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SALAMANCA, Guanajuato, 18 de marzo.- El Presidente Enrique Peña Nieto conmemoró ayer por adelantado los 75 años de la Expropiación Petrolera y reiteró que Petróleos Mexicanos (Pemex) no se venderá ni privatizará, aunque aclaró que debe transformarse.
En el acto de aniversario, Peña Nieto refirió que las estimaciones preliminares de Petróleos Mexicanos ubican el valor de las reservas totales del país, las llamadas reservas 3P, en 44 mil 530 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
Este volumen, que incluye las reservas probadas, probables y posibles, representa hasta 30 años de producción de hidrocarburos.
El Presidente de la República describió un escenario complicado para el futuro de Pemex en el caso de que no se realice su modernización. "De continuar las tendencias actuales de producción y consumo, para 2020 México podría convertirse en un país estructuralmente deficitario en energía", advirtió.
Este escenario es grave porque limitaría el crecimiento económico y, con ello, la posibilidad de mejorar la calidad de vida de millones de familias mexicanas.
No era un partido de futbol ni un concierto de rock, pero las porras del gremio petrolero que aclamaban a Enrique Peña Nieto hacían que lo pareciera.
Algunos se pararon sobre las sillas, otros gritaron y se unieron a la porra gritando: “¡Petroleros, Peña Nieto, aquí está tu gente!” Era como una “batucada” en algunas de las áreas.
Desde las 11 de la mañana varios helicópteros comenzaron a sobrevolar por la zona norte de la ciudad. La Refinería Ing. Antonio M. Amor era vigilada desde el aire, y por tierra, también, elementos del Ejército Mexicano custodiaban algunas calles como la A y Poza Rica, mientras la calle Tierrablanca se convirtió en estacionamiento para decenas de camiones que llevaban a los petroleros de distintas secciones.
A la 1:30 de la tarde del domingo, el helicóptero presidencial sobrevoló la Refinería Ing. Antonio M. Amor, en Salamanca. (Fotos Presidencia).
Casi a un costado del helipuerto, debajo de las carpas, más de tres mil petroleros esperaban la llegada de funcionarios federales y líderes petroleros, todos uniformados, camisa blanca y pantalón beige.
En las primeras filas, Fernando Pacheco, líder sindical de la Sección 24, recibía a algunos de los invitados.
En las pantallas instaladas apareció la imagen de un helicóptero que aterrizaba con Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex, que cosechó también algunas ovaciones.
A la 1:30 de la tarde, otro helicóptero, de mayor tamaño, sobrevoló la refinería, mientras una comitiva integrada por el gobernador Miguel Márquez, el alcalde salmantino Justino Arriaga y el líder nacional del sindicato petrolero, Calos Romero Deschamps, se preparaban para recibir al Primer Mandatario.
En el escenario, Miguel Osorio Chong, secretario de Gobernación, saludaba a los mandatarios estatales.
Era la 1:41 cuando las porras se escucharon aún más fuerte, todos se pararon de sus asientos y voltearon para atestiguar la llegada de Enrique Peña Nieto a la refinería.
A su paso repartió abrazos, saludos y sonrió para las fotos, hasta llegar al escenario.
Emilio Lozoya Austin, director de Pemex; Miguel Márquez Márquez, gobernador panista de Guanajuato y Enrique Peña Nieto, presidente de la República, quien anunció que Pemex no se privatiza ni se vende, sólo se modernizará.
Miguel Márquez fue el primero en hablar y felicitar a los petroleros, de los que dijo sentirse orgulloso por su trabajo y de Pemex, como diamante de México.
Abucheos contra el Gobernador se escucharon al principio de su discurso, y rechiflas casi al término, aunque algunos dijeron que provenían de los asistentes de la Sección 30, de Poza Rica.
En cambio, el director Lozoya recibió ovaciones de los trabajadores, más aún cuando dijo que el petróleo es de los mexicanos y tuvo que suspender su discurso por minutos mientras el silencio regresaba.
Por un momento, la estrella del acto conmemorativo pareció Carlos Romero Deschamps, que recibió elogios, porras y cientos de aplausos.
Pero los gritos y aplausos que disfrutó no fueron ni una pálida sombra de los que recibió poco después el Presidente de la República cuando anunció que Pemex no se privatiza ni se vende, sólo se modernizará, y presentó las 6 líneas de acción con que piensa lograrlo.
El evento terminó a las 3 de la tarde y todos se arremolinaron sobre las vallas de protección.
¡Presidente, Presidente!, gritaban unos para atraer la atención de Peña Nieto, sin que éste pudiera voltear a ver a todos quienes lo llamaban.
Algunos se tomaron la foto de cerca, otros sólo atinaron a hacerlo de lejos.
Al fin, las hélices del helicóptero presidencial empezaron a moverse en tanto el Mandatario era despedido por las autoridades y a las 3:11 despegó de la refinería, mientras líderes sindicales y funcionarios daban un recorrido por las instalaciones de Pemex.
La reconfiguración de la Refinería Ing. Antonio M. Amor, de Salamanca, prometida desde 2009 y que no se ha concretado, sí se llevará a cabo, aseguró ayer Emilio Lozoya Austin, director general de Petróleos Mexicanos.
Sin embargo, reconoció que aún no se tiene un monto exacto de lo que será la inversión para el proyecto ni cuándo se llevará a cabo.
“Estamos en un proceso de evaluación de la dimensión de la inversión que se requiere en la refinería, y es que cualquier inversión que se hace en las refinerías no se puede extraer del sistema nacional de refinación, es decir, el valor de una refinería para los mexicanos no es el valor de una refinería per se, sino los incrementales de producción u otros, es un modelo, no refinerías aisladas”, comentó Lozoya Austin.
Hubo unos 4 mil trabajadores petroleros reunidos en la refinería de Salamanca.
Lozoya expresó que están comprometidos con aumentar la eficiencia en la refinería de Salamanca. “Lo que le puedo confirmar es que sí se va a invertir más en la refinería y de que se requiere aumentar los niveles operativos de eficiencia en esta refinería de Salamanca, pero el monto exacto depende del modelo y digamos que estamos recalibrando el sistema nacional de refinación y en base a eso definiremos la cantidad”, explicó el Director general de Pemex, entrevistado ayer durante su visita.
La izquierda acusa al nuevo Gobierno de querer vender el petróleo de los mexicanos, y ayer miles de personas se congregaron para defender el carácter público de Pemex en el Monumento a la Revolución. En el evento, en el que destacaron los gritos de “Pemex no se vende”, estuvo presente Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo de Lázaro. (Informador / La Jornada / Periódicoam)