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Mérida, Yucatán, 19 de julio de 2012.- Un mitómano es aquel individuo que tiene una inclinación irresistible a decir mentiras y a exagerar la realidad. Todos los seres humanos tenemos la capacidad de mentir en diferentes contextos y finalidades; pero los mitómanos son individuos que mienten sistemáticamente, es decir, que tienen esa costumbre y no pueden resistir la tentación de inventar alguna mentira que les atraiga la atención de los demás, informaron especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán.
Estas personas hacen de la mentira una forma de vida, cada vez mienten mejor y les resulta más difícil identificar si lo que dicen es real o no.
Los especialistas del Instituto señalaron que generalmente, el mitómano habla de sí mismo y trata de hacer creer a los demás que él es un personaje especial, que tiene mayor poder social, económico y físico, por ejemplo. Esta actitud puede ser una manifestación de baja autoestima y de un sentimiento de inferioridad que el mitómano busca encubrir para sentirse importante.
La mitomanía es común en la adolescencia, ya que el adolescente inventa historias para ganar la admiración y aceptación de los demás, el problema es que si prosigue con este comportamiento y más adelante no se acepta a sí mismo, se convertirá en un mitómano ya que le va a proporcionar lo que su autoestima necesita para no sentirse frustrado.
Los especialistas advirtieron que los mitómanos pueden causar daño a las personas a su alrededor y a ellos mismos, ya que no miden la magnitud de sus mentiras, y cuando éstas son descubiertas se pueden volver agresivos y violentos, afectando sus relaciones sociales, laborales y afectivas.
No hay que confundir la mitomanía con otras patologías más complejas en las cuales está presente un trastorno mental, como pueden ser, la esquizofrenia, trastornos delirantes, bipolaridad y trastorno de personalidad antisocial.
Lo principal para identificar a un mitómano es escuchando sus historias en las cuales es posible detectar inconsistencias, exageraciones que no puede comprobar y pobre concordancia entre lo que dice y los hechos.
Si se detecta esta conducta en la persona, se debe de confrontar con su realidad y llevarlo a evaluar con un médico psiquiatra, ya que puede padecer de depresión o de un trastorno de personalidad.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán otorga aproximadamente dos mil 200 consultas de especialidades en episodios depresivos no especificados al año, dándole atención psicológica a los derechohabientes que lo requieren. Boletín de la delegación del IMSS en Yucatán.