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TÚNEZ, 7 de febrero.- El partido gubernamental e islamista Ennahda ha rechazado la propuesta del primer ministro de disolver el Ejecutivo y reemplazarlo por un Gabinete de tecnócratas.
El miércoles, Hamdi Jebali, del mismo partido, anunció un cambio inmediato de Gobierno tras el asesinato de un destacado opositor de izquierdas y de que su muerte desatara protestas en las calles del país. La policía ha reforzado su presencia en los principales focos de tensión ante el temor de que la violencia prenda en una de las naciones de la primavera árabe. No obstante, manifestantes y fuerzas de seguridad han vuelto a enfrentarse en el centro de la capital tunecina. La policía ha lanzado gases lacrimógenos.
El atentado mortal contra Chokri Belaid (recuadro), un abogado de 49 años que dirigía el Movimiento de los Patriotas Demócratas, ha causado enorme conmoción y violencia en el primer país árabe que derrocó a una dictadura. (AP)
El principal sindicato del país, la UGTT, uno de los actores sociales con mayor respaldo y fuerza, incluso en la época de la dictadura de Ben Ali, ha convocado una huelga general para mañana. El éxito del paro y la asistencia al funeral de Chokri Belaid, previsto también para este viernes, determinarán en buena medida la gravedad de la crisis política tunecina.
La oposición de los islamistas de Ennahda, el partido del primer ministro Jebali, a la disolución del Gobierno adelanta que la crisis no se va a zanjar de un plumazo. “El primer ministro no ha pedido opinión a su partido”, dijo el vicepresidente de Ennahda, Abdelhamid Jelassi. “Nosotros, en Ennahda creemos que Túnez necesita ahora un Gobierno político. Continuaremos las conversaciones con otros partidos para formar una coalición de Gobierno”.
Anoche, Jebali pronunció un discurso en el que anunció que “tras el fracaso de las negociaciones entre partidos sobre la remodelación del Ejecutivo, he decidido formar un pequeño Gobierno tecnocrático” a la espera de una próxima celebración de elecciones.
El opositor Belaid era un conocido crítico del Gobierno y en general de la creciente influencia del islamismo en Túnez. (EL PAÍS)