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TORREON, Coahuila, 13 de abril.- Con la cara al sol, los Potros lucharon hasta el final, pero no hicieron lo suyo a pesar de que otros marcadores se combinaron a su favor para continuar con vida, pues sólo hasta la segunda mitad se les vio la urgencia de ganar, pero ya cuando Santos los tenía en la lona.
El silbatazo final marcó el inicio de las lágrimas de algunos jugadores, a quienes los santistas trataron de consolar pese al resultado, principalmente José Guerrero y el técnico Pablo Marini.
"Todos tenemos algo que ver, todos luchamos por un objetivo que no alcanzamos", declaró Roberto Gutiérrez.
Aunque matemáticamente el cuadro de Cancún tiene posibilidades de salvarse, requeriría ganar sus dos partidos por goleadas escandalosas y combinar otros resultados, algo que es prácticamente imposible.
Al final de la práctica, Ángel Sepúlveda comentó: “Es duro, sabíamos que iba a ser un partido difícil, que teníamos que jugar inteligentes, pero nos hacen dos goles muy rápido y de ahí tuvimos que ir al frente y descuidamos mucho atrás”.
Tras manifestar que no hay culpables del descenso, se hizo el mayor esfuerzo y pese al resultado de este domingo en el Territorio Santos Modelo (TSM), se van con la cara en alto y a la afición, dijo que siente su dolor pero espera que vengan cosas buenas en el futuro.
Roberto Gutiérrez por su parte expresó que se luchó hasta lo último, pero fue un partido irregular y se van con ese trago amargo de no haber hecho su parte, a lo que dijo que esperarán el momento de la revancha.
Rechazó de igual forma que exista un culpable, pues “todos tenemos algo que ver, todos luchamos por un objetivo que no alcanzamos, pero no se cumplió, nosotros actuamos en la cancha, pero estábamos con una desventaja grande desde el inicio del torneo, luchamos, pero no se pudo”.
Asimismo, el guardameta Yosgart Gutiérrez indicó que es algo muy difícil de asimilar, pues aún si no están descendidos matemáticamente, es prácticamente un hecho que así sucederá, a lo que resaltó que se dejó el corazón y el alma en la cancha.
"En los últimos años no nos fue de lo mejor y hoy el resultado es este", lamenta el guardameta azulgrana.
Insistió en que Atlante siempre ha sido un equipo de mucha tradición en México y reconoció que los últimos años no han sido los mejores, a lo que aseguró dar la cara a nombre de su equipo por la afición con la que cuentan los Potros.
En cuanto al técnico Pablo Marino, con la voz entrecortada y desencajado llegó a la sala de prensa y declaró irse con impotencia, porque los muchachos hicieron el esfuerzo pero no les alcanzó, pero los goles para anotar eran muchos y hacían imposible el objetivo.
Sin responder más que un par de preguntas, destacó que este es un cúmulo de malos torneos y aunque ya no es hora de buscar culpables, se consideró parte de los responsables al dirigir al equipo azulgrana durante las últimas jornadas. (Agencias)