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PARIS, Francia, 10 de junio.- Rafael Nadal es el rey absoluto del polvo de ladrillo y de Roland Garros. Con su victoria sobre David Ferrer por 6-3, 6-2 y 6-3 se convirtió en el máximo ganador de un mismo Grand Slam con 8 ediciones.
La historia del español con el torneo parisino comenzó en el 2005. Con 19 años recién cumplidos, superó en la final al argentino Mariano Puerta por 6-7 (6), 6-3, 6-1 y 7-5. Con ese trofeo levantado, y mordido, Nadal avisó que sería un Rey difícil de destronar, pero nadie imaginaba semejante hegemonía con 59 triunfos y una sola derrota.
Rafael Nadal es el rey absoluto del polvo de ladrillo y de Roland Garros.
Al año siguiente volvió a París a defender su título y lo logró con creces. En la final superó al número uno del mundo Roger Federer, en lo que sería una serie de tres finales consecutivas para ambos. En esta oportunidad, el joven de Mallorca se repuso de un mal inicio y festejó el bicampeonato con un 1-6, 6-1, 6-4 y 7-6 (4).
En el 2007, ya afianzado en el polvo de ladrillo de Roland Garros, no le pesó el rotulo de máximo candidato y volvió a definir el torneo contra el suizo. Llegó a la final sin haber perdido un set y, pese a haber cedido uno ante Federer, levantó su tercer trofeo en forma consecutiva gracias al 6-3, 4-6, 6-3 y 6-4.
La edición del 2008 fue, quizás, la más demoledora de Nadal. Ganó el torneo en forma invicta y con resultados abultados en casi todos sus encuentros. Disputó un solo tiebreak, en la semifinal ante Novak Djokovic, y se despachó con un contundente 6-1, 6-3 y 6-0 en la final ante Federer.
Al año siguiente, y luego de 31 victorias consecutivas, llegó el momento del golpe. El gran golpe que dio un sueco alto y potente. Robin Soderling derrotaba en octavos de final de Roland Garros a Nadal y ya nada era lo mismo. El torneo se detuvo ante la ausencia del Rey y quien lo aprovechó fue Federer, que logró el último Grand Slam que le faltaba a su exitosa carrera. Pero la imagen de aquellas dos semanas parisinas fue la caída del gladiador.
Ya con problemas en sus rodillas, que años más tarde lo harían sufrir un párate de casi un año, Nadal dio batalla pero no pudo con Soderling que lo retiró del torneo con un 6-2, 6-7 (2), 6-4 y 7-6 (2). Aquel no fue un título para el sueco, que cayó en la final ante Federer, pero le significó el paso a la inmortalidad como el único jugador que derrotó a Nadal en Roland Garros.
En el 2010, Nadal volvió a recuperar su trono. Decidido y agresivo en su juego, el español levantó nuevamente el trofeo sin haber perdido ni un set y con el dulce sabor de vencer sin atenuantes en la final a su único verdugo, Soderling, con un contundente 6-2, 6-2 y 6-4.
Un año más tarde, ya como número uno del mundo, tuvo un arranque dubitativo y no parecía tarea sencilla retener el título luego de un comienzo a cinco sets contra el estadounidense John Isner. Pero tras ese errático comienzo, el español encausó su camino y volvió a llegar a la final, otra vez ante el campeón defensor Federer, sin ceder un solo set. En el partido crucial, el español se impuso por 7-5, 7-6 (3), 5-7 y 6-1.
Pese a sus seis títulos de Roland Garros, Nadal no se relajó y volvió a la final en el 2012, esta vez ante Djokovic, que lideraba el ranking ATP. Hasta esa definición, el español no había perdido sets y, si bien en la final cayó en el tercero, el mallorquín levantó el trofeo con un 6-4, 6-3, 2-6 y 7-5.
En la reciente edición culminada el domingo, Nadal tuvo altibajos pero nunca puso en duda su reinado en el polvo de ladrillo francés. En la final derrotó a un debutante como su compatriota Ferrer e hizo historia. Las dudas sobre el título del español no radicaban en su juego, pero sí en como respondería su rodilla, que lo alejó de las canchas varios meses, en el primer Grand Slam que disputaba luego de su retorno.
Su físico respondió a las exigencias, y la personalidad, potencia y juego de Nadal hizo el resto. Un nuevo título de Roland Garros, nueve récords quebrados y otro lugar en la historia del tenis que lo tiene como el primer jugador en ganar 8 veces un mismo Grand Slam. (Agencia)