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CIUDAD DE MÉXICO, 12 de junio.- Justin Bieber logró abarrotar la Plaza de la Constitución, y también colmó los balcones del Palacio Nacional, las oficinas del Palacio del Ayuntamiento, las del edificio anexo del Gobierno del DF, así como las de los diputados de la Asamblea Legislativa.
El canadiense se convirtió en el más joven cantante en abarrotar el Zócalo de la Ciudad de México para un concierto.
Bieber no da tregua. Es su momento. Apenas el sábado encabezó en Londres el festival Capital Summertime Ball, al lado de Coldplay, Usher, entre otras estrellas. Aún tuvo una fiesta (donde se desmayó Katy Perry) antes de subir a un avión y voló hacia la capital mexicana.
Mientras este chico atravesaba el océano Atlántico rumbo a Toluca, ya cientos de jovencitas acompañadas de sus padres acampaban en las calles aledañas al Zócalo para esperar a que se les permitiera ingresar a la plaza y estar en un lugar privilegiado.
Ariana fue una de ellas. Llegó a las 06:00 horas del lunes a Madero. Junto con su hermana, una prima, una tía y su madre, salió en autobús la noche del sábado desde Tapachula.
“¡Mexico City!, ¡hay mucha gente esta noche!, ¿quién es mi más grande fan? Sé que todas ustedes lo son”, dijo Bieber a sus seguidoras.
Tras 15 horas de viaje arribaron al DF, se hospedaron y en la madrugada llegaron a la calle Madero. Tomará el autobús de regreso a Chiapas la mañana del miércoles y regresará a clases el jueves. Habrán gastado 2 mil 400 pesos sólo en pasajes de autobús, reconoció la mamá de Ariana mientras bebía una cerveza dentro de una tienda.
Historias de este tipo abundan en el Zócalo. La gente se cocina a 30 grados a mediodía. Dos camiones de bomberos esperan cerca por si es necesario rociar con agua a la gente.
En los dos edificios del GDF y en la ALDF, las oficinas de funcionarios estaban ocupadas por jovencitas. En uno de los balcones del Hotel Majestic, seis adolescentes con camisetas moradas muestran carteles que forman la palabra “JUSTIN”.
En la plaza, grupos de chicas y alguno que otro chico colado cantan y bailan “¡Beibi Beibi uouooo!”, se toman fotos y vídeos. Sólo el intenso calor logra aplacar a las chicas que llegaron desde la madrugada.
A las 14:00 horas hay 170 jovencitas atendidas por insolación, deshidratación y bajos niveles de azúcar. Para las 16:00 horas ya suman 250 atenciones médicas. Al final de la noche, 520 sucumbieron ante el calor, el hambre la sed y el estrés de ver en vivo al cantante que sólo han visto en los carteles pegados en sus recámaras y cuadernos escolares, en vídeos y revistas.
Decenas de miles de asistentes aguantaron el calor y un poco de lluvia en el primer cuadro de la capital con tal de ver a su ídolo.
No todos los asistentes al Zócalo llegaron para divertirse con la actuación de Bieber. Alrededor de 50 jóvenes gritaban consignas contra el cantante canadiense, correteaban entre las miles de personas que esperan el recital, empujaban a los fanáticos y lanzaban botellas de agua a la multitud.
Elementos de la policía capitalina y de la Secretaría de Gobierno del DF persiguieron a los jóvenes por diversos puntos de la plaza, se dispersaban y se reagrupaban. Durante una media hora hubo tensión. La policía y los granaderos perseguían a los chicos entre la muchedumbre. Finalmente, los “encapsularon”, los llevaron hasta fuera de los filtros de seguridad y remitieron a 24 de ellos ante el tutelar.
A las 17:00 horas las chicas acompañadas de sus padres iniciaron el éxodo masivo hacia el Zócalo. Las estaciones aledañas del Metro llevaban a cientos de personas que caminaron hacia los filtros de seguridad que son atendidos por mujeres policías.
“Las que están llegando ahora son las chavitas que salieron de la escuela, comieron y se vinieron en transporte público con sus mamás y papás”, explican funcionarios del GDF en la Base Morelos, donde se concentra la información de seguridad.
El canadiense congregó a 215 mil fans.
El calor fue intenso a las 18:00 horas, cuando la plaza quedó cubierta por completo por gente. En punto de las 19:00 horas inició a tocar el grupo 3Bal MTY en el Zócalo, con su potente mezcla de música electrónica, percusiones y acordeones, y con un grupo de bailarines–acróbatas.
