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El clásico más esperado del mundo comenzó en forma tan vertiginosa, que a los 22 segundos el Real Madrid ya ganaba 1 a 0, con un gol de Karim Benzema, quien mandó la pelota a la red tras un grueso error del arquero Valdés. Todos en el Santiago Bernabéu esperaban que la fiesta fuera merengue y que la rápida conquista fuera el prólogo de una goleada. Pero la historia comenzó a cambiar rápidamente. El Barça, que era dominado por el Real, sacó la cabeza del agua luego de que Lionel Messi frotara la lámpara. El crack rosarino (que había exigido una muy buena reacción de Casillas a los 6 minutos), sobre los 30 minutos aguantó el balón en tres cuartos de cancha, acumuló rivales en su derredor y metió una habilitación casi quirúrgica para el chileno Alexis Sánchez. El ex delantero de River Plate sacó un latigazo cruzado y puso el 1 a1.
Benzema celebra el primer gol del partido, logrado a los 22 segundos tras un grave fallo de Víctor Valdés, que ha entregado el balón al equipo blanco.
Xavi celebra el segundo gol del Barça.
De allí hasta el final de la etapa, el equipo visitante asumió las riendas del juego, aunque sin generar demasiados riesgos a un Real Madrid que ya no marcaba tan arriba y tampoco lastimaba la defensa visitante.
Mourinho, junto al delegado, Ángel Herrerín.
En el segundo tiempo, Barcelona sacó provecho de un remate de Xavi Hernández, que rebotó en Marcelo y descolocó a Casillas, para decretar el 2 a 1 en favor del azulgrana, que con esa ventaja encarriló definitivamente el desarrollo a su favor.
El criterio y la inteligencia de Iniesta, las habilitaciones punzantes de un Messi hiperactivo y las proyecciones de un Dani Alves incisivo fueron demasiado para un conjunto local que empezó a padecer desacoples atrás. Y así llegó la tercera conquista del Barcelona, con una cesión de Iniesta para Dani Alves, que mandó un centro perfecto desde la derecha, conectado por Césc Fábregas que, de cabeza, puso la pelota lejos del alcance de Casillas y sentenció el 3-1.