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WASHINGTON D.C., 7 de febrero.- John Brennan, elegido por el presidente estadounidense para dirigir la CIA, estará este jueves bajo el análisis de los senadores, que podrían tratar de torpedear su nominación por la muy polémica campaña de drones, del que es uno de los artífices.
Casualidades del calendario o maniobra cuidadosamente calculada, la audición ante el Senado del actual jefe antiterrorista de la Casa Blanca tendrá lugar dos días después de la filtración de un documento confidencial del Departamento de Justicia en el que se justifican los ataques mortíferos en el extranjero contra ciudadanos estadounidenses en el marco de la lucha contra la red terrorista Al Qaeda.
La desclasificación de los documentos es para favorecer a John Brennan, a quien Obama quiere como jefe del Pentágono. (Reuters)
Al anunciar hace un mes la elección del "incansable" John Brennan, Obama instó a los senadores a aprobar "lo antes posible" este nombramiento como jefe de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), cargo crucial para la seguridad nacional.
Pero para ser confirmado en sus nuevas funciones, Brennan debe contar con los votos de los senadores republicanos en la cámara alta, en la que los aliados del presidente demócrata no disponen de la mayoría necesaria para imponerse sobre una obstrucción de sus adversarios.
John Brennan, de 57 años, de los cuales 25 en la CIA, ha participado en la lucha contra Al Qaeda desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Colaborador cercano de Obama desde hace cuatro años, estuvo al lado del mandatario en el sótano de la Casa Blanca el día de la exitosa operación en la que un comando de élite estadounidense acabó con Osama bin Laden, en mayo de 2011.
Se trata de uno de los expertos "más competentes y respetados" en materia de inteligencia y de seguridad nacional, dijo Obama al nominarlo.
El programa de aviones no tripulados, lanzado en 2004 por Bush pero ampliamente intensificado por el presidente Obama, ha sido su proyecto más grande como jefe antiterrorista.
Brennan coordinó una "lista de personas a eliminar" de Al Qaeda y supervisó los ataques de drones en Pakistán, en Yemen y en Somalia.
Mientras era jefe de la CIA en Arabia Saudita, Brennan desempeñó un papel clave en las negociaciones con Riad para instalar en el país una base secreta, punto de despegue de los drones estadounidenses contra Al Qaeda en la Península Arábica (AQAP), filial en Yemen de la red terrorista.
Esta base fue crucial para el ataque de septiembre de 2011 en el que resultó muerto el clérigo radical Anwar Al-Aulaqi, estadounidense acusado de ser uno de los líderes de Al Qaeda, así como otros dos nacionalizados en ese país.
Insistentemente denunciada por organizaciones de defensa de los derechos humanos, esta guerra clandestina será con seguridad puesta bajo la lupa por la comisión de Inteligencia del Senado.
En este marco, un responsable del gobierno anunció la noche del miércoles que Obama había autorizado el acceso de los legisladores al documento clasificado del Departamento de Justicia filtrado el martes.
"El presidente conminó al Departamento de Justicia a proveer al comité de inteligencia del Congreso acceso a la recomendación clasificada", señaló el funcionario.
En el texto de 16 páginas que divulgo la cadena NBC, titulado "Legalidad de una operación letal directa dirigida contra un ciudadano estadounidense que es un importante líder operacional de Al Qaeda o de una fuerza asociada", se justifica por primera vez la eliminación de ciudadanos estadounidenses, en particular por ataques de drones.
El documento sostiene que Estados Unidos no viola ni la Constitución ni las leyes federales al matar a un ciudadano estadounidense cuando éste represente una amenaza inminente de ataques violentos para el país y su captura no sea posible.
A raíz de la filtración, senadores republicanos y demócratas dirigieron una carta a Obama para reclamar la publicación de todos los documentos que autorizan a Washington a matar a estadounidenses.
Brennan perdió una oportunidad de ocupar la dirección de la CIA en 2009 debido a su apoyo a ciertas "técnicas de interrogatorio controvertidas" durante la administración de George W. Bush, un asunto que seguramente volverá a surgir ahora que se ha confirmado su cargo.
Su tarea como asesor en seguridad nacional y antiterrorismo en 2009 no requirió la confirmación del Senado, y de este modo evitó el escrutinio del Congreso.
"La comisión de Inteligencia del Senado debe obtener de John Brennan respuestas específicas sobre hasta qué punto se vio involucrado en la política de torturas, la detención indefinida en Guantánamo y los ataques mortales extrajudiciales", advirtió Zeke Johnson, director de Amnistía Internacional.
De recibir la aprobación del Senado, Brennan relevará al exgeneral David Petraeus, obligado a dimitir en noviembre tras la revelación de una relación adúltera con su biógrafa. (AFP)