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Lunes 9 de julio.- Andrés y Anna son personas sencillas y celosas de su intimidad. Y nada mejor que un castillo medieval fortificado para huir de miradas indiscretas. Especialista en burlar las defensas más férreas del mundo, a Iniesta le ha tocado este domingo ponerse en la piel de sus rivales, en este caso para disponer un 'catenaccio' a su vida privada. Hasta tres cordones policiales y de seguridad privada se añadieron a las murallas para hacer más inaccesible que nunca el castillo de Tamarit, -apenas unos kilómetros al norte de Tarragona ciudad, un paraje espectacular sobre un acantilado que se abre habitualmente para bodas y banquetes-, en cuyo jardín se pronunció está el 'sí quiero' del MVP de la pasada Eurocopa y de Anna Ortiz, la madre de su hija Valeria, ante el alcalde de Tarragona, Josep Félix Ballesteros.
Andrés Iniesta y Anna Ortiz, ya convertidos en marido y mujer. (AFP)
En Tamarit estuvieron invitadas aproximadamente 300 personas -a las que se sumaron luego otras 450 en el banquete de Mas d'en Ros, situado a unos veinte minutos- pero los curiosos se contaron por otros tantos cientos. Los clientes de los tres campings que existen en el camino a Tamarit se situaron en los bordes de la carretera para ver pasar autobuses y coches particulares. En la zona de aparcamiento se hizo necesario un vallado para contener a la marea de veraneantes. La locura se desató con la aparición de Xavi, Pedro, Busquets o Víctor Valdés. Los presidentes Rosell, Gaspart y Laporta también fueron muy aclamados, especialmente este último, que hizo el paseíllo entre la multitud en un Mini Cooper descapotable.
Uno de los más simpáticos y agradecidos por los gritos de apoyo fue Samuel Etoo, uno de los ilustres ex compañeros de Andrés Iniesta. Entre las caras conocidas llamó también la atención Risto Mejido, que se mostró mucho más cercano que en sus célebres cabreos televisivos.
Vista exterior del castillo de Tamarit. (EFE)
Los primeros autobuses comenzaron a llegar a Tamarit antes de las dos de la tarde, y ya a esa hora la policía local de Tarragona y el equipo de seguridad de la empresa Christian's Service comenzó a frenar a peatones y ciclistas en la misión imposible de llegar hasta los portones del castillo. Los accesos desde la playa también fueron cortados, y nadie ha podido ver lo que ocurría en el majestuoso balcón ajardinado, con piscina incluida, sobre el mar. El alquiler de este espacio, sin cátering, supera los 5000 euros diarios. En el caso de Iniesta, tras confirmar que su boda sería el día 8 -quizá por el dorsal que luce desde infantil a la espalda y que conserva en el Barça- pagará también el coste del enlace de una pareja de Tarragona que tenía reservada la fecha de este domingo.
Desde que en la noche del sábado comenzaran a llegar los invitados a dos céntricos hoteles -de calidad estándar y sin grandes lujos-, Tarragona se ha volcado con la boda, incluso con rutas guiadas para conocer el Patrimonio romano de la capital, desde la plena consciencia de que concentrar a los 'dioses' del balompié "supone una impagable campaña de márketing", como destaca el concejal de Relaciones Ciudadanas, Francisco Zapater, el único acompañante institucional del alcalde en la celebración.
La oportunidad de ver de cerca a ídolos de la plantilla barcelonista como Messi, Puyol, Xavi, Villa o Valdés, -que actuó como testigo-, despertó un interés inusitado, más intenso si cabe ante la posibilidad de toparse con las más mediáticas novias-mujeres de los amigos de Andrés como Shakira, Sara Carbonero o Jady Mitchell. Andrés, a diferencia de Piqué, Iker Casillas o Rafa Márquez, ha optado por un perfil más anónimo, el de la tímida y educada Anna, azafata o peluquera de profesión, según las fuentes. En todo caso, gente normal de la calle, como el propio Andrés, uno de los jugadores más queridos precisamente porque no se le han subido los humos a la cabeza.
El elenco de entrenadores que han pulido al diamante de Fuentealbilla (Albacete) también tiene su miga: desde Van Gaal, Rijkaard, Guardiola (en el Barça)... a Camacho, Aragonés, Del Bosque (en la selección). Pero todavía tuvo más morbo la presencia de Laporta y Rosell, anterior y actual presidente del Barcelona, antiguos amigos y hoy enemigos irreconciliables.
Pese a la fama de muchos de sus amigos en lo profesional, los grandes protagonistas este domingo, novios aparte, claro, fueron aquellos más cercanos al corazón del genial jugador: su madre María Luján (la madrina), su hermana Maribel, sus abuelos, su amigo y fisioterapeuta Jordi Mesalles, y también el primero en descubrir la perla en el torneo Brunete, cuando jugaba en el Albacete Balompié, Albert Benaiges. Los amigos de infancia han podido sentir una porción de la fama mundial de su convecino; al bajar de los autobuses se ha producido un 'fuego' cruzado de disparos fotográficos: unos para inmortalizar el día en que fueron aclamados por las masas, los otros por el caché que aporta ser un simple invitado de la boda deportiva del año. (EL MUNDO)