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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de abril.- Cinco exrectores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) solicitaron este domingo a las autoridades el restablecimiento de la normalidad en la institución, cuya torre de Rectoría fue tomada desde el 19 de abril por un grupo de jóvenes.
La petición fue dirigida al gobierno federal, a la comunidad mexicana y a la sociedad a través de un documento, firmado por los exrectores Guillermo Soberón, Octavio Rivero, José Sarukhán, Francisco Barnés y Juan Ramón de la Fuente, informó la UNAM en un comunicado.
Los cinco exrectores de la universidad expresaron “con firmeza su repudio a la violencia y manifiestan que se trata de una inaceptable agresión que se ejerce, de nueva cuenta, contra la universidad”.
Según el documento, las protestas violentas en la sede principal de la UNAM “ofende profundamente a la sociedad mexicana”. “Es causa de indignación para quienes pensamos que el futuro de nuestro país reside en quienes hemos tenido el privilegio de formarnos en la educación superior, que es el motor de cambio del país”, añadieron los exdirigentes universitarios.
Barnés y de la Fuente enfrentaron como rectores el último conflicto violento en la UNAM, ocurrido entre 1999 y 2000, y que concluyó con el desalojo de las instalaciones por parte de la entonces Policía Federal Preventiva.
La rectoría de la UNAM fue tomada por aproximadamente 15 encapuchados el pasado 19 de abril (Foto: Excélsior).
En su posicionamiento, los predecesores de José Narro Robles le expresaron al actual rector su respaldo en “su firme rechazo a los acontecimientos y por la denuncia de hechos que hizo ante la autoridad”.
El documento fue revelado horas después de conocerse el rechazo público de unos 100 académicos de la UNAM contra “los grupos violentos” que han protestado en la universidad.
En respuesta, para los manifestantes en Rectoría, las autoridades universitarias solo se han reunido "con una élite que no representa a la comunidad estudiantil", por lo que rechazaron emitir un comunicado sobre el pronunciamiento de los expectores, o sobre el documento “Cien firmas en defensa de la universidad pública de calidad”, firmado por profesores, investigadores y técnicos de las facultades de Economía, Medicina, Filosofía y Letras, Ciencias, al menos seis institutos de investigación y otros colegios y dependencias de la universidad.
Los jóvenes encapuchados mantienen tomada la rectoría de la universidad desde el 19 de abril pasado, en protesta por una propuesta de reforma al programa de estudios en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), cuyos cinco planteles dependen de la UNAM.
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Los manifestantes originalmente pedían la exoneración de cinco alumnos del CCH Naucalpan acusados de actos vandálicos. Pero después de conocerse la existencia de denuncias penales en su contra, los jóvenes reorientaron sus prioridades argumentando que lucharían por no llegar a la cárcel.
Tras expresar su temor ante un potencial intento de desalojo, los manifestantes reforzaron este domingo su barricada frente a la torre de rectoría, un inmueble considerado patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO junto con otras partes de la ciudad universitaria.
Con 330,382 alumnos en distintos niveles —11,982 de ellos en bachillerato— según cifras oficiales, la UNAM es considerada la universidad pública más importante de México. La torre de Rectoría es el principal edificio administrativo de la institución. (CNN)