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TOKIO, 8 de julio.- El presidente afgano, Hamid Karzai, logró hoy en Tokio promesas de ayuda por 16,000 millones de dólares hasta 2015 para financiar el desarrollo de su país después de que las tropas internacionales hayan completado su retirada, en 2014.
El anuncio se hizo durante la Conferencia de Tokio sobre Afganistán, que reunió a representantes de 55 países y 25 organismos internacionales para traducir a cifras concretas el compromiso político expresado en la Conferencia de Bonn del pasado diciembre.
Niño afgano refugiado en Islamabad, Pakistán. (AP)
La cantidad prometida hoy estuvo en línea con la solicitud de Karzai de 4000 millones de dólares anuales para el desarrollo de su país en la transición y la posterior "década de transformación" (2015-2024), en la que Afganistán aspira a dejar de depender de la ayuda exterior.
Los países donantes anunciaron además que mantendrán la ayuda hasta 2017 en "niveles cercanos" a los de los últimos diez años, como parte de su compromiso "duradero" con uno de los países más pobres y también más corruptos del mundo.
Soldado estadounidense en Afganistán. (Getty Images)
Esta última cuestión es una de las principales preocupaciones de la comunidad internacional, que quiere más decisión por parte de Kabul para combatir la profunda corrupción que afecta a las instituciones y también hace menos eficiente el reparto de los fondos de asistencia.
Este domingo en Tokio, el vicecanciller de Alemania, Guido Westerwelle, la secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, el ministro de Exteriores de Japón, Koichiro Gemba; el presidente de Afganistán, Hamid Karzai,y el primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda. (dapd)
En este sentido, la Conferencia de Tokio sentó un nuevo "marco de responsabilidad mutua", que recoge en un documento los compromisos de las dos partes -la comunidad internacional y el Gobierno de Kabul- para el desarrollo afgano en los próximos años.
En él, el Gobierno afgano se compromete a mejorar la transparencia, la gobernanza, la gestión fiscal, la igualdad y los derechos humanos, además de luchar contra el narcotráfico y celebrar en 2014 unas elecciones presidenciales "creíbles, inclusivas y transparentes".
"Les aseguro que permaneceremos firmes en nuestros compromisos en esta alianza histórica", aseguró Karzai, algo que reafirmó el ministro afgano de Asuntos Exteriores, Zalmai Rassoul, quien se mostró "muy satisfecho" por el resultado de la conferencia.
Después de que un periodista le recordase los fracasados esfuerzos de los últimos años para combatir la corrupción, Rassoul aseguró que "el Gobierno afgano cumplirá estos compromisos. No hablamos de lo que ha ocurrido hasta ahora, sino de lo que pasará en el futuro", aseveró.
La comunidad internacional, por su parte, se comprometió a dar "pasos concretos" para mejorar la distribución de la ayuda y hacerlo en línea con las prioridades de desarrollo delineadas por Afganistán, que desde 2002 ha recibido unos 60,000 millones de dólares para asistencia civil.
Está previsto que se celebren conferencias ministeriales cada dos años para supervisar el cumplimiento de estos compromisos mutuos; la próxima tendrá lugar en el Reino Unido en 2014, tras las elecciones presidenciales afganas.
Durante sus intervenciones en la sesión plenaria, limitadas a apenas tres minutos por participante, los donantes insistieron en que la paz es imprescindible para el desarrollo y admitieron que, pese a los avances de la última década en sectores como educación, sanidad e infraestructuras, todavía queda mucho por hacer.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, detalló que su país, el mayor donante a Afganistán, mantendrá hasta 2017 un nivel de ayuda al desarrollo similar al de la última década, de unos 2000 millones de dólares anuales, y llamó a que la transición afgana sea "irreversible".
Japón, el segundo donante, proveerá unos 3000 millones de dólares hasta 2016, de los que cerca de 800 irán destinados al mantenimiento de la seguridad y el resto al desarrollo.
Además, el Gobierno japonés facilitará otros 1000 millones de dólares de ayuda a los países vecinos a Afganistán para mejorar infraestructuras y así facilitar los intercambios económicos en la zona.
La conferencia de Tokio tuvo lugar dos meses después de la cumbre de la OTAN en Chicago (EE. UU.), donde el organismo se comprometió a facilitar 4100 millones de dólares anuales a Afganistán tras la retirada de las tropas y hasta 2017 para el mantenimiento de la seguridad. (EFE)