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NATIONAL HARBOR, Maryland, 17 de marzo.- La exgobernadora republicana de Alaska, Sarah Palin ya no tiene responsabilidades políticas, pero supo divertir a los participantes a la gran conferencia de los conservadores estadounidenses celebrada este sábado cerca de Washington, con un discurso plagado de pullas contra el presidente Barack Obama y su propio Partido Republicano, informa France Presse.
«Ya no hay liderazgo en Washington, hay tele-realidad», señaló quien fuera candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos en 2008, durante la conferencia CPAC (Conservative Political Action Conference) en National Harbor, Maryland. Palin fue contratada por la cadena Fox News y participó con su familia en su propio «reality» en 2010.
En sus críticas a Obama, le conminó a «apagar el "teleprompter"» y dejar de hacer campaña.
La ex gobernadora de Alaska brindó y bebió a grandes sorbos un megavaso de 7-Eleven Super Big Gulp, ayer sábado, a la salud de la libertad individual. (AP)
Más adelante provocó las risas de su audiencia al mostrar un enorme vaso con refresco, talla XXL, que se bebió a grandes sorbos mientras que recibía grandes aplausos. Los refrescos gigantes se han convertido en una causa conservadora, en nombre de la libertad individual, desde que el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, tratara de impedirlos en la ciudad para combatir la obesidad. Un juez anuló la prohibición el pasado lunes.
Sin embargo, los comentarios más mordaces de la exgobernadora se los llevó la dirección de su partido, acusado de maquinar para eliminar de las primarias a los candidatos ultraconservadores del llamado Tea Party que ella lidera.
«No estamos aquí para poner una capa de pintura retórica sobre nuestro partido. No estamos aquí para abandonar nuestros principios», señaló Palin cuando faltan veinte meses para las próximas elecciones legislativas.
«La última cosa que necesitamos es que Washington elija a nuestros candidatos», agregó Palin. Su hostilidad hacia los consejeros políticos que le asignaron durante la campaña de 2008 es de notoriedad pública. «Ha llegado la hora de licenciar a los asesores», señaló, «no hacen más que perder las elecciones, pero vuelven a ser contratados y ganan millones». (ABC)