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1. El chisme. Que el diputado federal Erick Rubio Barthel fue nombrado "padrino" del PRI para el difícil municipio de Tizimín. Llegó al extremo de intentar convencer a base de promesas y en oferta de billetes en cantidades sustanciosas a Humberto "Beto" Góngora, pre candidato del PAN a la alcaldía de la oriental ciudad, para que traicionara al PAN y se uniera a la campaña del candidato tizimileño del PRI. El panista le dijo a Erick que hay cosas que no se venden, y que aún siendo el precandidato perdedor en las elecciones internas del PAN, no engrosaría las filas del tricolor, ni haría declaraciones en contra del profesor José Dolores Mezo, abanderado del PAN. Si con esa congruencia partidista hubiesen actuado en 2007 Ana Rosa Payán y Luis Correa Mena, hoy el gobernador del estado sería Xavier Antonio Abreu Sierra.
2. "Nada qué hacer". Con la cola entre las patas salió el diputado Erick Rubio de su entrevista con "Beto" Góngora, después de haber recibido una lección de congruencia y solidez moral. Otro al que le fue mal es al Secretario de Turismo Juan Martín Pacheco. Lo comisionaron "padrino" priista de Izamal. Llegó al mágico pueblo el Secretario. Allí preguntó, averiguó y consultó con los sabios del lugar. Después de sus sesudas pesquisas en la ciudad de los cerros, Martín Pacheco tiró el arpa: "no hay nada qué hacer aquí, esto está perdido", dicen que dijo. Se anuncia en esa ciudad una derrota de las huestes rojas. Martín Pacheco no quiso buscarle tres pies al gato y se retiró. Malas cuentas llevará a su patrona Ivonne Ortega.
3. Turbiedad. Que el INAIP, instituto que debe velar por la transparencia en Yucatán, ejercerá un recurso legal inconformándose contra el Tribunal Colegiado que le ordenó al Instituto reinstalar al licenciado Pablo Loría Vázquez como secretario técnico de esa entidad pública. Pablo fue injustamente relevado de su cargo por los consejeros, a quienes les molesta su eficiencia y probidad. Es previsible que volverán a perder ese recurso legal, aunque harán todo lo posible por proteger a la esposa del connotado consejero electoral, Ariel Aldecua Kuk, quien ocupó la secretaría técnica —ilegalmente según los magistrados del tribunal colegiado. El INAIP se ha caracterizado por proteger al gobierno de Yucatán de la caída de los índices de transparencia, de la opacidad y el retroceso que en la materia han acreditado connotadas instituciones independientes, calificadoras del tema a nivel nacional.
4. La fractura. A Ismael Peraza diputado local del PRI, y público disidente de la línea política de la gobernadora, ya lo venían siguiendo judiciales desde hace meses. Había comentado el hecho a varios amigos y familiares: "Me están venadeando", dijo. Los "dígitos" que lo golpearon inmisericordemente con un tubo y le destrozaron los huesos del brazo han sido vistos en el mismo vehículo, con las mismas placas, siguiendo a diversos líderes de la oposición y a otros disidentes del PRI en todo el estado. El caso es una muestra del nerviosismo del equipo de Ivonne Ortega ante el crecimiento de la oposición ciudadana a su gobierno y el repudio a la manera de hacer política de su ola roja. "Me quisieron matar" dijo Ismael al recordar que el tubazo estaba dirigido a su cabeza, "pero logré meter el brazo". Sus huesos quedaron hechos trizas.
5. De bate. Mandar a golpear a batazos a los disidentes —así sean de su propio partido— es una tradición priista de una época cavernaria que creíamos en el pasado. Así, Nerio Torres Ortiz (el papá) mandó tundir hace casi tres décadas al panista Timoteo Canché Tinal, líder de Tetiz. Así, Carlos "el Cheché" Ceballos, ex alcalde priísta recordado por haber pisado la cárcel por fraude —hoy flamante consejero de Ivonne Ortega con 50 mil pesos de sueldo— mandó golpear a batazos a Xavier Abreu Sierra en los ochenta. No cabe duda: retrocedimos 30 o 40 años en la cultura política. Regresamos a las épocas de la intolerancia y la violencia de estado contra las oposiciones. Contra las oposiciones internas (al interior del PRI como es el caso de Ismael) y también contra las externas. Contra todo aquél que se atreva a militar o a preferir otros partidos. No hay debate. Pero sí hay judiciales de-bate.
6. Cobardía. También ha sido notoria la falta de solidaridad, o de plano, de exceso de cobardía, de los compañeros de partido de Ismael Peraza Valdés. Ni un gesto de compañerismo tricolor de Felipe Cervera, de Quintal Galaz, de Gaby Santinelli; o al menos de su coordinador y Presidente de la Gran Comisión del Congreso, Jorge Carlos Berlín Montero. Peraza Valdés es miembro del mismo Poder Legislativo representado por Berlín Montero. No hay ni solidaridad ni agallas para hacerlo. El pavor a su verdadera patrona y al Por Esto! son de remarcarse.
7. La marca roja. Marcado quedará en la historia Fernando Bolio Vales como un triste presidente del instituto electoral yucateco (IPEPAC). La actuación de Bolio Vales lo ha convertido en el legitimador de la "ola roja" en todas las decisiones relevantes que en el IPEPAC se toman. Triste papel el de un abogado que ha entregado su dignidad por un —¿o quien sabe cuantos?— plato de lentejas. De consejero ciudadano a colaborador electoral de la gobernadora. Así ha descendido en el tobogán del descrédito el mismo Fernando Bolio y la institución que dice que "encabeza". La verdadera cabeza del IPEPAC está en el Palacio de la calle 61 con 60.