470 palabras
Cualquier ciudadano mexicano está protegido por el artículo 9 de la Constitución. Es un derecho fundamental de todo mexicano. Este artículo no hace mención de excepción alguna. Por ejemplo, no dice una sola palabra con respecto a que solo podrán manifestarse públicamente los que no pertenezcan a partidos políticos.
En forma insistente declaran algunos políticos del PRI que la violencia el día 4 de julio fue debido a que allí se encontraban miembros del PAN. Algunos ciudadanos, cayendo ingenuamente en el juego a que los invita el PRI, aplican la lógica: “por lo tanto, que salgan los del PAN del movimiento”.
Los ciudadanos no podemos excluir a persona alguna con derechos constitucionales activos, de nuestros movimientos. En vez de excluir políticos del partido que sea, debemos incluir a todos los políticos que se precien de ser gente decente, sin importar de qué partido político sean. Miembros del PRI, PRD, PVEM, PT, CONVERGENCIA o PAN que estén de acuerdo en que las manifestaciones de los ciudadanos para protestar en contra de decisiones tomadas por cualquier nivel de gobernante, no pueden ni deben ser reprimidas por cuerpos mercenarios de inseguridad, deben estar requeridos para ser parte del movimiento ciudadano que ahora existe solo con un objetivo: que quede claro que los ciudadanos mexicanos de Yucatán no vamos a tolerar el uso de los recursos públicos para violar la Constitución, reprimiéndonos cuando nos reunamos para protestar en contra de actos no aprobados de cualquier autoridad.
El agravio, el delito, el acto prepotente —delictivo— de la autoridad ha sido consumado. El tiempo no puede retroceder: lo que sucedió, sucedido ha.
Parece ser conveniente, ante ese contundente hecho, que solo hay un camino para la ciudadanía: unirse en contra de los violadores de las leyes, de los que se burlan de la Constitución y de lo que esta protege. Como ciudadanos estamos incluidos en ese deber todos, sin importar cuál sea nuestra religión, partido político o creencia filosófica. Estamos unidos, al ser ciudadanos mexicanos, bajo la protección de la Constitución. En ese conglomerado nuevo no queda persona decente excluida, aunque pertenezca a un partido político, cualquiera que sea.
Es muy peligroso dejarse llevar por la lógica sofista que usan los autoritarios para ir barriendo de la sociedad a los individuos o grupos que les estorban. Abstengámonos de caer en esa tontería.