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ESTAMBUL, Turquía, 23 de julio.- Ayer las fuerzas rebeldes consiguieron hacerse con el control del puesto fronterizo de Jarabulus entre Turquía y Siria, según confirmaron las autoridades turcas. Con éste, son ya tres los pasos de la frontera entre Turquía y Siria que caen en manos rebeldes, junto con Bab Al Hawa y Bab As Salama. Y el balance no ha sido muy positivo: el sábado, al menos una docena de camiones turcos fueron saqueados —y algunos de ellos incendiados— por los insurgentes en Bab Al Hawa, según denunciaron los conductores.
El presidente Bashar al-Assad (recuadro) ordenó bombardear varios barrios de Damasco, la capital de Siria. (AFP)
«He estado exportando alfombras a través de la frontera siria durante siete años, pero esta vez he escapado con vida por muy poco», relataba el camionero Hasam Abbasoglu, cuya carga fue saqueada, en Çilvegözü, el lado turco del cruce de Bab Al Hawa. Además, tuvo que pagar setecientos dólares para poder recuperar su camión.
Puede considerarse afortunado: otros perdieron el vehículo. «Todos nuestros camiones han ardido. Los rebeldes los destruyeron durante los combates. ¿Cómo vamos a ganarnos la vida?», se quejaba el comerciante Ali Cengiz, que exporta mercancias a Arabia Saudí a través de Siria.
Las fotografías tomadas en el lugar de los hechos por el turco Bülent Kiliç, empleado de la agencia francesa AFP, muestran los chasís calcinados de los vehículos en la carretera que conduce al paso fronterizo.
Rebeldes capturados en Midan, barrio de Damasco. (AFP/ Syrian TV)
Rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) patrullan cerca de Alepo .(EFE)
Rebeldes incendiaron un camión en Erbeen, un barrio de Damasco. (Reuters)
Tanques del gobierno. Es la primera vez que Damasco sufre bombardeos masivos.(REUTERS/ Shaam News Network)
Pero Kiliç se encontró con otra sorpresa: un grupo de ciento cincuenta combatientes extranjeros, de lugares como Argelia, Túnez, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Chechenia y algunos países africanos.
Según el testimonio de Kiliç, estos hombres no estaban allí el día anterior, cuando los rebeldes se hicieron con el control del paso.
Aunque la agencia AFP no ha elaborado mucho más la información, sí indica que «algunos de estos luchadores indicaron que pretenecían a Al Qaeda en el Magreb Islámico, mientras que otros proclamaban su adhesión al grupo Shura Talibán. Iban armados con rifles de asalto Kalashnikov, lanzacohetes y minas improvisadas».
Explosión en Homs el sábado. (AFP/ Shaam News Network)
Las autoridades turcas decretaron el cierre del paso de Çilvegözü tras el incidente. «Asumimos que los incidentes de saqueo e incendios fueron realizados por grupos independientes que viven del contrabando y otros actos ilegales», aseguró el gobernador de la provincia de Hatay, Mehmet Celalettin Lekesiz, a pesar de los testimonios de los camioneros que apuntan directamente a los insurgentes. El líder del opositor Consejo Nacional Sirio, Abdel Basset Saida, acusó por su parte a grupos gubernamentales, y calificó el suceso de «inaceptable».
«Estamos viendo importantes batallas callejeras. Muchas tiendas están cerradas», asegura Mohammed Saíd, enlace del Observatorio Sirio de Derechos Humanos en la ciudad. «Los rebeldes controlan totalmente el distrito central de Salaheddine, y el área cercana de Sajur. Miles de residentes han huido de los barrios de la ciudad en los que se combate. Hay intensos enfrentamientos en la carretera que lleva al aeropuerto internacional, mientras los rebeldes tratan de rodearlo para impedir que el régimen envíe refuerzos», indica.
Eso no significa que la violencia haya desaparecido de Damasco. El ejército bombardeó con helicópteros tres distritos de la capital, expulsando a los rebeldes totalmente del barrio de Mezzeh, donde se concentran las legaciones diplomáticas. Además, la Cuarta División Acorazada de Maher Al Assad (el hermano del presidente) asedia el barrio de Barzeh, uno de los atacados con helicópteros.
Además, la «cuestión kurda» de Siria –donde existe una población kurda de entre tres y cuatro millones de personas- ha pasado de golpe a un primer plano después de que los militantes kurdos decidiesen enfrentarse al ejército sirio por el control de las regiones kurdas de la frontera. Aparentemente, activistas kurdos controlan desde el miércoles las ciudades de Kobani y Afrin, al norte de Aleppo, y Amude, en la región oriental de Hasaka, y combaten ahora por la ciudad de Qamishli, la más importante de la zona norte. Justo al otro lado de la frontera, el ejército turco envió ayer refuerzos militares a la provincia de Nusaybin, principalmente misiles tierra-aire y vehículos de transporte de tropas, en previsión de posibles incidentes.
Y a medida que los acontecimientos se aceleran, la violencia empeora.
Fuertes enfrentamientos sacudieron ayer a Damasco y Alepo, las dos ciudades más grandes de Siria, con el Ejército haciendo uso de helicópteros y tanques para luchar contra las fuerzas rebeldes en las zonas residenciales, de acuerdo con los grupos de oposición.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo de oposición con base en Gran Bretaña, informó que al menos 2,752 personas han muerto en las últimas tres semanas debido a los enfrentamientos armados en todo el país, lo que indica que julio podría convertirse en el mes más sangriento desde que comenzó el conflicto el año pasado. El grupo también informó que el número total de víctimas en Siria es superior a 19,000, tal vez el mayor número de muertes de todos los levantamientos de la Primavera Árabe hasta el momento.
