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La diputada panista Patricia Gamboa Wong habló sobre los beneficios de la modificación al código civil
El aumentar la edad para el matrimonio, el disminuir tiempo en el trámite de adopción de niños abandonados, el permitir el matrimonio con personas con VIH y el instituir la rehabilitación como una de las obligaciones de los hijos hacia sus padres de la tercera edad, son algunas de las modificaciones que recientemente se hicieron al código civil de Yucatán, dio a conocer la diputada y coordinadora de la bancada panista en el Congreso del Estado, Patricia Gamboa Wong.
Agregó que esos cambios en la legislación se hicieron porque Yucatán estaba muy atrasado en materia del código civil y por las peticiones de algunas asociaciones, como por ejemplo las relacionadas con personas con VIH/Sida y con recomendaciones hechas por la UNICEF, en cuestión de niños.
Explicó que con estas acciones se busco proteger y dar mayor seguridad a la familia, especialmente en lo relacionado con los menores, la violencia intrafamiliar, las personas de la tercera edad y las adopciones.
Dio a conocer que en el caso del matrimonio la ley permitía anteriormente que menores de 14 años [mujeres] y varones de 16 podían casarse con consentimiento de los padres o tutores; ahora la edad mínima para hacerlo en ambos casos es de 16 años, como lo sugirió la UNICEF.
—En ese mismo tema, también se hizo una modificación que permite a las personas con VIH/Sida casarse, siempre y cuando la otra persona esté bien enterada sobre el padecimiento de su pareja; esto se haría mediante una carta en la que acepten las condiciones de salud de su novio o novia. Fue una petición de asociaciones que trabajan con personas con VIH/Sida.
La diputada explicó que el tema del divorcio fue otro de los que sufrieron modificaciones, ya que ahora la violencia intrafamiliar es una causal de divorcio.
—Aquí también se logró que en un caso de violencia familiar el juez exija la salida del cónyuge agresor, lo que evitará que la mujer tenga que salir a buscar refugio para ella y para sus hijos.
—Además, la mujer divorciada podrá contraer matrimonio -si asi lo quisiera- al día siguiente de su divorcio, algo que antes sólo podía hacer el hombre porque ella tenía que esperar 300 días.
Destacó que la mujer estará más protegida dentro de la figura del concubinato, que antes no tenía definición legal y que sólo le daba ciertos beneficios a los cinco años de estar viviendo juntos.
—Ahora la ley ya establece que se efectúa por separación de bienes y permite a la mujer gozar, a los dos años de convivencia con su pareja, de prestaciones como el seguro social.
Manifestó que en el caso de los niños se aprobó que si el matrimonio se separa y la mujer se embaraza de otra pareja, el bebé podrá ser registrado con el nombre de su padre biológico.
Precisó que anteriormente la mujer tenía que registrarlo con sus apellidos de soltera.
—Para hacer más expedita la adopción de niños abandonados cuyos padres se desconocen, se redujo el tiempo de 30 a 7 días para que inicien los trámites; en el caso de niños abandonados, de los que sí se conoce la identidad de los padres, pasarán de 60 a 30 días. El problema es que antes tenían que hacerse varias notificaciones y ahora se está eliminando tanto papeleo.
La diputada también se refirió a la polémica generada sobre los solteros que no podían adoptar al señalar que la Procuraduría de la Defensa del Menor tomará más en cuenta el que los solicitantes cumplan con los requisitos de adopción más que su estado civil.
—También se trabajó para hacer un juicio especial más rápido mientras el niño está bajo tutela pública del Estado, a fin de que el menor pueda ser adoptado sin un largo juicio de perdida de patria potestad, que era un procedimiento muy largo.
En cuanto a las personas de la tercera edad, dijo que aunque la ley ya hace obligatorio para los hijos que tengan padres en esa situación el brindarles alimentación, ahora también hace obligatoria la atención geriátrica en lo relacionado a rehabilitación.
—El problema es que pese a tener estos elementos legales a su favor, la gente de la tercera edad no la usa aún cuando sus hijos los abandonan, ya que por algún motivo prefieren dejarse que exigir sus derechos. L.I.