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Nuestras líneas telefónicas y nuestro Internet están intervenidos. Están enterados de las comunicaciones que tenemos con cónyuges, hijos e hijas, amigos y amigas, etc. Están al pendiente seguramente de comunicaciones que ellos consideran “importantes”. Deben estar esperando que nos llamen de algún lado para denunciar alguna situación que el denunciante considera anómala, que afecta sus intereses o los intereses colectivos.
El acto de intervenir nuestros sistemas de comunicación —teléfonos, Internet, celulares— es algo que puede ser calificado de invasivo. Por el momento olvidemos las leyes que los invasores están violando —deben ser varias y ya los abogados determinarán cómo tratar el asunto desde el punto de vista legal. Entonces, concentrémonos en las molestias que, podemos pensar, entrarán dentro de algún tipo de daño. Es justo, ¿no?
Estamos en una llamada con el SAT, reportando que la página de validación de comprobantes digitales (archivos XML) no está funcionando: si le presentas un XML que contiene palabras con acentos, diéresis o eñes, automáticamente te la rechaza. Rechaza dando la razón de que no está codificado en el juego de caracteres UTF8. El asunto comenzaba a ser comprendido por nuestro interlocutor cuando, de pronto, ya no podía escucharnos. Se había producido la quinta o sexta intervención de ese día.
Las interrupciones a nuestro servicio de Internet son constantes. Se intensifican los viernes. Es el día que cerramos la edición impresa. Las constantes llamadas a la empresa que nos provee los servicios de comunicación causan sorpresa en el proveedor. “Parece ser que los fallos solo son allá, con ustedes...” Tenemos que razonar: si se tratara de fallos generales, serían sufridos por todos los usuarios de la “marca” que hemos contratado. De ser así, ¿no estará la marca sujeta a que se le revise la concesión? “Si no pueden dar el servicio, ¡que renuncien!” La expresión parece estar de moda...
Es difícil que funcione correctamente un sistema que está siendo constantemente intervenido por invasores. ¿Es esa la manera que, como ciudadanos, aprobaríamos de un gobierno que por mandato debe operar en forma democrática?