1204 palabras
"Desde niño Wafé fue muy alegre, travieso, sumamente respetuoso conmigo y con la gente que lo rodeaba; era muy cariñoso y siempre estaba dispuesto a ayudar a las personas necesitadas; tiene un gran amor al prójimo", comentó la mamá de Wafé en entrevista exclusiva para Artículo 7.
—Me pongo muy nerviosa cuando tengo micrófonos o grabadoras enfrente —comentó al reportero de Artículo 7— por eso no se qué voy hacer mañana cuando se me acerquen los reporteros a preguntarme... —comentó doña María del Carmen en alusión a la concentración en el Monumento a la Bandera para protestar por la fabricación de expedientes por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Visiblemente nerviosa, la Sra. María del Carmen Torre de Kuri, en la tranquilidad de su casa y con la soledad que embarga a una madre que lucha por apoyar a su hijo, se decidió a hablar por primera vez ante un medio de comunicación.
¿Cómo veía la relación de Wafé y Rosita?
—Rosita y Wafé estaban muy felices por la noticia de que pronto serían padres. Eso hizo que se vieran más unidos y muy enamorados.
¿Qué recuerda del día de los hechos y cómo se entera del trágico suceso?
—Es un día que quisiera no haber vivido. No quisiera recordarlo. Él mismo me habla (refiriéndose a Wafé) y me da la noticia al mismo tiempo pidiéndome ayuda. Sentí en esos momentos que enloquecía. Me invadió el miedo y una angustia que jamás había sentido. Mientras lo operaban le pedía a Dios que me diera fortaleza para aceptar su voluntad. Fueron momentos muy dolorosos.
—Cuando pregunté por Rosita y me dijeron que estaba muerta sentí que se me caía el mundo. Fue muy dolorosa la muerte de Rosita para todos nosotros.
¿Cómo califica el proceso judicial que se le está llevando a su hijo Wafé?
—Sólo puedo decir que está yendo muy lento. No creo que sea justo, pues algunas pruebas que demuestran claramente su inocencia no han sido aceptadas.
¿Qué puede decir de la actuación del exprocurador, José Guzmán Pacheco y del exsubprocurador, Rafael Acosta Solís?
—Fueron muy irresponsables. A mi hijo y a Rosita se les juzgó antes de hacer las averiguaciones previas. Se dijo de ella y de él lo que nunca en mi vida hubiera podido imaginar.
—La denuncia del robo que se interpuso por la desaparición de alhajas y dinero en efectivo de mi nuera y mi hijo nunca procedió. Realmente lo que querían es que no hubiera un móvil, que fuera por robo. Ellos [Ministerio Público] dijeron que vinieron a la casa para interrogarme sobre el asunto, pero que yo no les quise abrir. Es una mentira. Del doctor Arceo [suegro de Wafé] dijeron lo mismo. Me pregunto: ¿cómo pueden ser capaces de afirmar con tanta certeza una mentira? No lo puedo creer. —la señora María del Carmen sigue preguntándose— ¿creen que alguien que hace una denuncia no quiera saber sobre ella? ¿es más fácil ocultar la verdad?
—A pocas horas de los hechos, el señor Rafael Acosta dijo claramente: "a este güerito culpable o inocente lo hundo". Él [Rafael Acosta] creía que mi hijo estaba dormido.
—Me pregunto: ¿qué puedo pensar de ello? ¿en manos de quién estamos? ¿a quién acudir cuando hay una violación a la ley?
¿Cómo ve la actuación de la Procuraduría actual?
—Con respecto al caso de mi hijo Wafé, veo muchas deficiencias. Por ejemplo: la casa debe estar custodiada las 24 horas y por el contrario, está abandonada. Los sellos de la Procuraduría están rotos. Hay ventanas abiertas y se ven huellas de zapatos que indican que han entrado personas últimamente. Hubo una diligencia hace unos días en la que se comprobó lo antes dicho por peritos y autoridades. El resguardo de la propiedad ¿es responsabilidad de la Procuraduría, de la juez? La verdad, no se de quién sea; lo que pido es que quien tenga el resguardo a su cargo, ¡que lo haga con responsabilidad!
¿Cómo ha impactado en su vida este suceso?
—En todos los sentidos. Pero lo importante es que mi familia sigue unida.
¿Cómo es su rutina hoy en día?
—Todos los días lo primero que hago al despertar es pensar en él. Rezo y se lo encomiendo a Dios. Pienso mucho y me preocupa su estado de ánimo. Pienso en lo difícil que debe ser para él que haya perdido a su esposa y a su hijo, y que, además, lo acusen de un delito que no cometió y lo priven de su libertad.
—Cuando él está triste, yo estoy triste. Cuando está deprimido y angustiado, yo lo estoy. Cuando llora por la pérdida de su familia, no encuentro palabras para consolarlo.
¿Visita con frecuencia a Wafé?
—Con mucha frecuencia. Todos los días de visita.
¿Cree ciegamente en la inocencia de su hijo?
—No tengo la menor duda.
En este momento el caso depende de una sola persona, la juez ¿qué le pide a ella?
—Que sea justa; que no sólo tome en cuenta las pruebas que están en el expediente. Que valore y acepte las nuevas pruebas que han ido surgiendo y que demuestran la inocencia de mi hijo. Pruebas verdaderas efectuadas científicamente por peritos en la materia.
—Pido que actúe con obviedad y justicia. Que piense muy bien antes de tomar una decisión tan importante, pues de ella depende la vida de una persona. La de mi hijo.
Para finalizar, la Sra. Torre de Kuri agradeció el apoyo que ella y su familia han recibido de familiares, amigos, conocidos y extraños, que les han dado palabras de aliento, ánimo y esperanza. "Ello ha hecho que esta etapa de nuestra vida sea un poco menos pesada", concluyó.