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CIUDAD DE MEXICO, D.F., 28 de abril.- Barry McCaffrey, General retirado y ex zar antidrogas de Washington, advirtió que Estados Unidos no tiene una frontera completamente segura contra la delincuencia, pues los cárteles mexicanos operan en más de mil ciudades estadounidenses y tienen la capacidad de actuar con tanta violencia como lo hacen en México.
En un diagnóstico presentado el 18 de abril en el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, convocó a endurecer las medidas de seguridad y tomar acciones contra los overstays (personas que ingresaron legalmente pero que expiró su permiso), y sostuvo que la relativa “falta de desbordamiento” de actos violentos en las comunidades fronterizas de EE.UU. es resultado de una serie de “reglas” y “compromisos” que siguen las organizaciones criminales mexicanas en ese país.
Barry McCaffrey advirtió que Estados Unidos no tiene una frontera completamente segura contra la delincuencia, pues los cárteles mexicanos operan en más de mil ciudades estadounidenses.
Sin embargo, dijo que las autoridades de Aduanas y Protección Fronteriza, así como la Patrulla Fronteriza, “carecen claramente de tecnología de vigilancia y cercas necesarias para enfrentar con éxito la delincuencia transfronteriza, el terrorismo y la inmigración ilegal”.
Por ejemplo, agregó, estas carencias se reflejan en la falta de equipo para detectar túneles transfronterizos, ya que solamente se intercepta 10.5 por ciento de las drogas ilegales por la frontera.
Además de que se detecta menos de uno por ciento de los 20 mil millones de dólares que se estima que lavan los cárteles cada año en México.
El general McCaffrey, quien fue profesor adjunto de Estudios Internacionales de Seguridad en la Academia Militar de West Point, y quien actualmente preside su empresa de consultoría, comentó que en muchos sentidos, la frontera con México es más segura que antes con unas 700 millas de cercas y barreras que se han erigido.
Además de que el número de agentes de la Patrulla Fronteriza se ha duplicado desde 2001, mientras que el número de quienes cruzan ilegalmente se ha desplomado 78 por ciento desde EL 2000. Asimismo, dijo que ciudades como El Paso y San Diego están entre las más seguras de Estados Unidos.
“Sin embargo, es incorrecto sugerir que nuestras fronteras son seguras (…) En 2010, la Patrulla Fronteriza reveló que controlaba solo 129 millas de las dos mil de la frontera con México y 32 millas de las 5 mil 500 con Canadá.
“Como ex jefe militar no creo que la Patrulla Fronteriza, que es solo del tamaño de una división de infantería del Ejército estadounidense, pueda vigilar 7 mil 500 millas de fronteras”, añadió.
Señaló que la relativa falta de “desbordamiento de violencia” en las comunidades fronterizas de Estados Unidos es principalmente el resultado de decisiones de las organizaciones de narcotraficantes mexicanos, que operan en más de mil ciudades estadounidenses, a seguir una serie de reglas y compromisos dentro de EE.UU..
“Por ahora, estas organizaciones criminales son intimidadas y disuadidas por aplicación de la ley estadounidense. Sin embargo, tienen claramente la capacidad de actuar con tanta violencia en Estados Unidos como lo hacen en México”.
“No tenemos una frontera segura cuando las organizaciones criminales trasnacionales mexicanas controlan el contrabando y la distribución de cocaína, metanfetaminas y mariguana a lo largo de Estados Unidos”.
Comentó que el “centro de gravedad” de los nuevos esfuerzos de seguridad fronteriza se centra actualmente en tres sectores de la Patrulla Fronteriza (Rio Grande Valley, Laredo y Tucson), los cuales representaron en conjunto aproximadamente 74 por ciento de las capturas por la Patrulla Fronteriza en 2012.
McCaffrey, quien se retiró como general de cuatro estrellas y se desempeñó como director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, señaló que el Departamento de Seguridad Nacional debe abordar el problema de los overstays (personas que ingresaron legalmente, pero que se quedaron más allá del periodo autorizado).
Sugirió que se exija a todos los empleadores utilizar sistemas de verificación con el fin de evitar que los trabajadores no autorizados puedan obtener un empleo.
“Debemos definir el objetivo de EE.UU. para la seguridad fronteriza, no para un propósito limitado de alcanzar y mantener un control efectivo en las zonas fronterizas del sur, que son de alto riesgo.
“Nuestras fronteras no pueden considerarse seguras si no establecemos una vigilancia efectiva, vallado en toda la línea, además de que el Congreso debe establecer medidas efectivas de estancia de quienes ingresan al país”, expuso. (Vanguardia)