PARÍS, 10 de abril.- El proyecto de ley sobre el matrimonio igualitario en Francia ha traído graves conflictos sociales a lo largo y ancho de todo el país, con la frontal oposición de la Iglesia Católica y de grupos conservadores. Fruto de esa tensión, las brutales agresiones sobre miembros del colectivo LGTB han aumentado alarmantemente en las últimas semanas.

A pesar de todo, según encuestas recientes, el pueblo francés apoya la la decisión del Presidente Hollande, ya que el 53% de la población se muestra favorable al matrimonio entre personas del mismo sexo. Además hay un cambio de tendencia en cuanto a la legalización de la adopción por parte de parejas homosexuales: un 56% se opone, frente al 48 % que lo hacía a finales de 2012.

Con este contexto, las fotos subidas por Wilfred De Brujin a su Facebook, mostrando las heridas sufridas en un ataque homófobo la semana pasada mientras paseaba con su pareja por las calles de París. "¡Mira, unos maricones!", recuerda que exclamó uno de los cuatro individuos con los que se cruzaron. Luego vino la paliza. El móvil de la agresión era evidente, ya que ni tan siquiera les robaron nada. Como pie de foto, De Brujin añadió: "Lamento enseñaros mis heridas, pero es el rostro de la homofobia".

Ahora, dicha imagen va a ser usada como símbolo, impresa en numerosas pancartas reivindicativas, durante la manifestación que han convocado Act Up París, El Refugio, el colectivo Oui Oui Oui y otras ONGs, para protestar por la escalada de las agresiones contra gays y lesbianas en Francia. Según un portavoz de Oui Oui Oui, "el odio se ha disparado en las últimas semanas debido al debate ciudadano sobre el proyecto de ley del matrimonio para personas del mismo sexo y las autoridades deberían tomar medidas urgentes para prevenir que ocurra algo más grave".

Un informe publicado el pasado lunes por la asociación SOS Homophobie, señala que el número de ataques físicos contra los homosexuales ha crecido un 5% el año pasado en Francia. En el mismo sentido se ha pronunciado Nicolas Noguier, presidente y fundador de El Refugio, una organización que acoge a jóvenes gays de entre 15 y 25 años rechazados por sus familias. Según sus datos, se ha producido recientemente un aumento en las llamadas de los jóvenes pidiendo ayuda, "frente a las 150 personas al mes que nos contactaron de media en 2011 y 2012, de diciembre a esta parte se ha triplicado el número de llamadas, que ahora se sitúa alrededor de 400-450". (universogay.com)