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MEXICO, D.F., 14 de junio.- El caso de los 12 jóvenes que desaparecieron en un bar de la Zona Rosa no es el único que ha ocurrido recientemente en el Distrito Federal.
Desde el 19 de abril, cinco jóvenes no han podido ser localizados ni por las autoridades de la capital ni por sus familiares, pese a que su desaparición fue denunciada ante el Centro de Apoyo de Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), de la Procuraduría del Distrito Federal.
Ese viernes, cinco jóvenes —entre ellos un menor de edad— acudieron al Virtual Mix Club, un centro nocturno ubicado al Norte de la Ciudad de México, pero ya no regresaron a sus casas.
Se trata de Jonathan Astivia Velázquez, de 27 años; Luis Orlando Flores García, de 20; Jonathan Barrios Ferreira, de 22 años; Rodrigo G.V., de 16; y Jorge Daniel Casasola López, de 19 años.
Todos vivían en distintos puntos del Distrito Federal, pero se conocían debido a que Jonathan Astivia, Jonathan Barrios y Luis Orlando trabajan como estilistas en un salón de belleza que era frecuentado por Rodrigo y Jorge Daniel.
Tras la desaparición, cada una de las madres de los desaparecidos acudió de forma independiente a presentar la denuncia ante CAPEA, y ahí se dieron cuenta —72 horas después— de que todos habían desaparecido en el mismo lugar y el mismo día.
Pese a que las madres exigían a las autoridades prontitud en la investigación para registrar el interior del Virtual Mix Club, interrogar a los dueños del establecimiento y revisar los videos de cámaras de seguridad pública, las autoridades se negaron a actuar, según dijeron tres de las madres a CNNMéxico.
“En CAPEA nos hicieron perder tiempo. Tuvieron la oportunidad de ver cámaras a tiempo, ver al dueño del bar”, explica Sandra López, madre de Jorge Daniel. “Nunca nos permitieron ver esa cámara porque según estaban esperando un oficio y que lo firmaran, y nunca lo hicieron”.
Junto a Guadalupe Villegas, madre de Rodrigo, e Hilda García, madre de Luis Orlando, las afectadas coinciden en que las autoridades de CAPEA y de la Procuraduría del Distrito Federal fueron omisas en la investigación, lo que ha provocado que el caso siga sin respuesta a casi dos meses de la desaparición.
CNNMéxico buscó la versión de las autoridades de CAPEA sobre los señalamientos de los familiares, pero no tuvieron una respuesta a los señalamientos.
El procurador capitalino dijo en una conferencia de prensa por la noche que existe una averiguación previa sobre el caso.
Los familiares de las personas reportadas como desaparecidas pidieron ayuda a la Procuraduría General de la República (PGR), a la nueva unidad federal sobre personas ausentes y extraviadas, agregó.
“Tenemos colaboración por supuesto con ellos", dijo Ríos Garza. "Hay un solo testigo que entra y dice haberlos visto en este lugar, que se retira al baño, y cuando regresa ya no están. Es el dicho de este testigo, en la averiguación previa".
El procurador capitalino señaló que las diligencias sobre el caso se están realizando en forma conjunta entre CAPEA, la Procuraduría del D.F. y la unidad de la PGR. El testigo se presentó a declarar ante la PGJDF, dijo Ríos Garza.
La madre de Rodrigo, el joven de 16 años, dijo a CNNMéxico que esta era la primera vez que su hijo le pedía permiso para salir a un club nocturno con su amigo Jorge Daniel.
“Era la primera vez que salía solo. Me pidió permiso de ir a la casa de su amigo Daniel. Ya dos o tres veces que se había ido a quedar a la casa de él. Yo les hablaba y no había problema. Pero era la primera vez que salía con estas personas”, asegura Guadalupe Villegas.
Sandra López dijo que la noche en la que desaparecieron, su hijo Jorge Daniel le había pedido permiso para salir a una tienda de comestibles con su amigo, pero ya no regresaron. Lo intentó contactar a través de su celular durante la madrugada, pero estaba apagado.
Después tuvieron que investigar por su cuenta con quiénes habían estado, dice López.
“Nosotros tuvimos que averiguar, investigar. Como no conocemos a estos muchachos, tuvimos que andar averiguando qué tipo de muchachos eran, cómo eran, quiénes eran. No teníamos ninguna pista hasta que comenzamos a averiguar por nuestra cuenta.”
Pasados varios días de la desaparición, el Virtual Mix Club fue cerrado por una aparente remodelación, por lo que semanas después cuando las autoridades del Distrito Federal acudieron a investigar el lugar ya se encontraba cerrado, asegura Sandra López.
