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CIUDAD DEL VATICANO, 9 de abril.- Ban Ki-moon ha incluido un encuentro con el Papa durante su gira por Europa. Esta mañana saludó muy cordialmente a Francisco, lo definió “el líder espiritual del mundo” y dijo que “la ONU y el Vaticano comparten muchas ideas y objetivos”. Francisco cambió el protocolo papal durante los saludos al séquito y marcó con su estilo el histórico encuentro.
El encuentro tuvo lugar en la biblioteca privada del Papa, en el Palacio Apostólico. “En nombre de las Naciones Unidas, le felicito por el comienzo de su mandato”, le dijo.
Según el Vaticano, el Papa y el Secretario general de las Naciones Unidas intercambiaron impresiones sobre “situaciones de conflicto y de emergencia humanitaria”, como la guerra en Siria y las tensiones entre las Coreas. “Se ha mencionado la situación de los refugiados y los emigrantes y el problema de la trata de personas, en particular de mujeres”, una cuestión a la que el Papa Francisco es especialmente sensible.
“Durante el cordial encuentro de Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, con el Papa Francisco, se han analizado temas de interés recíproco, en particular situaciones en conflicto y la grave emergencia humanitaria en Siria y otras, como el de la península coreana y las del continente africano, donde la paz y la estabilidad están amenazadas”, indicó en un comunicado la oficina de prensa de la Santa Sede.(AFP)
El Papa ha recordado “la contribución de la Iglesia a favor de la dignidad integral de la persona y la promoción de una cultura del encuentro que contribuya a los fines institucionales de la ONU”.
El Vaticano explicó que con este encuentro “la Santa Sede desea manifestar su aprecio por el papel central de la ONU en la preservación de la paz en el mundo, en la promoción del bien común y en la defensa de los derechos fundamentales del hombre”.
El Papa conversó por 20 minutos con el dirigente de la ONU en la biblioteca privada del palacio apostólico, y manifestó al oriental el deseo de la Iglesia católica de contribuir “según su identidad y con sus medios” a favor de la “dignidad integral” del ser humano y la promoción de la “cultura del encuentro” y diálogo. Los dos dirigentes abordaron también la necesidad de frenar fenómenos mundiales como la trata de seres humanos, “en especial de mujeres”, y aliviar la situación de refugiados y emigrantes.
El secretario general de las Naciones Unidas acudió con su mujer y un séquito de 11 personas. Le acompañaba Angela Kane, de la comisión de las Naciones Unidas sobre desarme y su jefa de gabinete que es argentina.
El Papa cambió el protocolo y se acercó a cada persona del séquito para entregarle un rosario. Habitualmente, eran los invitados quienes se acercaban al Pontífice para despedirse. Los rosarios llevan el escudo de Benedicto XVI. “Todavía no han llegado los nuevos”, aseguran en el Vaticano. También ha sido una de las primeras veces que el Papa habla en inglés en público. Eso sí, lo hizo muy brevemente. “Esto es para usted, un mosaico de Roma”, dijo a Ban Ki-moon. (ABC)