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En el entronque a la carretera Motul, cerca del Periférico, con la avenida Yucatán, se ubica, desde hace algunos meses, un lote de autos usados sin razón social, ni edificio para atender a la posible clientela. Tampoco cuenta con vendedores; solo hay un velador que además ocupa parte de su tiempo deshierbando el área en que se encuentran los vehículos.
Este hombre asegura que el terreno es propiedad privada y que le ha sido prestado a su patrón, Manuel Acosta, quien ocupa la superficie con la venta de autos y camionetas de medio uso.
Sin embargo, vecinos del área aseguran que el lote de autos está en terrenos públicos, aunque no saben con precisión si pertenece al gobierno del Estado o a Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Entrevistadas al respecto, algunas personas señalaron que el área en cuestión perteneció hace muchos años a una tienda de materiales de construcción, pero que con la modernización del Periférico, que incluyó la construcción de puentes, el gobierno del Estado expropió el terreno y el dueño del negocio trasladó su establecimiento unos cuantos metros sobre la carretera a Motul, donde funcionó hasta hace algún tiempo.
Tinglado recién construido para el velador, aunque él asegura que se utilizará para atender a la gente.
Los terrenos expropiados también incluyen un área en que se colocaron dos pares de porterías de fútbol, que hoy lucen completamente oxidadas y abandonadas.
Mencionaron que el dueño del lote se fue apropiando poco a poco del lugar, ya que en un principio exhibió uno o dos vehículos y luego trajo todos los coches. Además, indicaron que en ocasiones se ha visto una pareja que al parecer son vendedores.
—Si no supiéramos que esos autos están ahí para venderse, cualquiera pensaría que sólo están estacionados porque el lugar no tiene ni siquiera un letrero, comentaron.
El terreno contiguo, en el que se colocaron porterías que hoy están oxidadas, es propiedad, dicen los vecinos, de Pemex o del gobierno del Estado. El área del lote de autos también es propiedad pública.
Otros vecinos afirmaron que los terrenos son de Pemex, ya que cuando solicitaron permiso para poner negocios en ellos, las autoridades les informaron que era imposible porque pertenecían a Petróleos Mexicanos. Dijeron haber escuchado rumores de que los terrenos son del gobierno del Estado y de una familia de apellido Achach.
Sin embargo, eso parece no haberle importado al propietario del lote de autos usados; este ya hasta construyó un pequeño tinglado para que su velador pueda vigilar desde ahí el negocio.
Cabe mencionar que al percatarse de la presencia de la reportera, el vigilante rápidamente se acercó a preguntar de manera grosera por qué estaba fotografiando el lugar, que quién la había enviado y por qué. Luego señaló que el lugar era predio particular que le fue prestado al propietario del negocio.
A diferencia de otros negocios de su tipo, este lote de autos usados ni siquiera tiene letrero ni vendedores.
Dijo que si no fuera privado el lugar no le permitirían colocar los vehículos para su exhibición ni construir un área de venta, como se planea realizar.
Lo cierto es que a pesar de esa afirmación, a la vista de automovilistas o de peatones el supuesto lote de autos usados es más un estacionamiento que un negocio como tal. L.I.