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WASHINGTON D.C., 21 de noviembre.- “Cobbler” y “Gobbler” se convirtieron ayer en los pavos más afortunados de Estados Unidos, al ser los beneficiarios del tradicional “perdón presidencial” otorgado por el mandatario, Barack Obama, quien los libró así de acabar en una bandeja como cena de Acción de Gracias, destino que sufrirán hoy hasta 45 millones de sus alados compañeros.
Acompañado por sus hijas, Sasha y Malia, un Obama relajado pese a haber llegado apenas hace unas horas de una intensa gira por el sureste asiático y tras haber hablado con los líderes de Israel y Egipto acerca del alto el fuego negociado en la región, salió al Jardín de las Rosas de la Casa Blanca a pronunciar el perdón.
La tradición sufrió una innovación este año, pues la decisión de a qué ave perdonar no recayó sólo en el presidente, sino que fue tomada de forma “colectiva” mediante una votación a través de la página de Facebook de la Casa Blanca.
“Felicidades, Cobbler, vas a tener una vida genial”, celebró el mandatario.
“El pueblo estadounidense ha hablado y estos pájaros van a ir hacia delante”, dijo Obama entre risas, ya que usó el mismo lema “forward” (adelante) de su exitosa campaña electoral, gracias a la cual fue reelegido para un segundo mandato. “Se dice que la vida está llena de segundas oportunidades, y este noviembre no podría estar más de acuerdo con ese sentir”, añadió, aludiendo de nueva cuenta a su reelección.
“Cobbler está muy agradecido a su equipo de campaña, del que forma parte Steve Willardsen, presidente de la Federación Nacional del Pavo”, siguió bromeando Obama.
Luego, se acercó junto a sus hijas a un pequeño escenario donde un “Cobbler” un tanto inquieto aguardaba la “bendición” presidencial que supone la amnistía.
Mientras la hija pequeña de Obama, Sasha, se animaba a dar unas tímidas caricias al ave, la mayor de la familia, Malia, se negaba entre risas a imitar a su hermana.
Tanto “Cobbler”, la estrella mediática de la ceremonia, como el tímido “Gobbler” son dos lozanos pavos de unos 20 kilos nacidos en una granja de Virginia el 13 de julio. “Cobbler” prefiere comer arándanos y su canción favorita es el éxito “You‘re so vain” de Carly Simon, bajo cuyo ritmo camina “pavoneándose”. “Gobbler” prefiere el maíz y le gusta “todo que lleve un violín”.
Los animales acabarán plácidamente sus días —la expectativa de vida de un pavo es de hasta 12 años— en Mount Vernon, la residencia del primer presidente del país, George Washington, destino tradicional a donde van los afortunados pavos indultados.
En 1980, George Bush padre fue quien anunció que no sólo no se cenaría al pavo que le fue regalado ese año, sino que le garantizaba “el perdón presidencial”, iniciando la costumbre que llega hasta hoy.
'Cobbler' significa zapatero, y 'gobbler', pavo macho. (dpa)