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Por: Juan Carbajal Rosas
LA MERA VERDAD, QUIEN “POR SU GUSTO ES BUEY…, HASTA LA YUNTA LAME”. (Enunciación exclamativa significa que lo hecho por gusto por muy desagradable que sea, hasta le sabe bien al que lo hace).
Con la patochada declarada por el “rutilante” diputadillo Francisco Torres Rivas, este deja al descubierto su falta de capacidad y entendimiento de lo que significa ser un re-pre-sen-tan-te po-pu-lar; sus facultades y potestades para fiscalizar, evaluar y calificar las acciones de los Poderes Ejecutivos, Estatal y Municipales de Yucatán.
¿Cómo se atreve este diputado de marras a reclamar la no inclusión del Poder Legislativo, supongo, ya que en la nota se dice Judicial (?), en el Consejo Ciudadano de Colaboración Municipal para la revisión y seguimiento al ejercicio y aplicación de los recursos públicos derivados del empréstito contratado por el Ayuntamiento de Mérida, que, semanas antes, el pleno del Congreso Local le autorizo al Cabildo meridano que encabeza Renán Barrera Concha?
El susodicho Torres Rivas, antes contratista de obra pública, ahora metido a político priista de medio pelo dijo: “No se nos invitó, y ahí es un compromiso ante representantes del Poder Judicial, el presidente municipal y vemos con tristeza que no haya cumplido con su palabra”.
Por favor; que alguien le diga a este señor, que un diputado no necesita invitación o autorización para fiscalizar las acciones de un gobierno, sea estatal o municipal; que él puede, si quiere, revisar las cuentas de la obra pública y las finanzas municipales y estatales. Tarea que no solo puede hacer, sino que por mandato constitucional debe hacer en beneficio de sus representados.
Quizá este sujeto, cuando votó a favor del mencionado empréstito, su pastor, que lo coordina en el Congreso Local, no le leyó la propuesta, el proyecto y plan de acción que se debió encontrar en la necesaria iniciativa de deuda que presentó el Cabildo de Mérida, y como es costumbre, solo levantó el dedo por consigna.
En esa iniciativa, también se encuentran como corresponsables los regidores de su partido, el PRI y no solo Renán Barrera Concha.
Pero esto va más allá de la aparente pifia de Francisco Torres. Pienso que pueden existir tres razones hipotéticas: