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Reportaje de Carmen Sánchez-Silva, publicado por el diario español EL PAÍS
MADRID, domingo 22 de junio.- Con una tasa de paro cercana al 25% y sin visos de mejorar, para muchos españoles nunca ha tenido más sentido que ahora la sentencia de Séneca “Mi patria es el mundo entero”. Forzados ante la imposibilidad de encontrar empleo, en el primer semestre del año 40,625 ciudadanos emigraron a otros países, un 44.2% más que en 2011, en una diáspora que parece que no ha hecho más que comenzar. Y cuyo primer destino es Europa por su cercanía, la libre circulación de personas y porque hay países que ofrecen gran número de salidas profesionales.
Fuente: OCDE, Eurostat, OIT. / EL PAÍS
Si está desempleado y pensando en hacer las maletas, tenga en cuenta que las necesidades del mercado laboral ya no son las que eran en los años cincuenta. Hoy se necesita personal cualificado y con idiomas, al menos con inglés. Es el momento de los ingenieros, informáticos, profesionales de la salud y comerciales. Gran parte del mundo carece de ellos.
Y muchos españoles van a coger este tren. “Calculamos que en los próximos cinco años unos 10,000 ingenieros superiores abandonarán España. Eso a pesar de que el paro en la profesión ronda sólo el 8%. Se irán más ingenieros técnicos”, asegura el presidente del Instituto de la Ingeniería de España, Manuel Moreau.
Antes de decidirse por un país u otro, lo primero que ha de hacer es estudiar su mercado de trabajo, el paro que tiene, las previsiones de contratación, los perfiles profesionales que reclama y adecuar su currículo a las necesidades de las empresas empleadoras. Debe empezar a buscar trabajo desde España, aconseja María José Martín, directiva de Manpower. Y si no encuentra una compañía que quiera ficharle desde aquí, lo que facilita notablemente la emigración y mejora los salarios, láncese a la aventura, apoyado por información y una red de contactos creada previamente. Todo menos continuar en el paro, recomienda Diego Sánchez de León, socio de Accenture.
Aunque las economías más pujantes y con mayores necesidades de contratación son las de los países emergentes, los expertos consultados coinciden en apuntar a Europa como prioridad en la búsqueda. Alemania es el país que ofrece mayores salidas laborales por su tamaño y, además, está reclamando directamente personal español. Fundamentalmente ingenieros superiores y técnicos para la industria y tecnologías de la información, y médicos y enfermeros. Al menos otra decena de países que disfrutan de los menores índices de paro de Europa (Noruega, Austria, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Reino Unido, Francia y Suiza) están viajando a España a reclutar a ingenieros y sanitarios o encaminando sus ofertas de trabajo hacia nuestro país, tal y como explica la delegada de la red Eures en España, María José Arias.
La red europea de servicios públicos de empleo tiene disponibles en su web 1.2 millones de procesos de selección de personal actualmente, aunque sólo una pequeña parte específicamente para españoles. “Es el portal más visitado de la Comisión Europea”, informa Arias. Si bien es cierto que las colocaciones que cierra directamente no son todo lo elevadas que pudieran.
“La Unión Europea debe encontrar un sistema para que los parados españoles de la construcción se coloquen en otros países que carecen de mano de obra cualificada”, sostiene el consejero comercial de la Embajada de Austria en España, Michael Spalek. “Con una tasa de paro del 4%, Austria precisa profesionales. No queremos atraer a miles y miles de españoles, sino a personal muy cualificado, ingenieros industriales e informáticos, sobre todo técnicos, y que hablen inglés muy bien”. La Embajada está organizando reuniones de empresas austriacas y candidatos españoles en Madrid. A los seleccionados se les pagará el viaje al país y, si son contratados, sueldos netos de unos 2500 euros mensuales, indica Spalek. Austria precisa también profesionales de la construcción y el turismo. Hay salidas laborales y se puede ir a buscarlas a la aventura, agrega el consejero.
Alemania exhibe más de 400,000 ofertas de empleo en la red Eures; Reino Unido, más de 300,000; Francia, cerca de 60,000, y Suecia, unos 40,000. Por ello son los lugares más apropiados para que un español emigre, junto a los otros tres países nórdicos, indica la representante del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE), María José Arias.
