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CIUDAD DE MEXICO, D.F., 7 de mayo.- La Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (AMAFORE) constituyó en el 2010 un fideicomiso para la "Promoción y Difusión de la Cultura Financiera del Ahorro para el Retiro". Una de las primeras acciones emprendidas por el fideicomiso fue la realización de una encuesta a escala nacional, con trabajadores que cotizan al IMSS, que permitiera conocer de manera objetiva cuál es el estado que guarda la cultura del ahorro para el retiro.
Si bien el 57% de los entrevistados practica el ahorro, sólo el 21% ahorra a través del sistema financiero formal. La AMAFORE asegura que los mexicanos esperan que sus familiares los mantengan en su vejez, aunque también prevén seguir trabajando jubilados.
Si bien el 57% de los entrevistados practica el ahorro, sólo el 21% ahorra a través del sistema financiero formal. Las alcancías o "guardaditos" y las tandas, siguen siendo medios relevantes de ahorro; en el caso de los primeros, porque materializan simbólicamente el esfuerzo, y en las segundas, porque representan, además, una forma de interrelación social, un apoyo solidario grupal.
Los encuestados no mencionan espontáneamente a su cuenta de Afore como un medio de ahorro, a pesar de que todos refieren estar afiliados al IMSS. Esto podría explicarse porque el cambio de un esquema de reparto a uno de cuentas personales de ahorro es reciente y todavía no ha permeado culturalmente.
Lo anterior también se relaciona con las metas de ahorro, pues la mayoría antepone otras necesidades o deseos como consolidar el patrimonio inmobiliario o educar a los hijos, frente al retiro.
Tal vez el dato más relevante que arroja la encuesta sobre el retiro laboral, es la falta de planeación: el 72% de los entrevistados señala que no ha hecho planes para este momento de su vida y muy pocas han tocado el tema con su familia.
Lo anterior puede explicarse porque el retiro laboral no representa una aspiración; por el contrario, se asocia con la vejez, la inactividad y, por tanto, con la exclusión social, Muy pocos lo conciben como un momento para el descanso y el disfrute después de haber dedicado una gran parte de su vida al trabajo.
Adicionalmente casi la mitad de los trabajadores encuestados señala su aspiración de seguir trabajando después de la jubilación. Además, dada la falta de planeación, así como de ahorro para esa etapa de la vida, la única posibilidad de resolver sus necesidades básicas es mantenerse económicamente activos. Para la mayoría, el autoempleo se vislumbra como una posibilidad para transitar durante esta etapa de la vida.
Por otro lado, sólo una tercera parte de los encuestados que dicen ahorrar cree que los recursos que logre acumular en su cuenta le permitirán cumplir con sus metas y planes para el retiro. Esta sensación de incertidumbre supone mayores barreras para enfrentar el retiro laboral.
La mayoría expresa el deseo de contar con suficiente dinero para disfrutar la vejez, también se observa que una gran parte cree que "Dios proveerá", alrededor de la mitad señala la expectativa de que sus descendientes contribuyen a afrontar la responsabilidad de ver por ellos económicamente.
La suma de estos anhelos y realidades se traduce en la creencia de que el gobierno tiene obligación de velar por sus intereses en la vejez (83%) y en el reconocimiento de que deberán continuar trabajando para cubrir sus necesidades (74%).
La promoción de una cultura de ahorro para el retiro debe vislumbrarse desde tres ángulos relevantes:
a) Aspectos emocionales; relacionar la forma de ver el presente y representar el futuro y el retiro, considerando los miedos y frenos que sustentan el pensamiento cortoplacista, como los motivadores que puedan derivar en un cambio de actitud y en la adaptación de hábitos relacionados con la planeación y el ahorro para el futuro.
b) Rasgos culturales: modificar la percepción de que el retiro de la actividad laboral no representa una aspiración, por estar asociada a la exclusión social; pero también la idea de que los jóvenes deben asumir la responsabilidad de la manutención y del cuidado de los padres cuando son mayores, así como la idea arraigada de que el gobierno debe cuidar de los viejos.
c) Ámbito racional: dotar a los mexicanos de las herramientas y la información necesarias sobre la actividad financiera, con el fin de facilitar el alcance de las metas y la satisfacción de necesidades del futuro.
La importancia de repensar la cultura de ahorro para el retiro radica en sus implicaciones para las personas, las familias y para la sociedad mexicana en su conjunto, pues en la medida en que cada trabajador sea consciente de que sólo ahorrando lo suficiente durante su vida laboral podrá asegurarse un retiro pleno, avanzaremos como sociedad. (Noticieros Televisa)