La mayoría de los combates de ayer en Alepo ocurrió a unas 5 millas del centro de la ciudad, según Obeida, un activista de la oposición en la ciudad que es conocido por su apodo. “Las calles de Alepo son objeto de intensos bombardeos y han sido escenario de fuertes enfrentamientos desde esta mañana”, manifestó.
Fuertes enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes también sacudieron a Alepo, la ciudad más grande de Siria y capital comercial, por segundo día consecutivo desde el sábado, mientras que miles de personas cruzaron la frontera hacia el vecino Líbano para escapar de los combates generalizados en el país.
Al igual que Damasco, la capital del país, Alepo había sido visto durante mucho tiempo como un bastión de partidarios del régimen. Que la revuelta se extienda representa otro golpe para el régimen que en una semana ha visto como su aparente control sobre dos de las ciudades más grandes del país fue destrozado por los asesinatos de cuatro de sus más altos funcionarios de seguridad en un atentado.
Los sirios que cruzaron el sábado la frontera hacia Líbano contaron desgarradores relatos de la intensa lucha en las calles y los ataques de los helicópteros y tanques del gobierno en zonas residenciales de Damasco mientras los suministros básicos como el pan y el agua disminuyeron.
Cerca de 30,000 sirios pudieron haber cruzado hacia Líbano en los últimos días, expuso un portavoz de las Naciones Unidas.
Calle en Erbeen, barrio de Damasco. (REUTERS/ Shaam News Network)
Rebeldes en Damasco. (DPA/ Anadolu Agency)
Cola frente a una panadería damascena. El control de la situación en la capital siria se le va de las manos al gobierno. (AFP)
Los países de la Liga Árabe instaron el domingo al presidente sirio Bashar al Asad a renunciar al poder rápidamente, a cambio de una salida "segura" para él y su familia, al término de una reunión en Doha para debatir la crisis siria.
En su comunicado final, publicado la noche del domingo al lunes, los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la Liga llamaron a Asad a "renunciar al poder", asegurándole que "la Liga Árabe contribuirá a garantizarle, así como a su familia, una salida segura".
Esta iniciativa está destinada a "poner fin al derramamiento de sangre", "a preservar la unidad de Siria" y "a asegurar una transición pacífica del poder" en este país, miembro de la Liga Árabe, según el texto.
El primer ministro de Qatar, jeque Ben Hamad al Thani Jassam, había anunciado antes que los países de la Liga instaba al presidente Bashar al Assad a dejar el poder rápidamente para darle una salida segura del país.
"Hubo un acuerdo sobre una renuncia rápida del presidente Bashar al Assad para una salida segura (...). Se le llama a renunciar rápidamente al poder a cambio de una salida segura", dijo el jeque Hamad al informar a la prensa sobre la reunión ministerial de la Liga Árabe.
El ministro, que habló tras una reunión del comité ministerial de la Liga Árabe encargado de la crisis siria, seguido por una reunión ministerial ampliada, llamó a la oposición siria y el Ejército Sirio Libre (ESL), formado desertores y civiles armados, a que constituir un gobierno de transición.
"La oposición y el ESL son llamados a formar un gobierno de unidad nacional", declaró a la prensa el jeque Hamad.
Asimismo, subrayó, se instó al presidente Assad a tomar una decisión "valiente" para salvar a su país. "Él puede detener la destrucción y las matanzas tomando una decisión valiente", subrayó, indicando que sólo un país de la Liga Árabe expresó reservas ante la posición adoptada por los participantes.
Los participantes también decidieron otorgar, a través de la Liga Árabe, una ayuda de 100 millones de dólares a los refugiados sirios, dijo el jeque Hamad, que es también ministro de Relaciones Exteriores de su país.
El gobierno de unidad nacional deberá "favorecer una transición pacífica" y "reunir las fuerzas de la oposición en Siria y en el extranjero", así como "a la autoridad nacional de facto", señalaron los ministros de la Liga en su comunicado final, sin aclarar qué quieren decir con autoridad "de facto".
Los ministros también piden a la ONU modificar el mandato del enviado internacional en Siria, Kofi Annan, para que su misión se centre en la partida de Bashar al Assad y en una transición pacífica del poder, según el texto.
En el vídeo de un aficionado se ve a uno de los rebeldes intentando destruir una estatua del presidente Hafez al-Assad, padre de Bashar. (AP/ Ugarit News)
Rebeldes entrando a Alepo el viernes. (DPA/ Anadolu Agency)
Manifestación contra Al-Assad en Alepo. (REUTERS/ Shaam News Network)
El primer ministro de Qatar y el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, fueron designados para viajar a Moscú y Pekín para presentar los resultados de la reunión de Doha a los dirigentes de Rusia y China, aliados de Damasco, que han usado su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU en tres ocasiones para bloquear resoluciones con sanciones contra el régimen de Assad.
En paralelo, los países árabes exigirán una reunión extraordinaria de la Asamblea General de la ONU para la creación en Siria de "zonas seguras" y, en particular, de "corredores humanitarios".
El sábado, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, llamó a la oposición siria "a ponerse en orden de marcha" para formar rápidamente un gobierno de transición.
El comité ministerial de la Liga para ver la crisis Siria, presidido por Qatar, incluye a Arabia Saudita, al sultanato de Omán, Egipto, Sudán, Argelia, Irak y Kuwait.