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CHIHUAHUA, Chihuahua, 7 de mayo.- De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, OMS por sus siglas, cada primer martes del mes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma por lo que hoy 7 se conmemora otro año de esta enfermedad.
Asimismo a este día se une la Iniciativa Mundial Contra el Asma, GINA por sus siglas, organización que se brinda apoyo a las personas que padecen de esta enfermedad las cuales según la OMS ascienden a 235 millones de pacientes.
El asma se le considera como enfermedad crónica misma que afecta más a niños y se caracteriza por ataques frecuentes de faltas de aire además de sibilancias esto se refiere al sonido que hace el aire al entrar por las vías respiratorias.
Cabe mencionar que aún con los grandes avances en la medicina a través de la tecnología aún no se logra la cura total pero sí cada día se avanza más en los tratamientos que se tienen disponibles para el control de este mal.
Los síntomas del asma se caracterizan por ser de larga o poca duración ya que personas con la enfermedad pueden durar tan días o semanas para lograr ligera recuperación misma que la provoca actividad física o simplemente el descanso al dormir.
ste 7 de mayo se celebra el Día Internacional del Asma, auspiciado por la Organización Mundial de la Salud, y la (Iniciativa Mundial Contra el Asma).
El Asma es una enfermedad en la que se inflaman los bronquios, en forma recurrente o continua, lo que produce una obstrucción de los tubos bronquiales (encargados de conducir el aire respirado.
Los síntomas que caracterizan esta patología son variados, y dependen mucho de la severidad del problema; figuran entre los más frecuentes la: Tos, Dificultad Respiratoria, Sibilancias, las flemas y otras molestias menos frecuentes tales como: dolor torácico y abdominal, sensación de opresión en el pecho, angustia, cianosis, sudoración profusa, manos y pies fríos y palidez, etc.
El martes 7 de mayo se conmemora el Día Mundial de esta enfermedad. El lema de la celebración es “Puedes controlar tu asma”, una frase que reafirma la lucha contra esta patología ¿Cómo? Fundamentalmente, mediante la difusión de información útil para quienes la padecen.
Un reporte internacional difundido por la institución Global Initiative for Asthma, más conocida por sus siglas en inglés como GINA, estima que hay unas 300 millones de personas que padecen esta enfermedad en todo el planeta, aunque su prevalencia sigue en aumento. De hecho, se calcula que para el 2025 el número de afectados llegará a 400 millones.
Es por eso que, una vez más, la iniciativa global se acerca a quienes tienen asma difundiendo información respecto a la posibilidad de tenerla bajo control, llevando una vida saludable sin que este problema sea un limitante.
Así, este 7 de mayo se desarrollarán acciones bajo el lema “Puedes controlar tu asma”, una afirmación que ha marcado dicha efemérides durante los últimos años.
El asma es una enfermedad que tiene un comportamiento impredecible ya que sus síntomas pueden ser leves o incluso inexistentes pero, en cualquier momento pueden presentarse y ser graves.
Además, debido a que aún sin síntomas la inflamación subyacente de las vías aéreas siempre existe, lo importante es contar con un diagnóstico adecuado para iniciar un tratamiento efectivo y, de esa forma poder controlarla totalmente y mejorar la calidad de vida.
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas cuyos síntomas principales son las sibilancias (silbidos en el pecho), la falta de aire, la sensación de opresión en el pecho y la tos. Los síntomas suelen presentarse por la noche, interrumpiendo el sueño o por la mañana, poco después de despertar.
Entre los factores desencadenantes más comunes se cuentan las infecciones virales, la inhalación de alérgenos (como los ácaros del polvo ambiental, los epitelios de animales, etc), el humo de tabaco, o bien los gases provenientes de la combustión de autos, camiones y colectivos.
En cuanto al diagnóstico, por medio de la espirometría se puede evaluar la magnitud de la obstrucción bronquial, que suele mejorar parcial o totalmente con broncodilatadores y con otros medicamentos que reducen la inflamación.
“Hay algunos conceptos erróneos que es importante desterrar respecto al asma. Por un lado, que es psicosomática. Si bien es cierto que las reacciones prevalecen en cierto momento del día y del año –sobre todo debido al cambio de estación- también hay que decir que la patología subyace permanentemente”, expuso el Dr. Gustavo Marino, jefe del servicio de Alergia e Inmunología y especialista a cargo de Alergia e Inmunología infantil del Hospital Universitario Austral (HUA).
