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WASHINGTON, D.C., 11 de abril.- El National Mall de Washington se convirtió en un pequeño cementerio simbólico con 3,300 cruces de madera, una por cada víctima que se ha cobrado la violencia armada en Estados Unidos desde la masacre en una escuela de Newtown el pasado diciembre.
Con este gesto y bajo el lema "Todos somos Newtown", reverendos y líderes religiosos de diferentes creencias religiosas y provenientes de distintos puntos del país han comenzado en la capital estadounidense una vigilia de 24 horas por todas y cada una de las muertes que, a consecuencia de las armas, han ocurrido desde aquel episodio.
"Como pastores, sabemos por el apoyo espiritual que hemos ofrecido a los afectados por la violencia armada cómo se extiende (el dolor) a través de nuestras comunidades, afectando a todo lo que sucede", dijo Matt Crebbin, quien dirige la Iglesia Congregacional de Newtown, en Connecticut, y uno de los primeros en apoyar a las familias tras esa masacre.
"Este es un asunto moral al que nuestra nación se ha enfrentado desde hace mucho tiempo y tenemos la esperanza de que habrá una respuesta", dijo el reverendo con relación a la posibilidad de que el Congreso estadounidense apruebe una legislación más estricta sobre el control de las armas.
El National Mall de Washington se convirtió en un cementerio simbólico con 3, 300 cruces de madera por víctima de armas en EE.UU.
Crebbin, quien dirigió la vigilia a la que asistió en diciembre el presidente estadounidense, Barack Obama, por las víctimas de Newtown, llamó a las autoridades a actuar cuanto antes para que no sigan ocurriendo tragedias como la de su localidad, en la que perdieron la vida 20 niños y 6 adultos en la escuela Sandy Hook.
Las cruces en el emblemático parque de la capital, entre el Obelisco y el Capitolio, recordarán a todas los fallecidos desde entonces, cuyos nombres serán leídos a lo largo de las 24 horas que durará la vigilia.
El Senado de Estados Unidos, bajo control demócrata, superó este jueves las trabas de varios líderes de la oposición y aprobó una medida que abre el debate formal sobre un proyecto de ley demócrata para el control de las armas en el país.
Con 68 votos a favor y 31 en contra, el Senado avaló, con la ayuda de varios republicanos, iniciar el debate sobre un proyecto de ley demócrata -apoyado por la Casa Blanca- que, entre otros elementos, ampliaría los antecedentes penales para los compradores de armas y otorgaría financiación adicional para la seguridad en las escuelas.
El citado proyecto de ley (S.649), impulsado por el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, no incluye la prohibición de las armas de asalto, aunque Reid dijo que habrá debate sobre enmiendas relacionadas con la citada prohibición y de cargadores largos, a los que se oponen la mayoría de republicanos.
Reid agradeció este jueves el apoyo de los republicanos que decidieron no bloquear el debate y aseguró que, "aunque queda mucho trabajo por hacer", habrá posibilidad de votar sobre una serie de enmiendas a la legislación.
El Senado también debatirá una enmienda que incluye el acuerdo bipartidista anunciado el miércoles por dos senadores clave en el debate, Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Pat Toomey, de Pensilvania, aseguró Reid.
Ese acuerdo, al que se opone la influyente Asociación Nacional del Rifle, ampliaría la revisión de antecedentes a las ventas por Internet y en ferias de armas, en contraste con la ley actual, que lo requiere sólo cuando las compras se hacen a través de un distribuidor autorizado.
Reid advirtió de que sería "una vergüenza" si algunos líderes del Senado intentan boicotear las enmiendas con las que no estuvieran de acuerdo.
"No podemos permitir que unos cuantos senadores arruinen el proceso para todos", enfatizó Reid.
Entre los senadores republicanos que votaron en contra de abrir el debate figuraron el líder de la oposición, Mitch McConnell, y los senadores Marco Rubio, de Florida, John Cornyn, de Texas, y Jeff Sessions, de Alabama.
Previo a la votación sobre el debate, Cornyn destacó la urgencia de proceder de forma deliberada ante la controversia generada por la medida para el control de armas.
"Podemos arreglar este problema y asegurar que las armas no caigan en manos de la gente que, como coincidimos, no debería tenerlas", dijo Cornyn.
Sin embargo, señaló, la medida ante el Senado es "controversial" y "tiene pocas probabilidades, si es que las tiene, de salir a flote".
"Necesitamos responder a las causas de la violencia" y presentar "soluciones reales" en vez de "gestos simbólicos" para evitar tragedias como la masacre en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown en diciembre pasado, afirmó Cornyn.
Para proceder al debate de la medida se requería un mínimo de 60 votos, de un total de 100, en el Senado, por lo que Reid necesitaba el apoyo de al menos ocho republicanos. (EFE)