653 palabras
Delegaciones de países europeos y de los Estados Unidos sufrieron un revés la semana pasada cuando el Consejo de Derechos Humanos adoptó una resolución que ratifica el vínculo positivo entre los valores tradicionales y los derechos humanos. Consideran que los valores tradicionales constituyen una amenaza para las mujeres y para las personas lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT).
Esta es la tercera resolución sobre valores tradicionales que se aprueba desde 2009. Rusia siguió adelante con ella exitosamente, pese a los intentos de otros estados miembros de la ONU de sofocar su iniciativa.
La actual resolución, presentada por Rusia y escrita en coautoría por más de sesenta estados (no todos miembros del Consejo), afirma que los valores tradicionales comunes a toda la humanidad tienen una función positiva en la promoción y protección de los derechos humanos. Señala que una mejor comprensión y valoración de los valores tradicionales comunes a toda la humanidad e incorporados en instrumentos universales de derechos humanos contribuye a promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales en todo el mundo.
Haciendo eco de la Declaración Universal de Derechos Humanos, enfatiza que los derechos humanos proceden de la dignidad y del valor inherente a la persona humana y reconoce el papel positivo de la familia, de la comunidad y de las instituciones educativas en la promoción de tales derechos, instando a los estados a que fortalezcan este rol a través de medidas positivas adecuadas.
Estados Unidos y países europeos expresaron oposición al concepto de valores tradicionales cuando Rusia propuso inicialmente una resolución bajo ese título en 2009. También votaron en contra de otra que solicitaba un informe del Comité Asesor del Consejo sobre la interrelación entre los valores tradicionales y los derechos humanos en marzo del año pasado. Cuando se aprobó esa medida, tomaron control de los esfuerzos del Comité Asesor por producir un informe que era contrario a la intención de la resolución.
Las delegaciones de Europa y de Estados Unidos se quejaron repetidas veces de que el concepto de valores tradicionales es impreciso y de que se lo usa para justificar la discriminación y la violencia contra las mujeres y contra las personas LGBT. Pero al no haber podido persuadir a suficientes países con ese argumento, intentaron detener la resolución solicitando al Consejo que esperara el informe del Comité Asesor, el mismo al que se habían opuesto en un principio.
Rusia presentó la resolución de todas formas, convencida de que obtendría los votos necesarios. Fue aprobada por 25 votos a favor, 15 en contra y 7 abstenciones.
Una vez aprobada, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso emitió una declaración que proclamaba que la Federación Rusa, junto con sus aliados de opinión, continuará promoviendo la idea del vínculo inseparable entre los derechos humanos y los valores morales tradicionales en el Consejo de Derechos Humanos.
Al señalar que hubo estados que votaron en contra del borrador (en particular, Estados Unidos y la Unión Europea), Rusia lamentó que la posición negativa de estos países, su falta de voluntad para trabajar en el texto y los argumentos extravagantes en contra del borrador de la resolución generan pesar.
El año pasado, el presidente Obama ordenó a todas las agencias federales encargadas de la diplomacia estadounidense y de la asistencia al extranjero que promovieran los derechos LGBT. El apoyo a los valores tradicionales es muy problemático para las agrupaciones LGBT, según informa Gay Star News. Les preocupa que sea utilizado para defender la familia natural y temen no poder despenalizar la conducta homosexual en todo el mundo.