Además de los perfiles técnicos citados, “en Alemania necesitamos trabajadores menos cualificados, hay ofertas de empleo para cuidado de mayores y oficios de la construcción o peones de almacén”, decía un portavoz de la Cámara de Comercio Alemana para España en una feria de empleo celebrada recientemente en Madrid, donde recomendaba dirigirse a su institución, a empresas y universidades, así como a la red Eures o los portales de empleo líderes en el país, Monster y StepStone, para hallarlas.
En Reino Unido hacen falta médicos, enfermeros y expertos informáticos. En Francia, a los sanitarios (incluidos fisioterapeutas) se suman oficios como torneros y fresadores. Y los países nórdicos carecen de ingenieros, sobre todo expertos en tecnología, pero Noruega, por ejemplo, dice que precisa unos 2000 ingenieros especialistas en plataformas petrolíferas, indica Manuel Moreau; algunos de ellos reclaman docentes y soldadores.
¿Se puede emigrar a estas latitudes dominando solo el inglés? Las fuentes consultadas consideran que sí. El matiz es que hay que darse un margen de seis meses para empezar a aprender el idioma local, igual que en Holanda o Alemania. Y, por supuesto, en otros Estados mucho más distantes, como puede ser China.
Fuera de Europa también existen oportunidades laborales. Muchas. Aunque los visados complican las cosas. “La movilidad laboral ha aumentado con la crisis. Y es precisamente la crisis la que empieza a impedirla porque las legislaciones se vuelven cada vez más proteccionistas ante la llegada de inmigrantes”, afirma Diego Sánchez de León. Estados Unidos, Australia, Canadá, Singapur, Israel, India y China son algunos de los países que han endureciendo las condiciones de entrada a los extranjeros. Incluso Reino Unido ha amenazado con hacerlo a los ciudadanos europeos.
A Estados Unidos, uno de los países preferidos por los demandantes de empleo nacionales, es aconsejable emigrar con un contrato previo. El visado temporal lo requiere; con el turístico no se puede trabajar allí y hay un cupo de 140,000 visados permanentes para inmigrantes, además del sorteo de otros 50,000, relata la gestoría Pons. “Estados Unidos no es proteccionista con el personal cualificado”, justifica el presidente de la Cámara de Comercio de EE. UU. en España, Jaime Malet, “hay empleo en nuevas tecnologías, en muchas industrias del automóvil o textiles, en energía... pero no existe necesidad de importar mano de obra, con un paro del 8%. Donde puede haber oportunidades es en las empresas españolas asentadas en el país como expatriados o desplazados”, zanja.
Los cursos oficiales ayudan a salvar la barrera de entrada en muchos lugares como EE. UU. o Australia, que también restringe la inmigración y, pese a disponer de multitud de ofertas de trabajo, solo facilita la llegada de perfiles muy cualificados, universitarios menores de 50 años o incluidos en las profesiones de difícil cobertura. En Canadá, las barreras son también altas. Sin embargo, está reclutando personal en Europa. La Embajada de Canadá en España promueve programas para atraer extranjeros, fundamentalmente jóvenes en prácticas que parten con contrato previo.
Y algunas regiones, como la de Quebec, que de aquí a 2015 contará con un millón de jubilados más, explica María Jesús Bronchal, agregada política de la Oficina de Quebec en Barcelona, precisan mucha mano de obra, sobre todo del segundo ciclo de formación profesional. “Competimos con otros países, como los nórdicos o Brasil, por captar talento”, añade. “No se privilegia a España en los programas europeos. Pero la ingeniería española es muy buena”, mantiene Bronchal. Quebec busca ingenieros técnicos, enfermeros, químicos, estadísticos, y también albañiles, chapistas, soldadores y montadores, entre otros, y les ofrece trabajo desde aquí. “No es ilegal ir como turista y buscar trabajo”, indica la representante de la oficina de Quebec, “pero sin contrato no se puede optar a un visado temporal”.
