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CIUDAD DE MEXICO, D.F., 26 de abril.- Con nostalgia, lágrimas censuradas que luchaban por brotar y voz entrecortada, Xavier López abrió su corazón para hablar con función de la forma en que se prepara para el momento en que tenga que guardar a Chabelo, aquel niño de 13 años, pero que nació hace 58.
En sus oficinas ubicadas en el Sur de la Ciudad de México, compartió recuerdos, anécdotas y sentimientos de Chabelo y de la despedida que asegura está próxima a llegar y que espera hacerla con toda la la dignidad que lo ha acompañado a través de varias generaciones de niños por 45 años que está cumpliendo con su programa En familia con Chabelo.
Récord Guinness de En familia con Chabelo.
“Es un proceso que estoy haciendo de un tiempo a la fecha, ahora me convenzo más de que no voy a durar toda la vida y que tengo que poner mucha atención para que mi hipersensibilidad me advierta que está sucediendo un cambio.
“Lo más sano es dejar que las cosas vayan sucediendo y estar consciente de que llega el adiós”, dijo, mientras trató de esconder las lágrimas en sus ojos.
Ese niñote que durante casi seis décadas nos ha hecho reír al igual que cada domingo a las siete de la mañana a lo largo de 45 años con su programa En familia con Chabelo sólo tiene una gran preocupación y es el no darse cuenta de que ya no cumpla con su cometido: Entretener.
En sus inicios.
“Le pido a Dios que me de la sensibilidad suficiente para entender en qué momento el público mexicano ya no me quiere ver y espero que me dé la fortaleza porque no va a se fácil. Pero ahora sí tengo la conciencia de que no soy eterno y que no duraré todo el tiempo que yo decida porque la naturaleza y el público me pondrán la raya hasta dónde debo llegar”, comentó con la voz entrecortada.
“Estoy muy consiente de que no soy eterno y que no voy a durar toda la vida, en algún momento se terminará. Sin embargo quiero que el fin llegue de una manera muy natural, tal como surgió y ha estado vigente durante tanto tiempo”, ahondó.
Y aunque durante todo este tiempo ha contado con el cariño del público y los niños se arremolinan en torno suyo, aseguró que en ningún momento ha sentido que es un ídolo de multitudes.
“Todo es tan efímero y volátil, que lo único que tengo es agradecimiento para el público.
“Es un honor que me haya permitido hacer a Chabelo durante toda mi vida, porque es lo que me gusta, pero de ahí a que siente que soy fulano de tal , la verdad no, nada más lejos que la realidad, soy un ser común y corriente”, expresó.
Entre los logros que Chabelo tiene están diversos programas de televisión como En familia con Chabelo (desde 1968), La criada bien criada (1970), La carabina de Ambrosio (1978), hasta Los simuladores que hizo en el 2009 y en el que curiosamente la estrella fue Xavier López; tres telenovelas, todas con mucha fantasía y dos de ellas de época navideña; además de 31 películas, lo que le ha traído infinidad de reconocimientos.
Una de sus películas.
Destacan los dos Récords Guinnes que obtuvo en diciembre del 2012, en esa ocasión por los 44 años del programa dominical y por 57 años de interpretar al amigo de todos los niños.
Sin embargo, la historia de Chabelo es tan simple como peculiar y según Xavier López la magia está en el nombre que ni siquiera él le escogió.
“Salió de un libro de chistes y Ramiro Gamboa (El tío Gamboín) Q.E.P.D., decidió que hiciéramos uno de esos chistes en el que participaban un papá y su hijo que se llamaba Chabelo, como pudo ser Pedro o Juan. Dos días después me pidieron que volviera a salir como niño y así fue rodando la pelotita hasta la fecha”, recordó entre sonrisas.
“Nunca pasé por mi mente que estaría casi 60 años después platicando esta anécdota”, aseguró mientras se ocupaba de revisar su computadora en la que guarda fotografías en blanco y negro de aquella época y que con orgullo muestra a cada momento, intercalando sus recuerdos con la realidad.
Xavier López, quien abandonó la carrera de medicina por su pasión por los escenarios aseguró que Chabelo no es el resultado de sus estudios de actuación.
“La realidad es que Chabelo forma parte de mí porque no me voy a las técnicas que estudié para darle vida, nace de mí, se ha dado de una manera muy natural.
“Por supuesto que sí hay un cambio de personalidad e incluso he llegado a sentir que viven dos personas en un mismo cuerpo, pero cada uno tiene su propia manera de ser y de pensar y eso involucra hasta la voz”, aseguró.
“No hay ningún proceso que vaya más allá de decir: ‘En este momento soy Xavier y en este Chabelo’, se ha convertido en algo cada vez más natural”, ahondó.
En la creación de Chabelo, la voz juega un papel importante y, aunque parezca increíble, el actor no ha tenido ningún cuidado especial en este rubro y más aún no ha tenido problema alguno derivado de hacer voz de niño durante 58 años de su vida.
“Es una de las cosas que Dios y la vida me han dado sin cobrarme ningún precio. Hasta los otorrinolaringólogos me han invitado a dar conferencias, porque por regla o lógica yo debería estar afónico o con nódulos en las cuerdas vocales y han pasado casi 60 años y no tengo ninguna dificultad para hablar normalmente, ni como Chabelo, ni como Xavier”, dijo orgulloso.
Con nostalgia, lágrimas censuradas que luchan por brotar y voz entrecortada, Xavier López habla de la forma en que se prepara para el momento en que tenga que guardar a Chabelo.
Enfrascado en los recuerdos y en el inicio de este personaje que le ha dado todo a Xavier López, la anécdota de la vestimenta no podía quedar fuera y con carcajadas el actor de 78 años volvió a vivir esa experiencia, entornando los ojos como si estuviera más de 50 años atrás.
