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Los afectados señalan que Miguel Ángel Cua Cocom vendió 300 hectáreas, algunas ya con dueño, por unos $80 millones
El sueño de Fausto Aguilar González y su hijo Oscar Aguilar Muñoz, de trabajar los terrenos que compraron en Chicxulub Pueblo en 2002, se vinieron intempestivamente abajo al descubrir que el actual presidente municipal de esa comunidad, Miguel Ángel Cua Cocom, revendió en 2006 sus terrenos entre las 300 hectáreas que ofreció al tabasqueño Julio César López.
En visita a Artículo 7, dieron a conocer que se enteraron de la reventa de sus 13 hectáreas cuando la policía municipal llego para sacarlos de sus terrenos porque "son propiedad privada".
Fausto Aguilar explicó que realizó la compra en 2002 a Ricardo Ayil Pool y Ricardo Matu Hernandez, pero que conocen a Cua Cocom desde 2006 porque era comisiario ejidal en esa época, por lo que está enterado de la transacción, además de que los conocía porque desde ese tiempo han estado trabajando la tierra.
—Investigando averiguamos que las 300 hectáreas que vendió el comisario en 2006, entre las cuales se encuentran las nuestras, alcanzaron un precio de aproximadamente $80 millones, lo que es exagerado. Por eso pensamos, que podría tratarse de lavado de dinero.
Al respecto, Oscar Aguilar destacó que esta venta es en realidad un doble fraude porque a los ejidatarios los obligaron a firmar los documentos de venta de sus parcelas por $14,000 mientras que el actual presidente municipal sacó una gran tajada de este negocio.
—Y aunque el presidente municipal diga que los ejidatarios mienten porque se les entregó a cada uno unos $150,000, les salen debiendo muchísimo porque por la venta cada uno debió recibir cerca de un $1,900,000; lo que quiere decir que a ellos también los defraudaron.
Señaló que Ricardo Ayil, el ejidatario que les vendió parte de las 13 hectáreas en 2002, les informó que la venta de los terrenos se realizó en 2006 y que los coaccionaron para vender, aún cuando él y Ricardo Matú ya habían vendido sus tierras.
—Nos dijo que nunca hubo asambleas ni nada de eso, simplemente mandaron a un representante o a un abogado para que firmaran por la venta y les entregaron sus $14,000.
—Entonces, es posible que parte de los $80 millones que se obtuvieron de esa venta haya ido a parar a manos de los abogados que hicieron todos los trámites.
Sobre el por qué no tienen los títulos de propiedad de sus terrenos, Fausto Aguilar comentó que necesitaban un documento procedente de la Ciudad de México relacionado con certificados parcelarios y que se confiaron en que el comisario ejidal les notificaría cuando llegara el documento, lo que no sucedió.
Indicó que, al parecer, el documento llegó cuando Cua Cocom era comisario ejidal, en 2006, lo que aprovechó para vender las 300 hectáreas y entregar rápidamente el título de propiedad a Julio César López.
—Pero nosotros tenemos la posesión porque compramos las tierras a través de notario público. Así que sí tenemos elementos jurídicos para pelear nuestros terrenos y no nos rendiremos.
Dio a conocer que, amparado por Cua Cocom, Julio César López fue a sus terrenos y tiró con maquinaria albarradas, arbolitos y una casita en la que guardaban herramientas. La intención de Julio César López es construir un fraccionamiento en los terrenos que eran utilizados por la familia Aguilar con fines agrícolas.
—Y Cua Cocom, aunque no debería, sigue utilizando la fuerza pública para amedrentarnos y evitar que defendamos nuestros derechos. Pero no nos vamos a dejar. L.I