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Mientras aumenta el número de fallecidos por el naufragio del pasado domingo en el río Volga, cuando una embarcación de recreo se fue a pique con más de doscientas personas a bordo, trasciende que el barco, con más de medio siglo de antigüedad, no había pasado revisión alguna desde 1980 y, además, llevaba más pasaje del permitido. No sólo eso, tampoco tenía permiso para transportar personas, según la Fiscalía.
Imagen tomada por el Ministerio de Emergencias de Tatarstán que muestra los cadáveres de cuatro víctimas del naufragio.
Los buzos rescatistas han localizado en el interior del barco a unos 110 cadáveres, buena parte de ellos de niños. A los buzos aún les faltaba por inspeccionar anoche más del 50 por ciento de la cubierta principal.
Según los servicios de emergencia tártaros, 106 especialistas están buceando por los compartimentos del barco en busca de cadáveres, muchos de los cuales se encuentran en el bar y el restaurante de la embarcación. En la sala de música se habían concentrado no menos de una treintena de niños poco antes del hundimiento del "Bulgaria", que se encuentra a casi 20 metros de profundidad.
La TV rusa proporcionó una foto de archivo del barco de pasajeros "Bulgaria" en el río Volga.
En el barco viajaban 208 personas -148 turistas, 35 tripulantes y 25 pasajeros no registrados- según los datos de las autoridades federales. Unas 80 personas han sido rescatadas con vida, mientras que el resto de pasajeros habría muerto ahogado en un tramo del Volga donde la costa más cercana se encuentra a casi tres kilómetros.
El naufragio del barco de doble cubierta fabricado en Checoslovaquia en 1955 se produjo a las 13:58 hora local del domingo, junto a la localidad de Siukeyev, cuando realizaba una travesía entre Bolgar y Kazán, capital tártara. Las autoridades locales expresaron su estupefacción por el hecho de que el buque se hundiera en unos pocos minutos, sin dar tiempo ni a la tripulación ni a los pasajeros a reaccionar y saltar por la borda.
Según algunas fuentes, el barco llevaba más de doscientos pasajeros, pero únicamente tenía cabida para 120 personas. Otros cifran en medio centenar el exceso de pasajeros. La Fiscalía General rusa denunció que la compañía naviera propietaria de la embarcación y sus tripulantes habían cometido numerosas infracciones previas.