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LA PAZ, 24 de junio.- Ciudades sin vigilancia, violentos disturbios, protestas frente al palacio presidencial y saqueos a edificios gubernamentales: tal es la situación que se vive en Bolivia desde hace tres días, como consecuencia de un motín de policías que protestan en reclamo de mejores condiciones salariales.
El gobierno del presidente Evo Morales aceleró ayer por la tarde los esfuerzos de retomar el diálogo con los amotinados y encontrar una rápida solución, luego de que el intento de conciliación naufragara en la mañana de ayer.
Agentes bolivianos protestando. En el recuadro, el presidente Evo Morales.
"Hemos avanzado en torno a los cuatro temas que nos habían planteado. En varios, hay que trabajar en comisiones técnicas. Hemos hecho el máximo esfuerzo con propuestas realistas", dijo el ministro de Gobierno, Carlos Romero. Pero el diálogo se truncó luego de que las ofertas gubernamentales no cubrieron las expectativas de los amotinados.
El gobierno ofreció un bono mensual de 200 bolivianos (28 dólares) y una dotación de víveres equivalente a 600 bolivianos (90 dólares) para elevarles el salario a 2000 bolivianos (280 dólares). Pero los amotinados exigen ganar igual que los militares de rango similar, quienes -según sus datos- ganan prácticamente el doble.
Los policías, que tomaron más de una veintena de cuarteles y comandancias departamentales en todo el país, reclaman también jubilarse con el 100 por 100 de su último salario, flexibilizar el reglamento disciplinario y crear una defensoría del policía.
Miembros de la Policía y las esposas de los uniformados lograron respuesta del Gobierno con sus medidas de presión.
"No estamos exigiendo migajas, estamos exigiendo soluciones profundas", afirmó el líder de los suboficiales sublevados Edgar Ramos, al hacer un balance del diálogo con el gobierno. Además, señaló la voluntad de retomar las negociaciones, porque "el deseo que tenemos todos es que de una vez por todas encontremos soluciones".
Los incidentes en Bolivia comenzaron el jueves pasado, con una huelga de hambre de unas 50 esposas de policías y un motín que se extendió por todo el país, y que anteayer derivó en graves disturbios, en especial en La Paz. Ante la prolongada ausencia policial, el gobierno de Morales decidió ayer sacar a miembros de las fuerzas armadas a patrullar las calles del país. (AFP / EFE / ANSA)
Enlace a Evo negocia con los policías