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La actriz estadounidense Meryl Streep demostró el lunes en Londres que posee la fuerza necesaria para encarnar a la ex primera ministra británica Margaret Thatcher durante la presentación del cartel de su nueva biografía fílmica, "The Iron Lady" (La dama de hierro).
La dos veces ganadora del Oscar tenía que estirar de una cuerda para desvelar el cartel pegado colocado sobre un camión ante el venerable Parlamento británico, en el corazón de la capital, pero se quedó con la cuerda en la mano durante el tirón.
Streep, sin embargo, no se desanimó y con la ayuda de la directora de la película, Phyllida Lloyd, rasgó el papel que recubría la enorme fotografía en la que aparece perfectamente caracterizada como Margaret Thatcher.
Frente al Parlamento británico, Meryl Streep devela el promocional de la biopic de Margaret Thatcher. (REUTERS)
"Estoy contenta de estar aquí con mi brillante directora para daros un anticipo de lo que pronto estaréis hartos de ver en Londres, es decir, mi cara en el cartel", dijo Street, de 62 años.
"Volveremos en enero cuando se estrene la película y entonces habrá más", agregó.
Phyllida Lloyd, quien ya dirigió a Meryl Street en la película musical "Mamma Mia!, declaró por su parte que interpretar a la Dama de Hierro fue un "desafío" para la polifacética actriz.
"Encarnar toda una vida es un desafío increíble para un actor y, por supuesto, venir aquí a Inglaterra le producía cierta aprensión", dijo. "Pero creo que la gente se quedará asombrada", declaró.
Portada de Time de mayo del 79, cuando 'la dama de hierro' (o dama luchadora) asumió como primera ministra de Gran Bretaña.
Por exigencias del guión, Meriyl Streep adoptó el característico peinado, las míticas perlas y el pintalabios carmín de la carismática y controvertida ex primera ministra, que llevó a cabo una revolución conservadora en el Reino Unido de 1979 a 1990.
En diciembre de 1990, Time tituló 'La dama se retira'.
"No es una película biográfica tradicional, ni una película política... Es una historia humana", señaló la realizadora.
A sus 86 años, Margaret Thatcher sufre desde hace tiempo problemas de salud y hace casi una década que no ha vuelto a hablar en público después de que los médicos se lo desaconsejaran a raíz de pequeños ataques de apoplejía que le causaron confusión y pérdidas de memoria.