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Silvio Berlusconi renunciará esta tarde y mañana el flamante senador vitalicio Mario Monti, economista de gran prestigio, jurará con su nuevo gobierno de emergencia nacional ante el presidente Giorgio Napolitano, el personaje-clave de esta dramática crisis. Así están las cosas más allá de las formalidades. El Senado aprobó ayer, y la Cámara de Diputados lo hará hoy, la ley de emergencia anticrisis con las medidas que Europa y el FMI han exigido a Italia.
Festejan los mercados mundiales y subieron las bolsas europeas . Bajaron fuerte las tasas de interés de los títulos públicos italianos, a un 6.40% en el caso de los bonos decenales. La Bolsa de Milán trepó el 3.7%, El gobierno Monti deberá desde la semana próxima pasar el examen del Parlamento, con una buena mayoría en ambas cámaras. Si los números son escasos, el profesor no aceptará una victoria famélica. Es improbable que esto ocurra. Han bastado 48 horas para despejar un panorama de desastre que el miércoles había puesto al país al borde de la bancarrota.
Berlusconi amenaza ahora con no apoyar a Monti como primer ministro.- Esta tarde, cumpliendo con su promesa, Silvio Berlusconi dejará de ser primer ministro italiano. Pero lo que a estas alturas aún no está claro es quién tomará las riendas de Italia cuando él se vaya. Sobre todo porque todo indica que 'Il Cavaliere' ha decidido hacerle la guerra a Mario Monti, el prestigioso economista y ex comisario de la UE.
Monti, de 68 años, asumió ayer entre aplausos en la Cámara Alta su condición de senador vitalicio, nombrado de improviso por Napolitano para institucionalizar su figura, blindarla y proyectarla hacia la jefatura del gobierno, quitando de en medio a Berlusconi y sus maniobras postreras. Gran muñeca demuestra Napolitano, de 86 años, muchos años dirigente comunista y siempre un hombre moderado.
Giorgio Napolitano fue elegido presidente de la República en 2006. Actuar como "garante de la Constitución" con Berlusconi al frente del Gobierno no fue tarea fácil, y Napolitano supo desempeñarla con estricta objetividad, a pesar de la distancia que le separaba del primer ministro. El octogenario muestra que es posible otra forma de dirigir el Estado, con un estricto sentido de la moralidad y de atención a los intereses públicos. Él es el hombre más respetado en Italia.
El ex comisario europeo Mario Monti, quien hoy es casi seguro asuma la jefatura de gobierno. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, está dispuesto a viajar a Roma junto con la canciller alemana, Angela Merkel, para expresar su respaldo al eventual futuro gobierno italiano una vez que Monti sea nombrado, según informa este sábado el diario Le Monde
Berlusconi ha perdido todas las municiones para condicionar los acontecimientos, aunque una buena parte de su partido, el PdL (Popolo della Libertà), resiste. Son los que, como el mismo Berlusconi hasta hace tres días, se oponen a la solución del gobierno de emergencia nacional. Exigen elecciones anticipadas, que es una pretensión imposible.
La situación es tan caótica y dramática que abrir una campaña electoral y formar un gobierno incierto llevaría al menos tres meses, un plazo más que suficiente para hundir totalmente a Italia.
La pelea dentro de su partido es el más dramático pero no el único forcejeo entre los grupos políticos. El PdL de Berlusconi vive su propia agonía. La Liga Norte de Umberto Bossi, su principal socio, ya ha dicho adiós. Anunció que pasa a la oposición y que il Cavaliere se las arregle solo.