423 palabras
Fueron 53 segundos que parecían especialmente diseñados para formar parte del universo de YouTube de fallos garrafales. Cincuenta y tres segundos con los que puede que la campaña del gobernador de Texas, Rick Perry, para lograr la nominación republicana a la Casa Blanca haya quedado tocada de muerte (enlace al vídeo).
Con el debate en la noche del miércoles en Rochester (Michigan), el equipo de campaña de Perry pretendía que éste tomara impulso en las negativas encuestas o que al menos, solo al menos, mantuviera una línea de argumentación libre de fallos. Sucedió todo lo contrario. La metedura de pata fue tan brutal que hay que remontarse a épocas lejanas, como cuando el entonces presidente Gerald Ford negó que existiera influencia soviética sobre los países de Europa del Este en 1976, o cuando el demócrata Michael Dukakis, contricante de George Bush padre en 1988, titubeó al responder sobre si aceptaría la pena de muerte en el supuesto caso de que su esposa fuera violada y asesinada.
Rick Perry es el mismo aspirante que en su campaña en New Hampshire dijo que como Presidente de EE. UU. consideraría enviar a México tropas para combatir al narco.
Perry, la noche del miércoles, estaba explicando a la audiencia en el debate entre los candidatos republicanos que si llegaba a la Casa Blanca eliminaría de un plumazo tres agencias gubernamentales. “Comercio, Educación y … ¿cuál es la tercera?”, se preguntaba a sí mismo el Gobernador, con dos dedos ya desplegados y el tercero moviéndose a la espera de una respuesta. “Comercio y a ver cuál es la otra….”, continuó, prorrogando una agonía que resultaba difícil de observar y que hubiera cortado de cuajo cambiando de tema y evitando tan incómodo silencio. Pero no. El candidato persistía en el error. ¿Cuál era la tercera?, el tercer dedo todavía extendido. “No puedo”, terminó por admitir. “La tercera, no puedo. Lo siento. Ups”.
No pudo. Su compañero de partido y rival en la carrera Ron Paul intentó echarle un cable: “¿Medioambiente?”, le sugirió. No, tampoco era medioambiente. Nunca sabremos cuál era.