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EL CAIRO, 12 de junio.- El estado de salud del expresidente egipcio, Hosni Mubarak, de 84 años, encarcelado desde su condena a prisión perpetua el 2 de junio, es delicado, según una fuente penitenciaria que afirma que ha sufrido paros cardiacos y cayó momentáneamente en estado de coma.
“El corazón (de Mubarak) se paró dos veces. Los médicos tuvieron que recurrir a un desfibrilador”, indicó una fuente médica de la prisión de Tora, al sur de El Cairo.
“A veces está consciente y otras inconsciente y se niega a alimentarse”, añadió la fuente.
Ayer, Mubarak acusó a las autoridades de querer matarlo en la prisión. “Él dice: me quieren matar. Sálveme, señor Farid, encuentre una solución”, afirmó Farid el Dib, su principal abogado, quien lo defendió durante su juicio por la represión de la revuelta contra su régimen al comienzo del 2011, que dejó unos 850 muertos.
Anteriormente, un responsable del Ministerio del Interior había afirmado que el estado de salud de Mubarak era “crítico, pero estable”.
Las autoridades egipcias indicaron también que estudiaban la posibilidad de trasladar al expresidente a un hospital de la capital.
Los hijos de Mubarak, Gamal, quien alguna vez fue considerado su heredero, y Alaa, un acaudalado empresario, estaban a su lado en el hospital Torá.
Los hijos también están encarcelados en Torá a la espera de ser enjuiciados por cargos de abuso de información privilegiada.
De acuerdo con autoridades egipcias, la salud de Mubarak se ha deteriorado agudamente desde que fue declarado culpable el 2 de junio de no impedir los asesinatos de cientos de manifestantes durante el alzamiento popular que lo derrocó en 2011. También han dicho que está deprimido.
Él y sus dos hijos fueron absueltos de cargos de corrupción. La esposa de Mubarak, Suzanne, lo visitó en Torá el domingo y, de acuerdo con las autoridades, exigió que fuese transferido a un hospital mejor equipado fuera del sistema penal.(AP)