Estos destinos, no obstante, son menos propicios para los nacionales que buscan empleo que los de América Latina, más cercanos culturalmente, con economías emergentes y grandes núcleos de inmigración española. Argentina, Venezuela, Brasil, Cuba y México concentran casi la mitad de los residentes nacionales en el mundo. Algunos de ellos cuentan con grandes bolsas de trabajo disponible. Es el caso, sobre todo, de Brasil y México. Y, en menor medida, de Chile, Colombia, Argentina y Perú, en opinión de Accenture y del representante de Adecco César Castel.
Brasil es el más complicado de todos ellos. De nuevo, lo recomendable es conseguir un contrato antes de entrar. De hecho, la Embajada de Brasil en España advierte de que está prohibido viajar a su territorio a buscar trabajo. “No tenemos política de inmigración y no nos hace falta personal extranjero”, zanja.
Es preferible dirigirse a México, Argentina o Perú, donde se pueden cambiar los visados de turista a residente sin necesidad de retornar a España a realizar los trámites una vez conseguido el contrato, explica Marco Martín, responsable legal de Employee Mobility Solutions (EMS). Además, en ellos se facilita la búsqueda de empleo. Colombia es algo menos flexible con la inmigración, continúa, y Chile es muy estricto.
“Brasil, Chile y Colombia están tirando de la demanda americana. Necesitan técnicos cualificados en el negocio del petróleo, la tecnología, el manejo de maquinaria, así como la consultoría o la informática o el sector financiero”, mantiene Rafael González, director general de People Excellence Colombia. El crecimiento de sus infraestructuras reclama igualmente mano de obra. “En Colombia faltan directivos para cualquier sector, así como comerciales”, aprecia González.
“Aunque el capítulo de los países emergentes es muy discutible para que los españoles vayan a buscar trabajo, sobre todo aquellos con perfiles menos cualificados, en Accenture tenemos puestos los ojos en Perú, Chile y México”, señala Sánchez de León. Como el resto de las fuentes consultadas, aconseja intentar que una compañía española o multinacional con intereses en América Latina les fiche antes.
Y si los destinos americanos provocan dudas, los asiáticos no digamos. India, sobre todo, cuenta con más detractores que partidarios para la emigración laboral española. Su idiosincrasia y burocracia obligan a los expertos a recomendar que el viaje se aborde solo como expatriado o desplazado de una empresa. A pesar de la necesidad de profesionales que tiene una economía tan pujante como ésta, sobre todo de perfiles tecnológicos, comerciales y de marketing, “no es recomendable ir a buscar trabajo a la aventura en India”, opina Marco Martín.
También China está restringiendo la entrada de inmigrantes e incrementando los controles en las zonas de expatriados, continúa el representante de EMS, “lo ideal es tener un contrato antes de ir. Pero si no se tiene, se pueden buscar colaboraciones free lance”, asegura el presidente de la Cámara de Comercio Hispano-China, Jorge García, quien aconseja tener conocimientos de chino al que viaje por su cuenta, además de un ahorro de 4000 o 5000 euros para vivir mientras se busca trabajo. “Aunque ya hay muchos españoles, China sigue estando llena de oportunidades. Especialmente las relacionadas con el negocio importador-exportador, con expertos en comercio; los informáticos y diseñadores de webs, contables, financieros, consultores, diseñadores de moda u otros productos son profesionales muy valorados”, añade López.
Por su parte, el responsable de la consultora Sede en China, Adrián Díaz, indica que es preferible viajar a las ciudades de mediano tamaño que a las principales, donde ya existe demasiada competencia internacional. Y conformarse con unos sueldos mucho más bajos que los españoles. Es más, en el gigante asiático es habitual que el empresario ofrezca alojamiento y manutención a cambio de empleo, sostiene. Según Díaz, hay empleo para docentes y profesionales del turismo.
Otra opción para aquellos parados españoles que se atrevan con el continente asiático es Singapur. Ana Isabel González lleva allí varios meses, fichada desde Londres por el Banco de Singapur como directiva. Recomienda llegar así porque, como en casi todo el mundo, se consiguen mejores condiciones. Sin embargo, dice, “con un visado turístico de tres meses se puede encontrar trabajo rápido”. El sector financiero precisa personal, igual que el de publicidad y medios de comunicación o el tecnológico. También se necesitan comerciales.
Ahora sólo queda que se arme de valor y haga las maletas. Estos países ofrecen un mejor futuro laboral que España. Sin duda. (EL PAÍS)