“Para el traje de Chabelo sí le sufrí, porque nada más tenía dos pantalones: Los jodidos y los viejos, y tuve que cortarle las piernas a uno de ellos, porque en ese tiempo el sinónimo de niño era pantalón corto ahora ya no es así, hoy son los adultos quienes los usan”, comentó.
“Tengo algunos trajes guardados, en los primeros años sí vestí a Chabelo de una forma muy clásica. La vestimenta era de dos piezas, un pantalón corto acompañado de un saco, con un un cuello que enmarqué y que tengo en la casa. Hoy ya es más casual y relajado”, dijo.
Aunque ahora Chabelo y Xavier han viajado por todo el mundo, son reconocidos, queridos y gozan de gran popularidad, la realidad es que la inexperiencia del actor estuvo a punto de dar al traste con una gran carrera, pues una decisión que sí le trajo muchos beneficios económicos en el momento, a la larga le cerró puertas a tal grado que lo desterró por un tiempo de su amado México.
La portada del disco con uno de sus más grandes éxitos: Garabato colorado.
“Fue una etapa en la que anuncié un refresco a nivel latinoamericano y lógicamente me casé con el producto por lo que no podía trabajar en otra cosa. Tuve la necesidad de irme a Estados Unidos, en donde no había trascendido tanto el personaje, por lo que me dediqué a hacer teatro.
“Fue mi inexperiencia y por el contrato tenía que cumplirles. Era exclusivo de esta empresa, y llegó un momento que el sinónimo de Pepsi Cola era yo y pues otras empresas ya no querían contratarme”, recordó.
En ese tenor y saltando de una época a otra, Chabelo quiso que se registrara un hecho muy importante para él pues conoció y saludó a un personaje de la historia contemporánea que curiosamente tiempo después fue quien le obstaculizó uno de los mejores contratos de su vida.
Su clásico llanto.
“He viajado casi por todo el mundo, de hecho la carrera artística la iba a hacer en Cuba, donde estuve en un programa que se transmitía los domingos y miércoles. Gusté así que me dieron un contrato por seis meses para un programa diario. Un 31 de diciembre conocí a Fidel Castro y en ese momento me sentí soñado.
“Recuerdo que empecé a preparar mis cosas para irme y 15 días antes, Fidel Castro decidió cambiar el sistema de capitalismo a comunismo, donde no existen los contratos y por ende el mío ya no sirvió de nada. Chabelo se quedó con las ganas”, recordó con cierta tristeza.
Tener 58 años de conquistar al público no es fácil, sin embargo, es difícil y Xavier López Rodríguez tiene su secreto: Hacer cada programa como si fuera el primero y poner mucha atención a un hecho contundente.
“Todo tiene un tiempo y siempre he creído que la única manera de mantener la audiencia que me sigue es hacer las cosas con amor y con mucho respeto.
“Calculo que entro a las casas de las personas sin tocar la puerta y cada familia me merece mucha consideración. Esa facilidad no la tomo para decir cosas que no me parezcan correctas, más si estoy representando a un niño, así que procuro proyectar la sencillez de la etapa más clara del ser humano”, explicó.
“Es maravilloso cuando en el programa baja un niño del público para concursar y se pone a hablar conmigo. Me doy cuenta que empieza a platicar con un niño grandote. No tengo cómo pagarle a Dios, a la vida, el poder provocar esa felicidad de un niño así, sincero y sin engaños.
“Yo estoy haciendo a mi personaje que es igual que él y con esa imaginación del pequeño se entrega a mí. Es tremendamente hermoso, inexplicable y me llega hasta el corazón, es algo que jamás, que nunca olvidaré”, aseguró, nuevamente con un nudo en la garganta.
De esta forma, aquel hombre que comenzó como “ejecutivo b” (mensajero) en Televicentro y paso por infinidad de puestos como ayudante de producción, camaógrafo, floor manager, actor y productor de programas como La cuchufleta y La güereja y algo más, entre otros, tiene claro que debe ser muy cuidadoso con su vida personal aunque este inmerso en el ojo del huracán.
“Trato de llevar mi vida de la manera más responsable posible. Soy un ejemplo por lo menos para mis hijos o lo fui porque ellos ya están grandes. Pero de todas maneras, el público merece un respeto y por eso trato de estar en orden”, comentó.
Finalmente el guanajuatense adelantó que tendrá sorpresas para su público infantil.
“Xavier mi hijo es quien me va a producir el próximo disco, porque a las disqueras ya no le interesan canciones para niños, espero que esté listo en un par de meses”, aseguró.
“Los proyectos que tengo es producir algo más que no sea conmigo, tiene que ser televisión que es lo único que sé hacer. La realidad es que moriré con este medio”, concluyó.
A Xavier López se le conoce como una persona coherente, prudente y tranquila, sin embargo, hay una persona en el mundo que sí lo sacó de sus casillas, pero que se tuvo que contener, porque su obra fue maravillosa. Esto surgió cuando Chabelo intentó grabar temas de Cri Crí, lo que finalmente logró.
“Francisco Gabilondo Soler era muy bravo y realmente habrá que recordar a quiénes grabamos sus temas: Libertad Lamarque para una película, Marco Antonio Muñiz para un disco que hizo con Los Tres Ases y Chabelo”, explicó.
“Fueron dos años en los que Gabilondo me insultó, era muy enojón, tenía un carácter muy fuerte y no le gustaba dar permiso para grabar, ponía muchas trabas”, dijo.
“Sí lo admiro por su obra, pero como persona no me gustaba, era muy grosero. Imagínate, yo, de treinta años, aguantarle a un señor una mentada de madre sin darle una bofetada, no era muy fácil, me contuve mucho, pero así era su carácter”, recordó. (El Diario)