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Profesor normalista, Carlos Rubén Calderón Cecilio se inició en la política por la rebeldía que abrigaba contra la injusticia y el orden de cosas prevaleciente en el país y en el estado, con el fuego y el ardor que los años juveniles comunican a los ideales. Cuatro veces diputado federal, es un yucateco enamorado de su tierra, del contacto de la gente y del afán de servir. Controvertido y polémico, es un hombre que nunca ha callado sus críticas y puntos de vista y que accedió a platicar con nosotros del acontecer en el ámbito político estatal.
No es posible que un gobierno juegue con la dignidad de la gente y sus necesidades: Carlos Rubén Calderón Cecilio
Oriundo de Peto, comenta que su origen familiar fue muy humilde. Desde muy niño me vi en la necesidad de ayudar a trabajar a mi padre que era agricultor en las diversas labores del campo, señala. Estudié en una escuela secundaria por cooperación que recientemente se había abierto en mi comunidad y en la que diferentes personas aportaban su esfuerzo y conocimiento en pro de la educación, comenta.
Pensaba en ser abogado o doctor, pero en casa la situación económica era difícil. Mi salvación vino cuando con muchos esfuerzos ingresé a la normal rural de San Diego, Tekax, escuela con una rigurosa disciplina y aventajado nivel académico, de la cual egresé y con mi matrícula en la normal superior en la capital del país, donde me especialicé en ciencias sociales y civismo, viajando de aquí para allá en prolongados periplos en autobús, rememora. Mi esposa también realizó su especialización en literatura ahí.
Mi experiencia de vida me ha dado la sensibilidad para tratar de entender la pobreza en la que hasta el día de hoy se siguen debatiendo miles de familias. Contra eso me rebelo y es el germen de mi actividad y orientación política. Mi tesis en la normal superior fue respecto de la revolución cubana, incluso pude tener oportunidad de trabajar en la embajada de Cuba, esto amplió mis horizontes respecto de la cuestión social.
El político se debe a la gente. Ella es su razón de ser. Por eso, cuando veo que algunos en el transcurrir de uno o dos sexenios se enriquecen escandalosamente y ejemplos en la actualidad hay muchos, creo que están traicionando la esencia de la política, que es velar por el bienestar de los demás, comenta. Quienes así proceden, quizá transformen su vida en lo económico, pero moralmente son una desgracia.
En el PRI han confundido el concepto de disciplina y muchos consideran que consiste en no señalar los errores, ni los actos indebidos, destacó.
Por eso la gente rechaza a la política y a los políticos, porque no se puede tapar ni ocultar la corrupción, la mala administración, el mal manejo de los recursos producto de los impuestos y el trabajo y los sufrimientos del pueblo en todos los niveles. La política debía ser considerada una actividad de la que se sintiera orgulloso quien la desempeñara y la familia y los amigos cercanos, por tener alguien que cumpliera con fidelidad su deber de buscar el beneficio de los demás, es decir, ser un verdadero servidor público.
Si revisamos los presupuestos que año con año se destinan a la salud, la educación, al campo, sean de nivel federal, estatal y municipal, hasta de carácter internacional en algunos casos, vemos que no se reduce la brecha entre los más pobres y los más ricos. No se trata de querer que desaparezcan los ricos o el capital, sino que no haya gente miserable y que no se siga jugando con su dignidad. Hay que proporcionar a la gente las herramientas necesarias para que pueda producir, es menester tecnificar al campo.
Para los campesinos hay muchas promesas y compromisos, pero en la vida real cuando uno compara entre las declaraciones conjuntadas con las promesas de campaña de los gobernantes y los políticos y los trasladamos a la auténtica realidad, da verguenza lo que encontramos, reconoció.
El abandono del campo, el desempleo, el crimen organizado son los grandes temas de nuestro tiempo. Considero que la violencia es una amenaza para la democracia.
