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En los últimos 10 años ha disminuido en cinco puntos porcentuales la población que carece de ingresos para poder adquirir la canasta alimentaria básica, afirmó el Subsecretario de Desarrollo Social y Humano de la Sedesol, Luis Mejía Guzmán, al referirse al impacto de los programas sociales del Gobierno Federal y las acciones conjuntas realizadas con otros niveles de gobierno y con la sociedad para superar la pobreza.
Al participar con la representación del Presidente Felipe Calderón en el XVIII Banquete del Hambre, y ante el gobernador Emilio González Márquez, y el presidente del Consejo Directivo del Banco Diocesano de Alimentos, José Luis Ramírez Pelayo, el funcionario federal afirmó que estos avances nunca se hubieran logrado sin la colaboración decidida de los tres diferentes órdenes de gobierno y la sociedad civil.
El Subsecretario de la Sedesol señaló que estos avances en la superación del hambre hoy se ven reflejados en las estimaciones de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y los datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Señaló que a los programas sociales como Oportunidades, Abasto Social de Leche, Abasto Rural y Apoyo Alimentario de la Sedesol, se suman el Programa Especial de Seguridad Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), para atender a las poblaciones vulnerables.
“Los programas sociales han hecho posible atender a las poblaciones que viven en situación de pobreza alimentaria debido a la mala calidad de los suelos y a la dispersión de sus comunidades”, afirmó el funcionario federal, al señalar la urgencia de redoblar esfuerzos para seguir promoviendo el acceso a la alimentación.
En este sentido, informó que la Sedesol trabaja con la Asociación Mexicana de Banco de Alimentos (AMBA) para incrementar el acopio de productos perecederos a través del Programa de Empleo Temporal (PET), que paga a jornaleros para levantar cosechas en buen estado que, debido a no satisfacer estándares de calidad mínimos, no llegan al mercado.
“Desde hace dos años, a través del PET iniciamos proyectos para levantar excedentes de las cosechas de productores locales y llevarlos a los bancos de alimentos para integrar despensas que se entregan a precios preferenciales a familias en situación de pobreza alimentaria”, explicó.
Dio a conocer que actualmente la Sedesol trabaja con más de 60 bancos de alimentos y que a través del PET generó más de 3 mil 200 empleos temporales en 15 estados, lo que ha dado certeza económica a los jornaleros y promovido la participación social.
Señaló que la Sedesol tiene pilares fundamentales para enfrentar el hambre, como son los programas Oportunidades y de Apoyo Alimentario (PAL); los de Abasto Social de Leche y de Abasto Rural; el de Empleo Temporal, el de Jornaleros Agrícolas y el de Coinversión Social.
“El problema de México, concluyó, no es la producción de alimentos, sino su distribución y la desigualdad para su acceso. Por eso deben multiplicarse las acciones solidarias, como parte de una política de Estado que reivindique los derechos humanos como eje rector de sus decisiones”.