“Otro punto a aclarar es el de la ‘cura’, dado que mucha gente cree que al llegar a la adolescencia, el asma desaparece. Esto no sólo no es así, sino que muchos pacientes continúan experimentando problemas bronquiales porque a los alérgenos se le suma la alergia alimentaria. Este problema fácilmente puede evitarse dejando de lado el alimento problemático”, continuó el especialista.
Por otro lado, el Dr. Marino consideró que es importante que pese a la negativa a “generar dependencia”, los pacientes utilicen la medicación –frecuentemente son reticentes a usar aerosoles- porque de lo contrario la enfermedad puede avanzar produciendo daños irreversibles.
Actualmente, hay numerosos tratamientos y opciones efectivas disponibles aunque los datos demuestran que la mayoría de los pacientes asmáticos no tienen el control de su afección, y asumen con normalidad vivir con síntomas constantes de la enfermedad.
También desconocen que con una evaluación periódica y el tratamiento adecuado, es posible lograr un buen control del asma de forma sostenida, lo que significa que pueden disfrutar de una vida normal.
Existen dos tipos de medicaciones disponibles para el tratamiento del asma. Por un lado, la “de rescate” que se utiliza sólo para aliviar rápidamente los síntomas. Entre éstos se encuentran los broncodilatadores de acción rápida, que suelen presentarse en aerosol o solución para nebulizar y a los corticoides orales o inyectables.
Por otro lado, la medicación “de control”. Se trata de medicamentos que se usan de manera continua y permanente a fin de prevenir la presentación de síntomas, evitar que se usen los medicamentos de rescate y reducir los riesgos asociados con la enfermedad.
El uso de medicación de rescate es un indicador del nivel de control del asma: si el asma se encuentra bien controlada, la necesidad se reduce de manera sustancial.
Asimismo, las guías internacionales establecen que el uso de medicación de rescate más de dos veces por semana es resultado de un mal control del asma.
La enfermedad no controlada provoca una reducción en la calidad de vida de los pacientes debido a que sus síntomas afectan la calidad del sueño, limitan las actividades normales, condicionan las actividades deportivas, perturban la vida laboral o escolar y la vida cotidiana, causan afecciones psicológicas tanto en el paciente, como en su familia, e inclusive pueden conducir a frecuentes hospitalizaciones o a la muerte.
“Para poder controlar la enfermedad, por supuesto es necesario conocerla. Con ese objetivo, la mejor técnica es la computarizada en piel, que no requiere de muchos pinchazos y se lleva a cabo –con una efectividad del 95%- después de la primera consulta”, concluyó el Dr. Marino, destacando además que en el HUA los servicios de neumonología y otorrinolaringología trabajan en conjunto.
Por su parte, el Dr. Ricardo Zwiener, médico del servicio de alergología e inmunología clínica y médico del staff de clínica médica del HUA, en línea con las guías GINA, identificó 5 consejos importantes que todos los pacientes deben tener en cuenta a fin de controlar su asma.
“Lo primero y fundamental es pedirle al médico la puesta en marcha de un tratamiento personalizado y por escrito para el control de su asma. En segundo lugar, es importante tomar todos los medicamentos prescriptos por el médico; y en tercer lugar evitar los factores que pueden desencadenar la crisis asmática”.
“En cuarto lugar, hay que saber reconocer los síntomas de la crisis asmática como el incremento de la tos, la opresión en el pecho, los pitos o silbidos, la dificultad para respirar, los despertares nocturnos debido al asma o el descenso del valor de flujo espiratorio máximo; así como también anotar las horas del día en las que los síntomas tienden a empeorar”, agregó.
“Por último, hay que saber cómo actuar en caso de una crisis de asma, sin subestimar nunca la gravedad de un ataque. En este sentido, es fundamental tener siempre a mano las recomendaciones escritas por el médico en caso de crisis, y si ésta se presenta conviene mantener la calma y buscar asistencia médica”, completó Zwiener.(Puente Libre/Radio Minas/Hospital Universitario Austral)