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El Insomnio es un trastorno del sueño y es el resultado de una mala calidad o cantidad de sueño, ocasionando al paciente problemas para dormir o para volver a hacerlo si despierta durante la noche. Así lo explicó el Dr. Jorge Salazar Ceballos, neurólogo clínico del Hospital Regional "Ignacio García Téllez" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Agregó que de los 20 trastornos del sueño, el insomnio es el más frecuente y afecta a todos, aunque suele darse con mayor frecuencia en mujeres y en personas de la tercera edad. Además, se considera la segunda queja subjetiva más común, por parte de los pacientes, después del dolor. Es un motivo muy frecuente de consulta.
—Desafortunadamente, los trastornos del sueño, como el insomnio, constituyen un grupo de procesos que suelen ser mal diagnosticados y equivocadamente tratados, lo que representa una carga de salud pública.
Explicó que el ser humano pasa una tercera parte de la vida durmiendo, por lo que el sueño juega un papel importante en mantener la salud física y mental del individuo. El sueño es considerado como un estado transitorio de ausencia de conexión con el medio externo. Contrario a lo que se pudiera pensar, es un estado muy activo, porque aunque el sujeto está durmiendo en realidad el cerebro está presentando una gran cantidad de cambios hormonales e inmunológicos, que pueden curar o enfermar al individuo.
Destacó que la falta de sueño generalmente lleva a una incapacidad para concentrarse, provoca problemas de memoria, disminución de la libido, pérdida de la productividad e, incluso, puede ocasionar accidentes de tránsito. Se reporta que la mitad de los adultos presentan síntomas de insomnio.
—Es muy importante mencionar que el insomnio puede ser indicador de que el paciente tiene un problema. En este caso el insomnio no es necesariamente la enfermedad en sí, sino un síntoma de alguna enfermedad.
Comentó que si la persona tiene problemas para dormir o para conciliar el sueño por un mes, entonces, el problema sí puede ser insomnio.
—Hay gente que duerme cuatro horas y que tiene el sueño corto, pero si esas cuatro horas le sirven al paciente para ser funcional, no hablamos de insomnio. Se dice en términos generales, que el promedio de sueño en el adulto sano es de seis a siete horas, pero no es uniforme ni es el mismo para todas las edades. Además, más que la cantidad de horas, lo que importa es la calidad del sueño: se busca que sea reparador.
Hay gente que puede dormir 12 horas, pero el sueño no le funciona porque no descansa. Eso también es una forma de insomnio. Las horas son solo un indicador, lo primordial, es la calidad del sueño.
Dijo que cuando se tiene un paciente con insomnio hay que determinar la causa, ya que la persona puede tener alguna enfermedad que está condicionando esa mala calidad del sueño. Si es así, hay que darle un tratamiento, que es lo que habitualmente los médicos no hacen.
—También pueden influir circunstancias adversas de la vida, como problemas económicos o personales, el estrés o una depresión mayor. Además, se dan enfermedades que pueden cursar con insomnio en cualquier momento de su desarrollo como, por ejemplo, las cardiopatías. Detectando el origen del insomnio se puede dar un tratamiento correcto. De lo contrario, si solo le damos medicamento, el paciente va a seguir durante meses con su insomnio. Las neuropatías en los diabéticos generan insomnio porque hay muchos que por las noches tienen dolor o ardor en las manos o los pies y ese dolor les impide conciliar adecuadamente el sueño.
En cuanto al diagnóstico, dijo que 90% de los casos es clínico, es decir, se hace por medio de interrogación y exploración del médico. En casos muy específicos, se pueden hacer estudios, pero son muy costosos.
Finalmente, señaló que lo importante es acudir al médico y recibir un tratamiento integral y no automedicarse con pastillas para dormir, ya que el abuso de estos fármacos solo agrava el insomnio y además puede ocasionar adicción. L.I.