alimentario (PAL), correspondientes al sexto bimestre del año, en beneficio de 6.5 millones de familias de escasos recursos que habitan en las 32 entidades del país.
La derrama económica ascenderá a más de siete mil millones de pesos, de los cuales más del 90 por ciento corresponden a recursos que se entregan a familias del Programa Oportunidades, quienes reciben las transferencias económicas para mejorar su alimentación y nutrición, así como para que sus hijos asistan y permanezcan en la escuela.
El pago se realiza a través de depósitos efectuados a las tarjetas bancarias de las titulares de ambos programas federales. Dos terceras partes de los recursos se depositan a familias que habitan en comunidades con menos de cinco mil habitantes; una cuarta parte, en poblaciones mayores de 10 mil habitantes, y seis por ciento en localidades de entre cinco mil y 10 mil habitantes.
La bancarización de las familias incorporadas a Oportunidades y al PAL implica que éstas obtengan los beneficios que otorga el sistema financiero a sus clientes, como el acceso al ahorro, microcréditos, microseguros, préstamos, etcétera.
Además, el uso de tarjetas bancarias es una forma segura para que los apoyos lleguen realmente a quienes más lo necesitan, ya que los recursos se dispersan bimestralmente, de forma transparente y directa a las titulares beneficiarias, sin que ningún servidor público, federal, estatal o municipal, tenga acceso a ellos.
La inclusión financiera se suma a las acciones dirigidas a propiciar que las familias vulnerables puedan, por sus propios medios, salir de sus condiciones de pobreza.
Los apoyos económicos son incentivos que se dan a cambio del cumplimiento de corresponsabilidades, entre ellas, que los hijos en edad escolar asistan regularmente a clases y las familias acudan a sus citas médicas programadas.
Entre los beneficiarios de Oportunidades se encuentra el 93.7 por ciento de la población que habita en localidades eminentemente indígenas; es decir, 1.5 millones de hogares de distintas etnias en el país, reciben las transferencias en efectivo del programa federal que es visto como una política pública exitosa que promueve la equidad de género y étnica.