La migración es otro problema. Somos un país de pobres dice el PRI, pero tal parece que a los políticos no les interesa resolver la problemática que plantea, sino mantenerla de manera constante, para poder aprovecharse de las necesidades de los que menos tienen y utilizarlos como carne de mitin y manejar electoralmente sus carencias,
Es indignante ver gente que se enriquece de manera repentina al amparo de su puesto. Denigran al partido y al gobierno del que emanan
La miseria y la pobreza desgraciadamente dan tema a las campañas y posibilitan el reparto electorero de despensas, los apoyos y las ayudas en aras de ganar votos, en vez de debatir con tesis y que no fuera la pobreza el tema central.
Si revisamos en el caso de Yucatán en estos últimos seis años, a cuantos millones asciende lo invertido en declaraciones, no en la vida real, en el campo, podemos colegir que se han desviado los recursos y nos preguntamos a donde han ido a dar. Porque vayamos a cualquiera de los puntos cardinales, nos vamos a topar con el mismo panorama si hacemos una revisión real, no se requiere ser especialista en la materia. Incluso podemos percatarnos de esto, con solo salir a las colonias y comisarías de Mérida, no necesitamos alejarnos demasiado, enfatizó.
Mientras los gobiernos no entiendan que la producción de alimentos es un tema de seguridad nacional, estamos mal. Si no se logra estimular a la gente para que viva en sus tierras y las haga producir, se trabaja mal. Se debe sentir la presencia del gobierno a través de programas y proyectos, donde se conjunte el trabajo del campesino y la mano del gobierno que apoye a tiempo, para que el productor no deba esperar a que lleguen las autoridades a darle zapatos a sus hijos, sino que se sienta orgulloso de podérselos comprar y como buen padre, lleno de dignidad, decida si es época de frío comprarle también su cobertor, sin necesitar estar atenido a la dádiva.
Cuando podamos superar esto, habremos podido dar un paso adelante. Repartir dádivas es lucrar con la miseria y hacer ésto equivale a lucrar con la dignidad de la gente y eso no puede hacerlo un gobierno que se diga sensible y socialmente responsable, comentó. Un gobierno no puede ofender ni lastimar la dignidad de la gente, sentenció.
Por eso se ha malacostumbrado a la gente a esperar las campañas políticas, para ver que es lo que llevan los candidatos y saber que es lo que se puede sacar de ellos, se les mira a los políticos como si se tratara de Santa Clos, reflexionó.
Es cada vez menos la gente que produce y trabaja el campo y mas la gente que consume y esto hace a la gente y a los paises dependientes, a eso le apuestan los malos gobiernos, esto es lo que no podemos permitir, ni en Yucatán, ni en México, consideró.
Lucrar con la miseria de la gente ha hecho que ésta vea a los políticos como a Santa Clos, para ver que le dan
En el PRI la gente ha equivocado los conceptos, señaló. Se ha difundido el concepto de la famosa disciplina que hace que muchos supongan que deben callar las fallas o las situaciones indebidas en que se incurre en el ejercicio del poder público. Yo nunca he callado mis criticas y eso me ha llevado a enfrentarme con el gobierno en época de Graciliano Alpuche y a contrapuntear con el difunto Víctor Cervera. Disentir y pelearse con un gobernador, no és fácil: fui víctima de hostigamiento e intentaron callarme pero nunca cedí, recuerda.
Reconozco en Cervera la habilidad para aprovechar muchas coyunturas que se dieron y su audacia y capacidad de liderazgo, empero tampoco dejé de criticarlo cuando fue necesario. El gobierno actual dista mucho de ser lo que era la administración pública bajo la férula cerverista, con todos sus defectos, destacó.
Soy el único yucateco que ha sido diputado federal y con todo y eso, tras una vida de trabajo, no soy un hombre rico. Es francamente indignante como en la actualidad han surgido enriquecimientos repentinos que poca honra dan al partido y al régimen en turno. En lo personal, he intentado varias veces llegar a la primera magistratura estatal y no ha sido posible, pero mientras pueda servir a mi estado y mi gente y haya alguien dispuesto a tomarme en cuenta, estaré disponible, aunque mi presencia disguste a algunos y por eso ni me hayan invitado al último consejo estatal del PRI, concluyó. GBF