A las 21:05, Bieber apareció en el escenario cantando Baby para luego ensayar su faceta acústica, tocando su guitarra.
Tras la espera y una nueva llovizna cientos de padres decidieron que era momento de irse rumbo al Metro.
El concierto retomó bríos cuando Bieber volvió a lo suyo, al pop rítmico, bailable, machacón, que invita a dar brincos, a levantar la mano y dejarse llevar, sobre todo con All Around the World, que puso a brincar a decenas de chicas y chicos en los balcones de los edificios históricos del Zócalo.
No faltaron las coreografías de jóvenes bailarines, chorros de vapor a presión, bengalas, serpentinas y fuegos artificiales para cerrar el recital de una hora y 15 minutos que dejó satisfechos a los chicos que llevaron a sus papás al Zócalo.
De acuerdo con cifras oficiales, a las 20:30 horas se reportaban 95 mil asistentes al Zócalo para presenciar la actuación de la estrella mundial del pop.
Media hora después el Gobierno del DF aseguró que había 210 mil personas en el Centro Histórico, cifra similar a las de los conciertos de los recitales de Paul McCartney, Shakira, Vicente Fernández o Café Tacvba. El cálculo cerró en 215 mil.
Lo que se desbordó también fue el comercio informal. Alrededor de 300 vendedores se apostaron en Madero para esperar la salida de fanáticos alrededor de las 22:30, al final del concierto.
Los ambulantes formaron dos filas en el tramo que va de Palma a Motolinía, obstruyendo el paso de los espectadores que salían del Zócalo hacia Eje Central. En menor medida había vendedores en 5 de Mayo y Pino Suárez.
La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, Protección Civil capitalina y cuerpos de emergencia laboraron en el concierto de Justin Bieber:
Cinco mil 800 policías de los agrupamientos Metropolitano, de Proximidad, así como elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) fueron desplegados en el Zócalo y sus inmediaciones.
Tras varias horas de espera, los fans de Justin Bieber vieron cumplidos sus deseos cuando el artista subió al escenario, colocado en la plancha el Zócalo, y brindó una noche de baile, romanceo, euforia y un claro mensaje: “Sigan sus sueños”.
Miles de Beliebers (esto es, fans de Bieber, jugando con 'Believers', creyentes, y con su nuevo éxito 'Believe') se dieron cita en un show masivo en el que los gritos, las lágrimas y la algarabía formaron la esencia del recital que duró una hora y cuarto.
La velada, que fue un adelanto de la gira Believe Tour que iniciará en otoño, comenzó pasadas a las 21:00 horas con el éxito Baby, tema que las jovencitas de entre 10 y 18 años cantaron a todo pulmón, provocando la sonrisa del canadiense, quien en todo momento se mostró agradecido por las muestras de cariño.
As Long As You Love Me, el primer sencillo de Believe, su próxima producción discográfica, fue el siguiente tema, el cual puso a saltar y bailar a la audiencia.
U Smile fue la siguiente melodía y el artista dejó entrever momentos de soledad. “Me pregunto si alguna de ustedes es soltera. He viajado por el mundo y me he sentido solo y sé que muchas de ustedes también lo están”, dijo para luego interpretar My Lonely Girl.
Fue justo en ese momento en que una jovencita subió al escenario para derretirse de la emoción por haber sido la elegida. Un ramo de rosas rojas, una canción en el oído y un abrazo fueron la recompensa para sus horas de espera.
No tuvo más que palabras de gratitud hacia sus seguidoras, que han hecho de todo con tal de verlo, y es a ellas a quien dedica su nuevo disco. “Believe habla sobre mi relación con los fans y de cómo, muchas veces, ellos me ayudan a animarme, sobre todo cuando he tenido un mal día. Me pareció que era importante escribir sobre esta relación con ellos, y de esa forma agradecerles el apoyo”.
Entonces la velada se puso romántica. Justin tomó su guitarra e interpretó temas como One Time, Never Let You Go y Die in your arms para luego regresarle el ritmo a la noche con Be Alright, Up y Somebody to Love.
De pronto Justin desapareció para volver vestido de negro y complacer al público con All Around The World e invitar a Carly Rae Jepsen al escenario, quien interpretó su éxito Call Me Maybe. Cuando la noche llegaba a su fin, Bieber cantó Never Say Never.
“Yo empecé sin nada y gracias a ustedes tengo todo. Por eso les pido que nunca dejen de soñar”, dijo antes de interpretar With You, con la cual se despidió del Zócalo.(EXCELSIOR / EL INFORMADOR)