Las cámaras de vigilancia pública almacenan imágenes durante siete días, por lo que las autoridades de la Procuraduría del Distrito Federal dijeron a los familiares que ya no se podría realizar una investigación de los videos que ayudará a saber qué ocurrió en esa noche, según López.
Conforme avanzaron las semanas, los familiares pudieron conseguir que CAPEA publicara las fichas de desaparición, conocidas como sábanas, para que pudieran ser distribuidas en vías públicas y medios de transporte en la búsqueda de información de los desaparecidos.
Ante lo que consideran como lentitud de la investigación, han acudido ante la Procuraduría General de la República, cuya oficina de atención a víctimas escuchó el caso. Sin embargo, la vocería de la Fiscalía dijo a CNNMéxico que no corresponde al fuero federal la atención de esta investigación.
Las madres dicen sentir desesperación de que la Procuraduría del Distrito Federal no ha puesto atención a este caso, similar al ocurrido en el bar Heaven en el que desaparecieron 12 personas el 26 de mayo pasado.
“Necesitamos hacer mucho escándalo como los (desaparecidos) de Tepito para que nos puedan hacer caso, porque no nos dicen nada. Tienen información y no nos dicen nada”, dice Guadalupe Villegas.
Hasta este lunes que la Procuraduría del Distrito Federal ofreció una reunión con Zulma Campos Mata, de la oficina de Atención a Víctimas y Servicios a la Comunidad, pero fue luego de que el grupo de madres amenazó con cerrar la calle de la sede de la Fiscalía.
Las autoridades de CAPEA han solicitado a las madres muestras de sangre para realizar pruebas de ADN con los cuerpos que llegan habitualmente al servicio forense, pero tanto Villegas como López se niegan a pensar que sus hijos pudieran estar muertos.
Dicen que los quieren encontrar con vida y que las autoridades investiguen para que así sea.
Desde el pasado 20 de abril, la Procuraduría capitalina conoció de la desaparición de cinco jóvenes en el bar Virtual Mix, ubicado en la colonia Lindavista, en donde el pasado viernes, la Procuraduría General de la República (PGR), quien lleva la investigación del caso, realizó un operativo para ubicar al dueño por un caso de trata de personas.
Es esa dependencia federal la que recibió la denuncia de los familiares, confirmó el procurador capitalino Rodolfo Ríos.
Como en el caso del Heaven, fue el Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), perteneciente a la Procuraduría capitalina, quien atendió a los padres de los jóvenes desaparecidos.
El Universal publicó el pasado domingo que, por error, la PGR se llevó a nueve personas la noche del viernes del lugar, pero las liberó dos horas después.
Un grupo de policías encapuchados y con armas largas acudieron antes de las 20:00 horas de ese día en busca del dueño de dicho negocio, sin saber que hace dos semanas el establecimiento cambió de propietario, según datos de la Procuraduría capitalina, quien indicó que la investigación obedecía a un caso de trata de personas.
Sin embargo, el pasado 20 de abril se registró la desaparición de cinco jóvenes que acudieron a dicha discoteca ubicada en el número 1785 de Insurgentes Norte: Rodrigo González Villegas, de 16 años de edad; Jorge Daniel Casasola López, de 19 años; Jonathan Barrios Ferreira, de 22 años; Luis Orlando Flores García, de 20 años; así como Jonathan Astivia Velázquez, de 27 años.
Sus familiares acudieron a varios medios, así como a las redes sociales para tratar de ubicarlos.
Las fichas del CAPEA no indican el lugar del cual desaparecieron los jóvenes, sino la colonia donde algunos vivían o trabajaban.
La asociación civil Notiese documentó que Luis y Jonathan fueron a bailar a un antro del cual sus familiares desconocían el nombre, tras terminar su jornada de trabajo como estilistas en un salón de belleza ubicado en la colonia Santa María La Ribera.
Sin embargo, no supieron más de ellos desde ese día.
Fue a partir del lunes 22 de abril que los familiares de los jóvenes empezaron con la búsqueda, por lo que acudieron al CAPEA.
"Un amigo de Luis y Jonathan aseguró haberlos visto en un antro llamado Virtual Club, ubicado sobre avenida Insurgentes, cerca de la estación Deportivo 18 de Marzo del Sistema de Transporte Colectivo Metro, pero luego ya no supo más de ellos".
El jueves 25 de abril se ratificó el extravío de los jóvenes; "pero entonces se encontraron con la noticia de que ya no sólo estaban reportados como desaparecidos Luis y Jonathan, sino también otros cinco jóvenes de entre 15 y 22 años de edad, desapariciones que el CAPEA asoció inmediatamente con las dos primeras que ya tenía registradas". (Agencias)