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ESTOCOLMO, 9 de octubre.- El Nobel de Medicina 2012 fue otorgado hoy al británico John B. Gurdon y al japonés Shinya Yamanaka, quienes revolucionaron la visión del desarrollo de los organismos al demostrar que las células adultas pueden ser reprogramadas para desarrollar cualquier tipo de tejido.
Sus hallazgos han proporcionado nuevas herramientas para el estudio de enfermedades y el desarrollo de métodos para el diagnóstico y la terapia, destacó en su motivación el Instituto Karolinska de Estocolmo, institución que otorga el premio.
Sir John B. Gurdon: “Estoy sumamente agradecido y asombrado de que reconozcan un trabajo hecho hace mucho tiempo. Por supuesto, estoy muy agradecido por haber sido reconocido junto con Shinya Yamanaka, quien ha hecho un trabajo maravilloso”. (Foto Wellcome Library, Londres)
Gurdon (1933), formado en la Universidad de Oxford (Reino Unido) y en el Instituto de Tecnología de California (EE. UU.), fue el precursor que puso en entredicho el dogma de que las células adultas especializadas eran irreversibles.
Un embrión está formado por células madre pluripotentes inducidas (iPS), capaces de desarrollar todos los tipos de células que componen un organismo adulto, las células adultas especializadas, en una evolución que se consideraba unidireccional.
El genetista de 79 años explicó que su trabajo consistía “esencialmente en mostrar que todas las diferentes células del cuerpo tienen los mismos genes. En los años 1950 no se sabía nada de eso”, recordó. “Esa fue mi contribución en aquella época. Hay gente que me dice: pero eso ocurrió hace 50 años, y me preguntan: ‘¿Se la pasado usted desde entonces cultivando su jardín?’”, dijo sonriente. (Foto Wellcome Library, Londres)
Pero el científico británico pensó que el genoma de estas células adultas debía contener aún la información genética necesaria para evolucionar en cualquier tipo de célula, y así lo demostró en 1962, luego de experimentar con cigotos de ranas.
A pesar del escepticismo inicial con que fue recibido, su hallazgo acabó siendo admitido al ser confirmado por otros científicos, y posibilitó una intensa investigación que permitiría, entre otras cosas, la clonación de animales.
Pero su experimento implicaba la extracción de núcleos de células para introducirlas en otras y dejaba en el aire la pregunta de si sería posible convertir una célula adulta intacta en una célula madre pluripotente.
Yamanaka declaró, en una rueda de prensa en Kioto, que sólo era un modesto investigador. “Pienso desde el fondo de mi corazón que sin el apoyo de mi país jamás habría ganado este maravilloso premio. Literalmente siento que Japón ha ganado esta recompensa”, añadió. (Foto Gladstone Institutes/Chris Goodfellow)
Más de cuarenta años después, Yamanaka (Osaka, 1962), formado en Japón y en Estados Unidos, fue capaz de resolver ese interrogante a partir de células madre embrionarias.
Primero buscó los genes que las mantenían en estado inmaduro, y una vez identificados éstos, probó si algunos podían reprogramar las células adultas en iPS.
Yamanaka y su equipo de la Universidad de Tokio encontraron finalmente en 2006 una combinación que funcionaba: introduciendo cuatro genes juntos, podían reprogramar fibroblastos, células residentes del tejido conectivo que sintetizan fibras y mantienen la matriz extracelular del tejido de muchos animales, en iPS.
Las células resultantes podían convertirse en células nerviosas o intestinales, demostró Yamanaka, quien este año fue finalista del Premio Príncipe de Asturias de Investigación, galardón que recayó en el biólogo británico Greg Winter y el patólogo estadounidense Richard Lerner.
Gurdon y Yamanaka sustituyen en el palmarés del Nobel de Medicina a los inmunólogos Bruce A. Beutler (EU), Jules A. Hoffmann (Francia) y Ralph M. Steinman (Canadá).
El anuncio en Medicina o Fisiología abre la ronda de ganadores de los centenarios premios, que seguirán mañana con el de Física y pasado mañana con el de Química.
El jueves será el turno del premio de Literatura, según confirmó hoy la Academia Sueca, que siempre suele hacer pública la fecha del anuncio con posterioridad a que se conozca la del resto de galardones; y al día siguiente, el del Nobel de la Paz.
Yamanaka dijo también que quería intensificar sus esfuerzos para poner sus descubrimientos al alcance de la medicina práctica. “Tenemos que decir que esto realmente puede ayudar a desarrollar una nueva medicina. Siento de verdad que tengo que llevar a cabo una aplicación médica para contribuir a la sociedad, tan pronto como eso sea posible”. (Foto: Gladstone Institutes/Chris Goodfellow)
El último premio en fallarse será el de Economía, cuyo ganador o ganadores comunicará la Real Academia de las Ciencias el lunes 15.
La entrega de los Nobel se realizará, de acuerdo a la tradición, en dos ceremonias paralelas, en Oslo para el de la Paz y en Estocolmo los restantes, el 10 de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Alfred Nobel.
La Fundación Nobel ha decidido reducir este año un veinte por ciento la asignación de cada categoría del premio, que pasa de 10 a 8 millones de coronas suecas (1.2 millones de dólares), para lograr un rendimiento de su capital ajustado a la inflación y asegurar así la supervivencia del galardón. (EFE)